118 presos en calabozos policiales murieron durante el primer semestre de 2020
La pandemia por covid-19 encontró a los centros de detención preventivos altamente hacinados, destacó Una Ventana a la Libertad, por lo que los presos no pueden cumplir las medidas de protección y aislamiento
La organización no gubernamental Una Ventana a la Libertad (UVL) contabilizó 118 muertes de reclusos en calabozos policiales durante el primer semestre de 2020, siendo los problemas de salud la primera causa de muerte entre la población penitenciaria.
En el informe de Una Ventana a la Libertad, sobre 273 centros de detención preventiva monitoreados en 19 estados del país, se confirmó el fallecimiento de 65 detenidos por problemas de salud, principalmente por tuberculosis (36 presos) y problemas respiratorios (11). Además, se registraron siete muertes relacionadas a desnutrición.
Por ello, la ONG reiteró su preocupación debido a la pandemia por la covid-19. En las últimas semanas, han registrado 85 casos de coronavirus en centros de detención policiales.
La segunda causa de muerte de los reclusos en calabozos policiales durante el semestre fueron las fugas, cuyos decesos representan el 34,7%. «Esto nos está hablando de la violencia desplegada por los funcionarios de custodia y a veces la Guardia Nacional que puede estar afuera o ser llamada a acudir, cuando se presenta una fuga», destacó Una Ventana a la Libertad.
De los 273 calabozos monitoreados, 185 reportaron la presencia de presos con enfermedades infectocontagiosas. De estas enfermedades 1.177 (56.3%) son enfermedades respiratorias y en la piel como sarna o escabiosis; 517 (24.7%) desnutridos y 397 (19%) con tuberculosis. Es decir, un total de 2.091 enfermos encerrados en los calabozos, sin condiciones para evitar la contaminación entre ellos.
Una Ventana a la Libertad señaló que esta situación «claramente seguirá agravándose por la particular fragilidad que las personas desnutridas tienen de contraer cualquier enfermedad como infecciones o virus».
Además, la ONG destacó que el primer semestre del año 2020 «ha sido bastante complejo», marcados por la cuarentena decretada por el régimen de Nicolás Maduro el 13 de marzo, luego de que se detectaran los primeros dos casos de coronavirus en el país.
La pandemia por covid-19 encontró a los centros de detención preventivos altamente hacinados, destacó Una Ventana a la Libertad. «Para el final del primer semestre encontramos 4.341 personas detenidas de acuerdo a los alertas, cuando la capacidad de albergue era sólo de 1.040. Es decir que durante los meses cuando la cuarentena ha estado en vigencia, la cantidad de detenidos casi se quintuplicó. Pero lo más importante, el distanciamiento social (o físico de no menos de un metro entre las personas) que es la medida preventiva fundamental durante la cuarentena, es imposible de cumplir en los calabozos».