¿Por qué se fue Richard Peñalver?, por Sebastián Boccanegra
La revolución se come a sus hijos. Esta afirmación se constata con la realidad en todos los casos. A buena parte de los que acompañaron a Lenin en la revolución rusa se los raspó Stalin sin mayores trámites. Lo mismo ocurrió en la China de Mao o en la Cuba castrista. Quien hacía críticas, se enfrentaba al poder, no cogía línea, era execrado.
La chavista no escapa a esta circunstancia. Hubo los que rápidamente salieron del círculo del poder. El primero Jorge Olavarría, un poco después Luis Miquilena. Años después corrió esa suerte el general Raúl Baduel, quien fue, por un tiempo, uno de los héroes del universo chavista. Era el hombre que había liderado el rescate del prócer de Sabaneta, en abril de 2002.
Años después cuestionó al líder. Acusarlo de traición era cuesta arriba, dada su pasado reciente, entonces recurrieron al comodín de la corrupción. A la cárcel fue a parar y, cuando ya cumplió su primero pena, le inventaron otros cargos y sigue en prisión.
El general Miguel Rodríguez Torres participó en el 4F y siempre gozó de la confianza de Chávez. Ejerció cargos de mucha importancia en el área de inteligencia y dirigió por un buen tiempo la policía política. Sus enemigos internos lo acusaron de servir a la CIA –una de las acusaciones preferidas en la Cuba fidelista-, pero el propio hijo de Sabaneta la descartó. Sin embargo, los cuestionamientos de Rodríguez Torres colmaron la paciencia de Maduro y éste lo mandó a prisión acusándolo de espía.
Ahora nos enteramos de la solicitud de asilo que hace Richard Peñalver. Este personaje ocupó cargos mucho menos relevantes que los desempeñados por los dos generales, pero dentro de la “epopeya” chavista, era uno de los defensores de Miraflores, allá en 2002. Aparecía disparando a discreción a la gente que manifestaba aquel aciago 11 de abril en las cercanías del Palacio presidencial.
¿Quién persigue a Peñalver? Hemos buscado, preguntado, indagado y nadie nos da una respuesta concreta y certera. A todos los tomó por sorpresa. ¿Cómo es posible que uno de los héroes esté pidiendo asilo y, además, en España, cuyo gobierno fue acusado por el difunto eterno de ser parte del golpe de Estado de abril de 2002?
No hay que descartar que Peñalver sea uno más entre los millones de venezolanos que no pueden soportar la grave crisis socio-económica que él ayudó a crear. Que simplemente es otro venezolano más que quiere que su salario le permita hacer un mercado completo sin ningún tipo de angustia. Que aspira poder ser atendido en un centro de salud cuando lo requiera sin tener que mendigar medicamentos. Que pueda salir a la calle tranquilo sin temor a ser víctima del hampa. En resumen, otro venezolano que se hartó de sobrevivir a la tragedia cotidiana que es la Venezuela actual.