El caos de moverse en el TransMilenio de Bogotá, por Ariadna García
El tráfico en Bogotá te recibe sin disimulo. Desde que emprendes camino a la ciudad encuentras las vías atestadas de automóviles. La contaminación es tangible. En las noches te sangra la nariz y en el día ves a algunas personas usar tapabocas.
El TransMilenio parece ser el gran problema en cuestión de movilidad para los bogotanos. Las líneas principales han colapsado. La cara de los pasajeros refleja inconformidad, enojo y cansancio.
Es diciembre. En un bus hacia Chapinero una mujer se queja luego de varios frenazos bruscos y grita: «¡Será que se sacó la licencia de conducir de una caja de Cheetos!». Algunos se ríen y la secundan. Alrededor, los cuerpos bambolean de un lado a otro y una mujer se lamenta porque sin querer le arañaron el brazo.
Esta misma escena se repite en otras rutas. A cualquier hora los autobuses van abarrotados. No hay espacio para nadie más. En 2017 se varaban a diario unos 33 buses de TransMilenio, según una investigación del diario colombiano El Tiempo.
Este sistema de transporte masivo no cuenta con señalizaciones. No hay operadores, ni parlantes que recuerden las normas de uso, ni ciertas advertencias. No hay un rayado. En las entradas y salidas de los pasajeros, la gente se amontona en las puertas, quienes salen abren un pequeño espacio, a empujones. Los bogotanos no saben cómo se usa el TransMilenio y los turistas tampoco, porque no hay nada que les indique el cómo.
Los boletos de un viaje en el TransMilenio de Bogotá cuestan 2.400 pesos colombianos, lo que equivale a casi un dólar, debido a que la moneda estadounidense en ese país tiene un valor de unos 2.800 pesos. Hacer dos viajes al día son 4.800 pesos.
La congestión en las rutas para desplazarse por la ciudad, hace que fácilmente un colombiano haga unos cuatro viajes al día, lo que significa unos $3,42 diarios, esto equivale a 9.576 pesos.
Si un colombiano hace cuatro viajes durante 20 días, destina 191.520 pesos de su salario solo en transporte público y 95.760 si hace solo dos viajes al día. El salario mínimo en Colombia hasta diciembre de 2018 era de 781.242 pesos.
Los bogotanos destinan el 24,51% de su salario al mes para movilizarse en transporte público, si hacen cuatro viajes al día
En esta infraestructura se permite la ingesta de alimentos. No hay papeleras dentro de las estaciones. Un usuario puede recorrer varias y no hallar un solo lugar para destinar los desechos.
La planificación del TransMilenio queda a la vista de quien se sube en él como en la improvisación. Pareciera que con el tiempo se perdió el norte de lo que sería el proyecto o simplemente se desatendió.
En 2016 los vehículos de esta empresa privada estuvieron implicados en 4.600 accidentes, de acuerdo a El Tiempo.
El TrasMilenio lleva 20 años prestando sus servicios, hoy expertos como el ingeniero Miguel Fernando Cardona Valencia, quien fue funcionario y dirigente en la operación del sistema, aseguran que el medio de transporte «ha llegado a su máxima capacidad».
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El ingeniero explica que al construirse el TransMilenio Bogotá tenía seis millones de habitantes, en la actualidad esta cifra ronda los ocho millones. La población creció, pero el proyecto se estancó y no volvió a contar con expansión de rutas, ni inversión.
Quienes se mueven por Bogotá lo hacen con cansancio y reproches. Una persona que vive a unos 20 minutos de su trabajo puede tardarse hasta unas dos horas si toma el TransMilenio, según contó Daniela Mejía en entrevista a TalCual.
La mendicidad también está presente en los pasillos de estos autobuses que van apresurados. Es común ver a venezolanos y colombianos explicar su mala situación y pedir ayuda, así como a otros vender golosinas y cualquier artículo para ganarse la vida.
Bogotá es una urbe sitiada por el tráfico. El uso de bicicletas no se ha vuelto masivo. Mientras tanto los usuarios caminan a trompicones en esa ciudad poblada de murales coloridos, que hacen ameno el viaje cuando el trancón pega más fuerte.
Con información de El Tiempo. Recorrido realizado por el equipo de TalCual en diciembre de 2018.