2020: ¿Año de hibernación para los venezolanos?, por Rafael Uzcátegui
En días recientes participamos en un ejercicio de reflexión sobre el contexto venezolano que tenía como objetivo proyectar posibles escenarios de ocurrencia. Entendiendo que todo ejercicio predictivo desde las ciencias sociales, especialmente para nuestro país, puede ser tan confiable como una consulta de quiromancia, nos atrevemos a compartir los apuntes personales que llevamos a dicha sesión.
Tendencias del año 2019:
Maduro 2020 es diferente a Maduro 2013. Su modelo de gobernabilidad se encuentra en proceso de transformación como respuesta al contexto político y económico adverso, su propia degradación ideológica y sus confrontaciones internas. Es un error continuar su interpretación como una continuación inercial de los días de Hugo Chávez.
Posibilidades de emprendimiento dependen de la iniciativa privada. El Estado, disminuida sus potencialidades financieras de promover empleo y desarrollo se focalizará en sus capacidades regulatorias. Precarización de la situación de los empleados públicos.
Flexibilización económica por parte del gobierno para el uso de divisas e importación. Actores económicos privados tradicionales aprovecharán oportunidad de negocios, aparición de nuevos actores que redibujarán el panorama de empresas en el país. En contraposición, dicha flexibilización agudizará confrontación entre los sectores democráticos.
Año de ineludibles elecciones parlamentarias. Maduro se prepara intentando recomponer su menguada base electoral y desestimulando participación en contra. Oposición aún sin estrategia.
Liderazgo de Juan Guaidó continúa descendiendo en popularidad, aunque continúa siendo el político, tanto entre el oficialismo como de oposición, mejor valorado en las encuestas.
Crisis de representación y legitimidad de la oposición apenas está comenzando. Continuarán los enfrentamientos internos, denuncias de corrupción, tensiones sobre el inminente escenario electoral, redes sociales copadas por debate entre “radicales” y “moderados”, G-4 y otros.
Dolarización de la economía generará un nuevo tipo de exclusión dentro de la discriminación estructural del país. Quienes tengan acceso a divisas deben esforzarse para “pensar fuera de la caja -dolarizada-“ para no perder conexión con la Venezuela que dependen de ingresos en bolívares y los subsidios estatales.
Crisis migratoria continuará, pero incorporando una dimensión pendular_ venezolanos que intentan aprovechar dolarización de la economía nacional trayendo lo ahorrado de su trabajo fuera.
Elecciones en Estados Unidos y conflictos regionales más la permanencia de una situación que parece no tener salida a corto plazo ocasiona la pérdida de protagonismo internacional de la crisis venezolana.
Débiles coordinaciones sociales para el rescate de la democracia. Gremios y sociedad civil sin vocería propia en el conflicto.
Cierre de los canales pacíficos de resolución del conflicto genera condiciones para aventuras insurreccionales. Se minimiza la posibilidad de una intervención armada internacional.
Año cero de la resistencia: Situación de pesimismo generalizado y refugio de los ciudadanos en su vida privada y en las estrategias de supervivencia.
Escenarios del año 2019
Año “hibernación”. Mantener y dosificar recursos propios a la espera de acontecimientos que hagan, de nuevo, viable el cambio político.
En política: Año signado por las elecciones parlamentaria. Posibles reaperturas de mecanismos de diálogo.
En economía: Flexibilización financiera genera expectativas en sectores económicos, emprendimientos en este contexto suman para intenciones de simulación de “normalización” del gobierno y estimula fenómeno pendular de la migración.
En lo social: Internalización de posibilidad de cambio a mediano plazo, sustituyendo la percepción de “inmediatez”, modificará la estrategia de las organizaciones sociales. Pesimismo, adaptación y apatía en el resto de la población. Episodios insurreccionales.
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A nivel internacional: Gobierno aprende, de la asesoría cubana, cómo trabajar con el sistema de Naciones Unidas para ralentizar y obstaculizar mecanismos internacionales de protección a los derechos humanos. Expectativas sobre fallo en la Corte Penal Internacional en su examen preliminar a Venezuela. Proceso electoral en EEUU influirá en la política de sanciones. Si Maduro lograra mediante un proceso fraudulento, ganar las elecciones parlamentarias, erosionará el apoyo internacional a la oposición.
(*) Sociólogo y Coordinador General de Provea