El petro impuesto y los pensionados, Oscar Bastidas-Delgado
En anteriores artículos afirmamos que las criptomonedas dependen de dos aspectos: 1.- La confianza que brinda a sus inversionistas; y 2.- la aceptación o “usabilidad” que brinden, pues quienes las adquieren o las acepten desean que circulen fluidamente sin contrapesos. Esta explicación viene al dedo si comparamos la confianza y usabilidad en el dólar o el euro con los mismos parámetros de débil bolívar madurista llámese soberano o como sea.
También que en el “petro”: solo invertirán bancos y empresas obligadas por el gobierno y algunos maduristas que en lo personal seguirán la corriente a su líder; allende las fronteras ningún humano o empresa se arriesgaría salvo que tuviese garantías de negocios con el gobierno
No es secreto que el petro es un mecanismo del régimen para absorber divisas con fines opacos y dudosos asientos en la Contabilidad Nacional tal Peso Cubano Convertible (CUC). A pesar del empeño del régimen, ese engendro de criptomoneda fracasó, ni los mismos maduristas los quieren, saben que no sirven ni como inversión, que son papas calientes a no conservar ya que los últimos en poseerlos se quemarán las manos al salir Maduro; en ese momento se perfeccionará su ilegalidad y su valor será cero pues son inconstitucionales.
Varias preguntas siguen rondando. Si el “petro” es respaldado “en petróleo, oro, gas y diamante”. 1.- ¿cuál petróleo?: ¿el que no alcanza para generar las divisas que el país necesita para comer y proteger la salud de sus ciudadanos?; 2.- ¿cuál gas?: si la refinería de Paraguaná está paralizada y esa península, además de no tener electricidad y agua, ve como sus habitantes se van a otros países; y 3.- ¿cuál oro y cuáles diamantes?: ¿los del Arco Minero en manos militares que arrasan la ecología de nuestro estado Bolívar y genera muertes sin homicidas conocidos?, ¿el oro que aterriza en manos del totalitario régimen turco?
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Con las últimas decisiones de Maduro otras interrogantes se agregan. 4.- ¿Bajo cuál criterio de la noche a la mañana, cuan antojo de Eudomar Santos, se cambia su paridad y aumenta su valor justo cuando baja el precio del barril?; 5.- ¿quiénes han acumulado petros para beneficiarse de ese “improvisado” aumento”; 6.- ¿cuál negocio se traerán entre manos los petroburgueses?; 7.- ¿se profundizará el clandestino proceso de privatización y la venta de activos públicos a favor de los petroburgueses?. Una pista para auditar estos procesos la brindan los decretos referidos al petro: ¿pagos fiscales?, ¿unidades tributarias?, ¿operaciones turísticas?. Estos aspectos deben ser monitoreados mediante controles ciudadanos y denunciados públicamente cada vez que se observen.
La última jugada rebasó lo previsible. Hay que tener bríos para imponerle un bono en petros a los jubilados, personas de tercera edad cuya amplia mayoría obviamente no tiene celulares inteligentes ni acceso fluido al Internet, ni conocen otro monedero que el tradicional. ¡Además en pleno diciembre¡, como en la oportunidad en que anunció la eliminación infinitamente postergada del último billete marrón – el de ahora es tornasol-, originando hasta suicidios.
Hay que tener bríos para pagar en diciembre con petros cuando la totalidad de los venezolanos desean bolívares constantes y sonantes para comida y medicamentos y no trabas para comprar. Recordando a Miquilena, la amplia mayoría de los pensionados deben preguntarse: ¿con qué se come eso?.
Claro, hay vivos que se aprovechan. Si los pensionados desconocen el mecanismo para convertir petros en dizque soberanos, “algunos” harán el favor. ¿Quiénes?: los enchufados con billetes y los petroburgueses con sus testaferros. ¿Cómo detectarlos?: lo menos que debe tener cada petro es un serial que lo identifique como toda criptomoneda que se respete; de ser así, la flamante Superintendencia de Criptomonedas pudiera hacer seguimiento de esas conversiones y denunciarlos. Ahhh, me olvidaba, esa “super” puede también detectar quiénes se beneficiaron de la reciente subida del petro y también denunciarlos. Ojalá no pase lo mismo de la lista de Cadivi de Giordani.