«El Sebin decide la vida de los presos», el reclamo de los familiares en El Helicoide
Los familiares tienen miedo de lo que pueda pasar. Ante los reiterados intentos de ingreso de los funcionarios, los allegados de los detenidos temen que puedan ser agredidos si en el Sebin cumplen su amenaza
Pasillos largos y estrechos, pequeñas celdas compartidas por 20 personas o más, sin agua de las tuberías, sin atención médica, sin ver la luz solar. Esas son las condiciones que comparten los 265 presos recluidos en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) conocida como El Helicoide.
Desde el miércoles 16 de mayo, los detenidos organizan y mantienen un motín dentro de los calabozos del Sebin exigiendo condiciones sencillas: 1. La liberación de los presos con boletas de excarcelación, fianzas o que no tienen ninguna acusación formal. 2. Traslado a juicios o que se inicien las audiencias de presentación, al igual que atención médica en centros de salud especializados. 3. Libertad para los presos políticos.
«Aquí en el Sebin se decide la vida de los presos», asegura Nancy de Ceballos, la madre del preso político y exalcalde Daniel Ceballos, quien ha informado a través de audios y videos difundidos en sus redes sociales sobre la situación.
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Para la madre del dirigente de Voluntad Popular, ya se sentía «una tensa calma» pues se evidenciaba la molestia de los presos por sus condiciones, los malos tratos y la continua denegación de justicia.
Ser un preso en El Helicoide no es fácil. Reciben visitas dos veces a la semana, que pueden ser canceladas si toman alguna acción que disgusta a los funcionarios de inteligencia. Por ejemplo, Ceballos no ha podido ver la luz solar desde hace más de siete meses, y para ejercitarse, debe ser acompañado en todo momento.
Tampoco cuentan con agua potable, y deben comprarla a los camiones que ingresa. «Eso lo usan para beber, bañarse y hacer sus necesidades», explica Yamileth Saleh, madre del joven Lorent Saleh, a quien el Gobierno acusa de terrorismo y conspiración.
El miedo está presente
Los familiares tienen miedo de lo que pueda pasar. Ante los reiterados intentos de ingreso de los funcionarios, los allegados de los detenidos temen que puedan ser agredidos si en el Sebin cumplen su amenaza.
Catalina Miranda es familiar de uno de los 14 Policías de Chacao que se encuentran detenidos en El Helicoide. «No sabemos en qué condiciones están, sabemos que les quitaron el agua, la luz, y estamos con los nervios de punta por si arremeten contra ellos, porque eso es lo que se espera».
Los funcionarios de PoliChacao tienen boleta de excarcelación desde agosto de 2017 por parte de un tribunal, una orden que el Sebin no cumple. El grupo fue inculpado por la muerte de un periodista en Caricuao, hecho que nunca se comprobó.
Para Miranda, el hecho de contar con la orden de un juez y que la policía política lo irrespete «nos hace sentir como unas cucarachas, porque significa que a otros si les paran y a nosotros no. Él no tiene porqué estar ahí, no ha hecho nada malo, está ahí porque a ellos (Sebin) les da la gana de que esté ahí».
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Además, Spinella explica que «hay personas allá arriba (El Helicoide) que tienen escabiosis, hipertensión, problemas pulmonares. Ellos quieren que venga la Cruz Roja para atenderlos».
En el Sebin no hay distinciones entre políticos y el resto. Una familiar comenta que dentro de El Helicoide están 17 personas detenidas por la agresión al diputado Teodoro Campos durante un recorrido del candidato Henri Falcón en Catia.
«Mi hijo estaba haciéndose un tatuaje, ni siquiera estaba cerca de la plaza. El Sebin llegó al final de la tarde, muchos corrieron a un centro comercial cercano y ahí los agarraron. Ya lo presentaron por lesiones, pero él no tiene nada que ver con eso», explica la mujer.
Proselitismo no
La llegada del candidato presidencial Javier Bertucci desató la furia de los familiares, quienes con agua y a gritos le increparon su presencia en el sitio, pues «no estamos para proselitismo».
Mientras Bertucci declaraba a los medios el motivo de su presencia (recibió un permiso para constatar el estado de los detenidos que fue negado a última hora), los familiares solicitaban que se retirara, pues a su juicio, la política no ha hecho nada para liberar a los presos del Sebin.
«Yo soy chavista y mi hermano está preso. Él es chavista y revolucionario, ha luchado por este país e igualito me lo tienen preso. No me hablen de presos políticos», vociferaba Xiomara Arráiz, hermana de Nabor Arráiz, un presunto implicado en el secuestro del expresidente del BCV, Nelson Merentes.
» No se está haciendo justicia. Mi hermano es trabajador de la alcaldía de Vargas, luchador social, participante de las UBCH, y no he podido verlo en tres meses. Aquí no hay presos políticos, aquí todos están presos injustamente», reiteraba Arráiz.
Los familiares pidieron la presencia nuevamente de la Fiscalía General de la República y el Ministerio de Servicios Penitenciarios para que se constate la situación de los presos.