Coincidencias, por José Antonio Gil Yepes
Me topé con el libro Misterios de la historia de España, de Mercedes Compte. No pasé de su Introducción sin querer comentárselos. Desde su inicio muestra una historia que evoca coincidencias con la nuestra.
Comienza…“Extraña historia la de España”,… “Aunque todos los países son fruto de los diferentes pueblos que los habitaron desde la Antigüedad, tal vez ninguno como el nuestro ha visto pasar por su solar patrio tantas civilizaciones distintas y de todas somos deudores…”Los venezolanos también soportamos el reto de amalgamar diversas razas y culturas, reto todavía inconcluso y que supone, como en España, grandes conflictos y esfuerzos por integrarnos.
“Cuando España era dueña de medio mundo, cuando en sus dominios…“no se ponía el sol” y llegaban de América ingentes cantidades de oro y plata, el pueblo se moría de hambre por las calles.“ En Venezuela hoy sucede lo mismo.
En España, esta gran contradicción se debió a la odiosa discriminación que suponía la aristocracia; a guerras religiosas y a la expulsión de los judíos y musulmanes, en cuyas manos se concentraban el conocimiento, banca, industria y comercio; y a la absurda política económica mercantilista que suponía, erróneamente, que la riqueza consistía en la acumulación de oro, plata y otros minerales preciosos.
En Venezuela, la aristocracia la configuran los militares y políticos que nos han gobernado por 200 años; las guerras religiosas la representa el criterio de exclusión y concentración del poder y riqueza en manos de los gobernantes; la expulsión de los judíos y musulmanes la representan el rentismo y la desconfianza hacia el empresariado por parte de los gobernantes desde 1848, ahora acentuada por el afán del chavismo de destruir la empresa privada y las universidades.
Y cierra esta introducción,…»Hemos soportado lo indecible de gobernantes inútiles …y… También podemos “enorgullecernos” de ser el país europeo que más exiliados hemos enviado al resto del mundo, bien por motivos políticos, religiosos o, simple y llanamente, por hambre.” Mientras, nosotros no entendemos que seguiremos destruyéndonos mientras sigamos jugando a la exclusión.