14 años en la brega, por Teodoro Petkoff y Fernando Rodríguez
En un día como hoy, 3 de abril, hace catorce años, saltó a la arena del combate periodísticopolítico este diario. Hasta algunos buenos amigos auguraron no más de un año de vida al joven periódico. Lo creyeron deliberadamente fundado con motivo de la jornada electoral de ese año, 2000, pensando que concluida ésta el diario desaparecería. Tanto quienes así pensaban, de buena fe, y también quienes, de muy mala fe, nos presagiaban una corta vida, se equivocaron. Al menos hasta ahora se han equivocado porque ya son casi tres lustros de vida recorrida los que llevamos. Se dice fácil, pero cuando se piensa en la precariedad de nuestros recursos, resalta aún más el tremendo esfuerzo que ha significado mantener vivo y coleando a
TalCual .
Mas, antes de continuar, vaya adelante un profundo agradecimiento a nuestros miles de consecuentes lectores, tanto de la versión física, que usted tiene en las manos, como de la versión digital, que pasa de las cincuenta mil visitas diarias. Y nuestros seguidores de Twitter superan ampliamente los seiscientos cincuenta mil.
TalCual nació para el combate político. Es un diario explícitamente político y su razón de ser es la política nacional. Asumida ésta desde una perspectiva progresista, dicho con todas sus letras, de izquierda, así esto le dé sarna a algunos ideólogos locales. Eso sí, de izquierda democrática. Pocas cosas nos son tan ajenas como ese anacronismo fascistoide, que mezcla stalinismo rancio y populismo barato, que nos desgobierna.
Y no es falsa modestia decir que mucho hemos tenido que batallar para estar todavía peleando en esta Venezuela convulsa. Nos han sometido a siete acciones jurídicas y aquí estamos. La última, la más aberrante, la más vil, la del capitán Cabello, absolutamente descabellada jurídicamente y bochornosa moralmente: un verdadero atentado contra los principios mínimos de la libertad de expresión.
Pero a lo mejor éste no ha sido el peor enemigo, en todo caso lo esperamos siempre. Lo que de verdad nos ha limitado y asediado se llama simplemente escasez de recursos. Nuestros periodistas y el resto del personal no ganan lo que merecen y, por ende, se dificulta crear equipos orgánicos y más eficientes. Hasta nuestro equipamiento es de la edad de piedra de la electrónica. Sólo contamos, repetimos, con la solidaridad incondicional de nuestros lectores. Pero aquí hemos llegado y aquí queremos seguir permaneciendo porque para eso nos constituimos hace casi tres lustros, para no rendirnos nunca. TalCual .