Guaidó no será candidato en eventuales elecciones presidenciales libres
Existe un acuerdo político entre los partidos que hacen vida en la Asamblea Nacional para evitar que haya un candidato-presidente, como lo fueron Hugo Chávez y Nicolás Maduro. También ponen reglas para lo que ocurrirá cuando haya un gobierno «provisional», incluyendo la conformación del gabinete ministerial
La transición a la democracia que se intenta en Venezuela es un proceso sui géneris. Es, hasta ahora, quizá el único que intenta ser motorizado por una institución legítima, cual isla dentro del totalitarismo. La Asamblea Nacional, reconocida por la comunidad internacional, aprobó el 5 de febrero un Estatuto que rige la transición a la democracia que le da sustento jurídico a las acciones del parlamento y, especialmente, de Juan Guaidó como presidente encargado de la República.
Allí se le da basamento jurídico al proceso de tres pasos que se ha planteado: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Para ello, queda establecido que Guaidó, como presidente de la Asamblea Nacional, asume la “encargaduría” del Poder Ejecutivo y mantiene ambas responsabilidades por 30 días, contados a partir del cese de la usurpación. Pasado ese tiempo, podrá ser ratificado como “presidente provisional” hasta convocar unas elecciones presidenciales libres, en un lapso no mayor a 30 días.
Para ese proceso electoral, el líder opositor del momento no podría presentarse como candidato. El documento no lo prohíbe específicamente, pero el diputado Juan Miguel Matheus, redactor del Estatuto y presidente de la comisión para la Defensa de la Constitución, confirmó que existe un compromiso entre todos los partidos al respecto.
Ese acuerdo político, que condujo a que la aprobación del Estatuto fuera por unanimidad, también incluye que el gabinete ministerial de ese gobierno provisional debe incorporar a miembros de los distintos partidos. Está planteado, por ejemplo, que el Vicepresidente Ejecutivo no pueda ser del mismo partido que Guaidó (Voluntad Popular), y se debate si lo mismo debe ocurrir con el Canciller y otros ministerios. Aún no hay decisión con respecto al resto de la estructura burocrática del Estado, como los viceministros.
Por otra parte, el pacto político dejó establecido que una vez que Guaidó asuma como “presidente provisional”, los vicepresidentes del Poder Legislativo suplirán su falta, como está establecido en el Reglamento Interior y de Debates del parlamento, para proceder a elegir una nueva cabeza de la Asamblea Nacional en la cámara. El diputado que sea escogido no podrá ser tampoco de Voluntad Popular, para procurar el equilibrio entre poderes.
Llegados al escenario de unas eventuales elecciones presidenciales libres ya hay nombres en la palestra. La dirigente María Corina Machado fue la primera en confirmarlo. Consultada por Fox Business si presentaría su nombre, respondió: “Absolutamente sí”.
También, Leopoldo López competiría. El fundador de Voluntad Popular es uno de sus estrategas tras bambalinas de la estrategia que ha marcado la oposición en 2019, desde el arresto domiciliario al que fue confinado hace casi cinco años. “Seguramente tomará la decisión de presentarse” como candidato “si logramos unas elecciones libres”, dijosu esposa Lilian Tintori.
Actualmente, tanto López como Machado están inhabilitado políticamente por el régimen de Maduro, quien también le impide competir a Henrique Capriles, dos veces excandidato presidencial. En su caso, el también exgobernador del estado de Miranda ha afirmado que este no es momento para hablar de candidaturas. “Lo peor que nosotros podemos hacer es que esta coyuntura la convirtamos en una competencia interna”. A juicio de Capriles, Guaidó y la Asamblea Nacional “son los protagonistas a esta hora y nosotros debemos apoyar, sin mezquindad ni egoísmo”.
El delegado que Guaidó envió a Italia para obtener el respaldo de ese país, Francisco Sucre, dijo desde Roma que incluso Nicolás Maduro pudiera presentarse de nuevo a votaciones, “no como presidente en ejercicio sino como expresidente. Si lo postula su partido por supuesto lo aceptamos”. En esas diligencias, se logró que el parlamento italiano reconozca al presidente del parlamento como “interino” de Venezuela, al margen de la opinión del Gobierno del país de la bota.