«Nadie le quiere prestar dinero a un país que no puede saldar deudas»
Autor: Esperanza Márquez
Juan Andrés Mejía Szilard es ingeniero de Producción de la USB, tiene una maestría en el IESA y una en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard. Fundador y Miembro de la Dirección Nacional de Voluntad Popular. Diputado a la Asamblea Nacional.
-Juan Andrés, ¿Cómo fue la jornada de validación de Voluntad Popular?
-Llena de obstáculos de distinta índole, el número de máquinas fue insuficiente aunque lo habíamos dicho y reiterado en varias ocasiones; ciudades como Barquisimeto uno de los pocos Estados en donde no pudimos llegar a la meta, Lara, contamos con menos máquinas que el fin de semana anterior y eso hizo que, sobre todo, las capitales colapsaran. Adicionalmente, los problemas críticos de la improvisación, desorganización, se fue la luz en muchos puntos, la lluvia afectó porque no habían toldos y, puntualmente, el caso de Caracas donde hubo hechos de violencia, pero que fueron atendidos y la gente siguió participando. En ese contexto político, pero igualmente social complejo: el hambre, la escasez, la falta de medicinas, la inseguridad todo eso afecta. En la Candelaria hubo gente que nos dijo que las habían amenazado que iban a perder la pensión, pero igualmente se quedaban en sus colas.
-¿Estados tradicionalmente oficialistas validaron a PJ?
-Los primeros Estados que se lograron validad fueron Estados tradicionalmente oficialistas: Barinas, Guárico, Yaracuy, Cojedes, Sucre y así nuestros números nos indicaban que habíamos logrado 23 Estados y el único que no logramos fue Lara por lo de las máquinas. En el caso de Bolívar había pocas máquinas en el eje poblado y no es un secreto que en lugares lejanos como La Gran Sabana no hay muchos pobladores. En Bolívar estábamos justo por encima del margen y el CNE dice que no lo logramos y para nosotros fue una sorpresa porque pensábamos que lo habíamos logrado en Amazonas y el CNE dice que nos faltaron 9 firmas para llegar a la meta.
-¿Pueden ustedes demostrarle al CNE que sí llegaron a la meta en esos estados?
-Estamos terminando de recopilar toda la data porque parte de las denuncias que hicimos previamente es que el proceso no ofrece garantías, no hubo auditoría, la máquina no emitía un comprobante. Por eso dispusimos un proceso paralelo donde después de la persona validar firmaba una planilla y ese es nuestro comprobante de que la gente validó, una planilla con todos los parámetros legales de cualquier recolección de firmas de cualquier proceso. Eso nos va dar a conocer con detalles si es que en efecto nos faltaron 9 en Amazonas o si tenemos más de las que nos piden y en función de eso alzaremos nuestra voz de protesta. Porque para nosotros aquí no se trataba de cumplir con una meta o con requisito del CNE, todo el mundo sabe que debíamos alcanzar el 0,5% en al menos 12 Estados, pero nuestro punto no era ese sino vencer los obstáculos y mostrar que había gente dispuesta a seguir luchando independientemente de los riesgos que eso implicase y eso se logró, más de 150.000 personas validaron. Eso demuestra que realmente la gente asumió esto con gallardía y con firmeza y gracias a Dios nosotros hoy nos sentimos con más apoyo, pero con más compromiso para seguir haciendo nuestro trabajo por Venezuela.
-Voluntad Popular validó su partido ¿Ahora qué viene?
-Parte de lo que quedó demostrado en esta jornada es que el venezolano sigue viendo al voto, a los procesos electorales como una forma muy eficiente y muy poderosa para demostrar su descontento, el gobierno debe saber esto y por eso limita el derecho a elegir que tenemos los venezolanos y parte del debate que hemos tenido en el partido en estos últimos días es cómo utilizar, cómo recuperar, reconquistar ese derecho que tenemos a elegir que ha sido secuestrado por el gobierno desde el momento que no convocaron las regionales y nos quitaron el RR de forma arbitraria. En ese sentido estamos plateando la unidad, ya lo veníamos haciendo, pero ahora con más fuerza: la necesidad de ir a un proceso de selección interna de candidatos dentro de la Unidad Democrática, entendiendo que no han sido convocadas las elecciones, pero sobre todo porque creemos que es mucho más factible y más poderoso exigir elecciones habiendo sido seleccionados los candidatos a alcaldes, 23 candidatos a gobernadores y, por supuesto, candidato a presidente de la Unidad porque creemos que es fundamental en este momento. VP está ya adelantando la logística y el marco reglamentario de elegir nuestros candidatos como partido que puedan ser presentados ante la alianza unitaria y de esa manera que el pueblo decida quién quiere que los represente.
-Hay una crítica de la ciudadanía de que los partidos de la oposición sólo piensan en elegirse candidatos ¿Cómo revertir esa opinión?
-Es una crítica válida y hasta lógica, pero también la gente conoce los problemas que estamos viviendo, sabe quién es el culpable y sabe que para poder sustituir o cambiar a esos responsables hace falta votar y esa es la herramienta. Si no estás de acuerdo en que haya precios regulados, con que la policía se siga manejando de la forma que lo hace, que la FFAA se sigan utilizando para eventos políticos, con que el gobierno no acepte la ayuda humanitaria que nos ofrecen otros países, entonces en ese escenario con tu voto puedes exigir que las cosas cambien. Por tanto yo creo que hay un reto de que los candidatos no se desvinculen, no pierdan la noción del momento en el que estamos, un momento muy complicado, pero pienso que esto puede ser una oportunidad para que los políticos salgamos nuevamente a la calle, nos reencontremos con la gente y la gente va a votar por quien se identifique más con sus problemas de día a día.
-¿Qué opinas de las últimas declaraciones tan fuertes de Almagro?
-Desde VP estamos de acuerdo con los esfuerzos, las presiones y las medidas que se puedan tomar desde la comunidad internacional para restablecer la democracia en nuestro país y hacer respetar los acuerdos internacionales que se han firmado, con esto no estamos diciendo que nosotros auspiciemos ni convalidemos ni apoyemos una intervención exterior, pero sí que se alce la voz de protesta, que se sancione a los corruptos. Ojalá que el resto de los partidos de la Unidad Democrática nos acompañen y acompañen a la comunidad internacional que alza su voz por lo que aquí ocurre. Pero nosotros no podemos pedirle que solucione los problemas que tenemos que solucionar nosotros y tampoco le podemos pedir a la comunidad internacional que sea más radical que nosotros. Es decir, si aquí la oposición insiste en un diálogo con el gobierno la comunidad internacional va a reaccionar a eso y va querer apostar a ese diálogo. Yo creo que el diálogo fracasó y los esfuerzos que se están haciendo desde la OEA son importantes para volver a retomar la presión que se dio el año pasado.
-¿Cuáles serían las consecuencias de que Venezuela sea expulsada de la OEA?
-No estamos apostando a eso, hay muy pocos países en el mundo que están fuera de las organizaciones regionales de DDHH, Cuba y Corea del Norte. Venezuela estaría aislándose aun más y eso traería efectos económicos. El gran problema que tiene el Gobierno es que como ya todo el mundo sabe que aquí no hay democracia no quiere lidiar con una dictadura. Nadie le quiere prestar dinero a un país que no puede constitucionalmente hablando comprometerse a saldar esas deudas, si no hay un consenso interno, que sería la Asamblea Nacional, de compromisos económicos con aquellos países que nos puedan prestar en este momento, ningún país nos va a prestar porque si aquí el gobierno cae en 1 año o en 6 meses quién les paga. Aislarse de la comunidad internacional tiene efectos que hoy ya estamos padeciendo.
-¿Ya se convencieron de que estamos viviendo una dictadura?
-Yo estoy convencido, es muy difícil negarlo cuando se ve que en este momento se nos quitó el derecho a elegir, a eso le sumamos la violación de los derechos políticos, la cantidad de venezolanos perseguidos o presos, la libertad de expresión cercenada, las minorías pisoteadas, que no existe separación de poderes, que no existe estado de derecho, cuando el CNE dice que la convocatoria a unas elecciones depende de unos acuerdos de la mesa de diálogo, te vas dando cuenta y ante esa realidad es muy difícil negar que en Venezuela hay una dictadura.
-¿Cómo está Leopoldo López?
-Lo que sabemos de Leopoldo lo sabemos a través de terceros. Estuvo aislado hace una semana por 15 días sin justificación, violando sus derechos porque el aislamiento, incluso de tus abogados, es violatorio de los DDHH. Lo que sabemos a través de sus familiares es que está fuerte, comprometido, sus mensajes a través de la ventana de Ramo Verde son de fuerza, de compromiso no son mensajes de ayuda, de auxilio, son de empuje a los venezolanos a que no nos rindamos. Cuando lo encarcelaron en el 2014 pensaron que iban a acallar su clamor y el de VP y este fin de semana pasado el clamor de Leopoldo y de VP más bien se incrementó y ahora hay ciento de miles de personas que repiten lo que dijo Leopoldo López hace dos años. El gobierno debería entender que no va a poder acabar con esta organización política.
-El país y el futuro
-Yo soy optimista obviamente no con este gobierno, pero sí con lo que viene en los próximos años para nuestro país. Todos los países del mundo pasan por ciclos, más cortos o más largos. Europa tuvo muchas dificultades en la primera mitad del siglo XX y ahora, con sus dificultades, están bien encaminados. Latinoamérica tuvo plagada de dictaduras militares, populismo y lo importante es que esos errores se internalicen para no volverlos a cometer. Yo estoy seguro que estos 18 años tan difíciles nos van a servir a los venezolanos para mejorar como sociedad, para no volver a aplaudir a alguien que venga a ofrecernos un camino fácil, a prometer repartir las riquezas en vez de producirlas, para no aplaudir a alguien que simplemente busque el enfrentamiento entre nosotros, sino de aprender de nuestras diferencias para mejorar. Yo creo que de aquí podemos salir fortalecidos, pero la gran duda es cuánto más vamos a tener que sufrir para que ese camino comience a andar, pero no tengo dudas que la dirigencia opositora se ha venido renovando con mayor fuerza en Latinoamérica, pocos parlamentos en el mundo tienen tantos diputados tan jóvenes como los tiene hoy Venezuela y eso habla de que hay muchos jóvenes dispuestos a luchar. Vamos a salir más unidos por la necesidad de un cambio y nos corresponde a cada venezolano asumir nuestra cuota de responsabilidad. Si entendemos esto como un reto colectivo y no un reto mesiánico o individual vamos a poder hacer grandes cosas en los próximos años.
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