Víctor Álvarez: Este no es un modelo económico sino de expoliación
Autor: Víctor Amaya / @victoramaya
Víctor Álvarez es economista, Premio Nacional de Ciencias e investigador del Centro Internacional Miranda (CIM). En la gerencia pública se desempeñó como Ministro de Industrias Básicas y Minería, Presidente de la CVG, Director de Pdvsa, Presidente del Banco de Comercio Exterior (BANCOEX), Viceministro de Industrias, Director Ejecutivo del Consejo de Desarrollo Industrial y Gerente de Política Científica y Tecnológica del CONICIT.
– ¿Si el principal problema se reconoce es la inflación, las medidas de Maduro la combaten?
Al contrario. Tienden a agravar el problema inflacionario porque no corrigen sus causas estructurales y, por el contrario, agravan los factores propagadores.
Las causas estructurales tienen que ver con el colapso de un aparato productivo, base de los problemas de escasez que propicia el acaparamiento y la especulación.
Atacar la inflación significa el diseño de una política de reactivación agrícola e industrial que permita aumentar la oferta nacional, toda vez que el país ya no cuenta con el mismo ingreso en petrodivisas para importar.
En los anuncios no aparecen incentivos fiscales, cambiarios, monetarios, de precios, de suministro de materias primas, de compras gubernamentales para reactivar la producción nacional.
– ¿Cuáles son los elementos propagadores?
Allí el Gobierno los que hizo fue agravarlos. Tiene que ver con el déficit fiscal que se ha venido financiando con emisiones de dinero sin respaldo, inflacionario, por parte del Banco Central de Venezuela. El Gobierno aumentó el salario mínimo y el cestaticket. Ese aumento se traduce en aumento de la demanda de dinero. Esa enorme masa de dinero que el BCV va a imprimir para dársela al Gobierno se va a trasladar a un mercado a buscar unos productos que ni la agricultura ni la industria lo están produciendo. Mucha plata detrás de pocos bienes agrava y atiza la inflación. Esas medidas, que son bien recibidas por los sectores más humildes y empobrecidos porque compensan su precario ingreso, terminan siendo pura ilusión monetaria.
Nominalmente ganan 325 mil bolívares, pero en términos reales eso alcanzará para comprar menos bienes. Es una burla.
Sería preferible que el Gobierno no suba más el sueldo pero que pare la inflación. Eso también brilló por su ausencia.
– El Gobierno habla de inflación «inducida».
El Gobierno ataca las consecuencias, los efectos, pero no termina de diseñar una eficaz estrategia inflacionaria para el poder de compra, el poder adquisitivo de los salarios reales. Esa estrategia tiene dos componentes: una política de reactivación agrícola e industrial para aumentar la producción, y la erradicación del financiamiento al déficit fiscal con dinero inflacionario.
– El Gobierno también anunció una canasta de monedas y acabar con el Dicon en dólares. ¿Qué valoración le das?
Es una manifestación de inocua creatividad e innovación. La divisa universalmente aceptada es el dólar. La acepta cualquier país del mundo. Al Venezuela recibir rupias o yenes, solo podría comprar productos, alimentos, medicinas, etc, a aquellos países que acepten esa moneda como medio de pago. Y son muy pocos. Terminaríamos condenados a comprarle a India o a China productos que pueden ser de menor calidad y mucho más caros que lo que se pudiera conseguir en otros países. En el fondo, no es la solución del problema. Eso se junta a la otra ley que se anunció vía ANC para permitir la creación de casas de cambio en todo el país.
El asunto es que al final puedes hacerlo y si no hay divisas para vender, terminarán como unos cascarones vacíos. Faltó en los anuncios unas medidas concretas para incentivar nuevas fuentes de divisas, por la vía de la inversión extranjera y repatriación de capitales, fundamentalmente.
– Maduro reiteró el mensaje de acabar con DolarToday. ¿La cesta de monedas puede bajar o detener el alza del dólar paralelo?
El dólar paralelo, como cualquier otro mercado negro, es una consecuencia del control. Todo lo que no se pueda conseguir en los canales formales, inevitablemente se revende a precio mayor en mercados paralelos. La posibilidad real de erradicar el mercado cambiario especulativo, que DolarToday no tenga sentido, pasa por unificar el régimen de cambio múltiple y esa enorme brecha entre el dólar Dipro, Dicom y paralelo que es el principal incentivo a la especula
ción cambiaria. Una vez que se supere la incertidumbre sobre la tasa de cambio, allí estimularías la inversión extranjera, la repatriación de capitales desde el sistema internacional y activarías dos nuevos grifos de divisas que complementarían el menguado ingreso petrolero y, por esa vía, resolver el problema cambiario. Se crearían las condiciones para eliminar el control de cambio. El Dicom fracasa porque el Gobierno impuso de manera unilateral un precio muy bajo para la divisa.
El Gobierno debió apostar a un tipo de cambio alto que estimule la venta y no la compra especulativa para que vaya bajando el precio del dólar. Hicieron lo contrario.
– Se anunció control de precios de 50 productos y más fiscalización de esa decisión. ¿Desaparecerán los productos regulados, se encarecerán?
Se insiste en una vía que ya ha sido transitada y ha dejado una historia de fracasos, empresas y comercios cerrados porque el precio de venta se congela y los costos crecen que igualan y superan el precio congelado hasta comenzar a generar pérdidas. Nadie produce para perder. Eso desestimula la producción y brotan los problemas de escasez, acaparamiento y especulación. Luego los productos dan unos brincos enormes para hacer ajustes astronómicos y cubrir el diferencial de precios. A eso se le suma que muchos rubros de esos 50 están bajo la Ley de Abastecimiento Soberano que obliga a las empresas a vender el 50% de la producción a precios ridículos, creando las condiciones para que desaparezca el producto. Es la obstinación, el empeño de insistir en un modelo totalmente fracasado.
– Cuando se habla de modelo se piensa en la izquierda, en el socialismo del siglo XXI, en el chavismo. ¿Se puede recuperar la economía desde la izquierda?
Ya no podemos hablar de que esto es un modelo económico. Esa es una respuesta desde la ideología deformante a una visión deformadora. Venezuela sufre es de un modelo de expoliación, donde las desviaciones y errores e política económica incubados en el país hace más de 10 años degeneraron en incentivos perversos que se convirtieron en caldo de cultivo perfecto para reproducir mafias. No es un modelo económico ni se le puede atribuir a una visión de izquierda o socialista. La izquierda tiende a favorecer a los sectores más desfavorecidos, que aquí han sido los más perjudicados.
– ¿Son errores económicos o son intenciones de empobrecer para controlar al país?
El empobrecimiento generalizado de la sociedad venezolana ha permitido a una nomenklatura que ha secuestrado el poder para su propio beneficio, hacer del hambre y de las necesidades de la población la principal plataforma para imponer su modelo de dominación. Cuando se condiciona la entrega de las bolsas CLAP, o el descuento en compras a quienes tengan carnet de la patria. Prácticas para que solamente los leales a la nomenklatura del poder sean beneficiados por dádivas y prebendas que esta otorga. Así se premia a los leales, se compra a los indecisos y se castiga a los adversarios.
– Usted formó parte del gabinete económico, y conoció a algunos de los que continúan allí. ¿Hay alguien que pueda tener intenciones sinceras de solventar los problemas?
Sí los hay y los hubo, pero han sido desplazadas por la irracionalidad esas voces sensatas que tenían una comprensión clara y hacían propuestas viables, porque afectaban a los poderosos grupos de interés.
Esas voces proponían correctivos, que son ya de sentido común y de consenso entre todas las corrientes económicas, terminaron execrados y sacados de los cargos que tenían y los espacios de poder, o les pusieron techos de vidrio y fueron chantajeados. Esas personas ya no figuran.
Deja un comentario