Full Pizza una experiencia entre trabajadores y empresarios, por Eduardo Matute A.
En el año 1999, unos empresarios dueños de la franquicia de comida rápida, Full Pizza, convinieron en evaluar el desarrollo de su franquicia en medio de un país que vivía la vorágine que llevaría al poder a Hugo Chávez. De esa evaluación, compartida en un largo fin de semana con administradores y trabajadores de su naciente emprendimiento, en conjunto con investigadores del para aquel entonces Centro de Estudios de la Cooperación (Cescoop), surgió un esquema de acuerdo empresarial, que incluía aportes de capital, distribución accionaria y de utilidades entre trabajadores e inversionistas.
Veamos un resumen de ese esquema:
- Los colaboradores de la franquicia se organizaron en cooperativas de producción -autogestionarias- de acuerdo a la ley vigente para aquel tiempo. Cada establecimiento de preparación y expendio, ubicados en centros comerciales, la administración y el centro de innovación, compras y almacenaje eran gestionados en forma cooperativa, la cual contrataba con la firma inversionista, la respectiva operación y funcionamiento, con un esquema de contraprestación que incluía pagos fijos, mas incentivos por ventas, cumplimientos de metas y superación de aprendizajes formales y técnicos.
- Cada cooperativa contribuía a un fondo común, en el que se invertían los fondos de liquidación de cada asociado y estimaba la creación de una central de estas cooperativas que permitiese la inversión en la propia franquicia, preparando un esquema de cogestión empresarial en un plazo de 5 años.
- En ese plazo de 5 años, la responsabilidad por el financiamiento y expansión correspondía al grupo inicial de inversionistas, con un plan de desarrollo, que estimase el valor al cual se entregaría parcialmente el paquete accionario a la central cooperativa, al cumplirse el plazo previsto.
- Un esquema de libros abiertos, con los resultados por cada centro y por el conjunto de la organización disponible para cada uno de los integrantes, con un plan de formación que permitiese la asimilación de esta información y el financiamiento de asesores disponibles para el sector laboral.
En el transcurso de los dos primeros años, se constituyeron las primeras nueve cooperativas, se acordó el protocolo de expansión de la franquicia, con la necesaria formación de los trabajadores a incorporarse en cada cooperativa, al iniciarse un nuevo establecimiento o para suplir los faltantes en los existentes.
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Igualmente, se logró la consolidación de un encuentro bimensual de delegados de cada unidad cooperativa con la directiva del grupo inversionista, tendiente a la evaluación de las metas, la revisión de los convenios laborales e integración social entre actores involucrados. Tres resultados analizados en estos encuentros son sintomáticos de una experiencia en camino de ser exitosa: El ingreso promedio de un asociado a la franquicia, se encontraba entre los primeros 3 de la industria, la estabilidad laboral era la de mayor continuidad y la expansión de la franquicia era la segunda en crecimiento, entre las empresas nacionales del ramo.
El paro petrolero de finales del año 2002 hirió de muerte el proyecto. La ausencia de ventas en la mayoría de los centros comerciales en donde operaban los establecimientos causó pérdidas que no pudo sobrellevar, cerrándose a finales del año 2003
Sin embargo, quedaron varias reflexiones positivas:
- Es posible acordar esfuerzos conjuntos de diseño, implementación y evaluación entre trabajadores e inversionistas.
- La corresponsabilidad entre trabajadores de empresas de servicios es un esquema de gobernanza que motiva logros y cumplimiento de metas y objetivos comunes.
- El acceso a la posibilidad de la inversión de los trabajadores en las empresas para las cuales laboran es un incentivo que anima tanto a los propios colaboradores como a los inversionistas iniciales.
En la Venezuela que vamos a tener que reconstruir, este tipo de acuerdos, con unas y otras similitudes y diferencias, van a ser necesarios y deseables. Los sectores empresariales y laborales que van a tener que llegar a acuerdos que permitan el establecimiento de nuevas empresas. Estos sectores ya no son antagónicos, ambos han sufrido los desmanes de este gobierno autoritario y pueden acordar condiciones de trabajo, dirección, inversión y distribución de la riqueza producida que conlleve tipos de acuerdo como el descrito.