3500 personas todavía esperan por un trasplante a dos años de suspensión del programa
En un mes, cuatro niños que se encontraban internados en la unidad de hematología del hospital infantil Dr. José Manuel de los Ríos fallecieron a la espera de un trasplante de médula ósea
El 1 de junio se cumplieron dos años de la suspensión formal del programa nacional de trasplante y procura de órganos por parte de la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundave), un organismo que depende del Ministerio de Salud.
Desde esa fecha, al menos 3500 venezolanos siguen a la espera de un trasplante en el país, cuyos centros especializados para tal fin han ido cerrando sus unidades por la falta de inversión por parte del gobierno nacional, además de la escasez de medicinas e insumos médicos que garanticen la recuperación del paciente.
Al menos 3.500 personas esperan por un trasplante en Venezuela.
Hoy su futuro es incierto, al cumplirse dos años de la suspensión del programa de trasplante y procura de órganos por parte de @Fundavene #VzlaSinTrasplantes pic.twitter.com/jG9UgDQ7M4
— Codevida (@codevida) 1 de junio de 2019
La Coalición de Organziaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) denunció que cuando se suspendió dicho programa, la fundación aseguró que “era temporal”.
«Muchas personas en diálisis pudiesen tener mejor calidad de vida si recibiesen un trasplante renal, pero en Venezuela no hay posibilidad de hacerlo debido a la suspensión del programa por parte del Estado venezolano», señaló Codevida.
Hasta hace dos años, habían 15.000 personas en diálisis. En la actualidad, 10.200 aún están tratamiento, «el resto falleció como resultado de la escasez de insumos, materiales y medicamentos en medio de la emergencia humanitaria que enfrentan los venezolanos», detalló la ONG venezolana.
En Venezuela, los trasplantes de hígado y riñón son los más frecuentes, y en centros de salud de al menos cuatro entidades (Distrito Capital, Portuguesa, Carabobo y Zulia) existían unidades especializadas para realizar estas intervenciones desde 1986.
Las personas en diálisis pueden mejorar su calidad de vida con un trasplante, pero actualmente es imposible hacerlo debido a la suspensión del programa. Un ejemplo de esto es la muerte de Merjivic Trejo, última sobreviviente de los 15 pacientes del Hospital Universitario de Caracas (HUC) con esta condición.
Además, los convenios internacionales como el del trasplante de médula ósea, que se ejecutaba en Italia, también han sido suspendidos, «causando daños irreparables a las familias de los niños que han muerto esperando que el Estado pague la deuda de 10.000 millones de euros», destacó la coalición.
En un mes, cuatro niños que se encontraban internados en la unidad de hematología del hospital infantil Dr. José Manuel de los Ríos fallecieron a la espera de un trasplante de médula ósea. Otros 26 siguen en lista de espera para que se les garantice esta intervención quirúrgica y así salvar sus vidas.
Por ello, Codevida afirmó que «es imperativo que el Estado venezolano refinancie todos los programas de trasplantes que permiten darle una segunda oportunidad de vida a quienes lo amerita, de lo contrario morirán aquellos que están en lista de espera aguardando por una donación de órgano».