«La MUD cometió el error histórico de haber ido al diálogo sin condiciones»
Autor: Eperanza Márquez
Tamara Adrián es doctora en Derecho, profesora universitaria, activista de derechos de la diversidad sexual LGBTI, Tamara Adrián, se graduó Suma Cum laude en Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Hizo un doctorado en Derecho Mercantil en la Universidad París II y es la primera transgénero diputado suplente en la Asamblea Nacional
-¿Cuál fue su objetivo para llegar a la Asamblea Nacional?
– En el año 2009 cuando Leopoldo López está constituyendo Voluntad popular, me reuní con él a los fines de conseguir la ayuda del partido que todavía no era partido, para apoyo en al AN para aprobar una ley de igualdad de derechos. Nos reunimos y me dijo que en su partido yo tenía las puertas abiertas para promover la igualdad, hasta el punto que en el manifiesto fundacional del partido se incluyó la lucha por derechos iguales para la población LGBTI. Luego me dice que yo que tengo tantos años hablando del tema de la igualdad cada vez que hago lobby con políticos tengo que convencerlo de hacer algo a favor de la comunidad LGBTI y que por qué yo no me convertía en ese político y en la cadena de trasmisión entre las necesidades de esos grupos y las instancias de poder y es así como me meto en el tema político directamente con todo el apoyo del partido. A partir de ese momento empiezo a obtener todo el apoyo del partido para la constitución del movimiento llamado Pro inclusión y cuando en el 2015 se plantea la oportunidad de formar parte de los candidatos de VP por parte de la Mesa de la Unidad yo digo que sí.
-Se dice por ahí que Tamara Adrián necesita de VP para poder figurar.
– Yo soy presidenta mundial del Día contra la homofobia, la transfobia y la disfobia, una organización francesa; yo soy presidenta de GATE (Acción Global para la Igualdad Trans) una asociación con sede en Nueva York; copresidenta mujer de GLISA organizadora de los Gay and Lesbian International Sport Association, en Miami 2017, asociación con sede en Toronto, Canadá; miembro de la junta directiva de la Asociación Mundial de profesionales del tratamiento de salud para personas trans; miembro del Comité Científico de la cátedra de sexualidad y derechos humanos de la UNESCO; soy miembro del comité científico de sexualidad de la Organización Mundial de Sexología y así sucesivamente. Quien dice que necesito de VP para figurar es un estúpido.
-¿De dónde salen esos twitter terribles que le envían, generalmente son de hombres?
– Los fanáticos religiosos en Venezuela se envalentonaron con el tema de Chávez. La población evangélica en Venezuela representa no más que el 8 o 10% y llegaron a representar una opción de poder cuando se fueron con el pota aviones de Chávez y a diferencia de otros países donde han tenido que bregarse su participación política con partidos llegaron a tener una participación en la Asamblea del 2005 al 2010 equivalente casi al 38 o 40% de los diputados, eso bajó en la Asamblea del 2010 al 2015 de un 7 al 10%. Esta sobre representación también se dio en el estamento militar, en el TSJ y en el CNE. Entonces la presencia evangélica se envalentonó en Venezuela y perdió la perspectiva. El artículo 59 de la Constitución reza: “El Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres y al orden público… Nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley ni para impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos”. Ese es el límite de la religión, pero perdieron ese límite y vemos la manifestación de un odio social que se llama homofobia y la transfobia, son de la misma naturaleza que el racismo, el sexismo, la misoginia, de xenofobia y otros odios sociales que han proliferado tanto debido a la forma del ejercicio del poder en Venezuela. Nadie nace racista, ni misógino, xenofóbico o transfóbico eso se aprende y siempre digo que el uso de las religiones como instrumento de odio es consecuencia de los odios antecedentes, es decir, que a lo largo de la historia se han manipulado las religiones para decir, por ejemplo, que las mujeres no deberían tener derechos porque nacieron de una costilla, que los esclavos no deberían ser liberados porque la Biblia habla de la esclavitud, etc., y en consecuencia puedes usar los instrumentos religiosos para agredir a otros y para negarle sus derechos. Lo característico del pensamiento del siglo XXI globalizado ha sido entender que los DDHH son antecedentes a las religiones y no pueden estar supeditados a ellas. Y sobre esa base cuando empiezan esos mensajes de odio los dejo fluir a los fines de poderlos denunciar.
-¿Cree en Dios?
-Sí, pero Dios no puede ser un instrumento de odio ni puede ser un ser hecho a imagen y semejanza de todas las bajezas humanas: vengativo, misógino, y que se comporte como los peores seres humanos.
-¿Se sientes que vives en pecado?
– No. Superar la herencia judío cristiana del pecado y la culpa creo que es el primer deber de todo católico o creyente porque la culpa y el pecado tal como está estructurado impide la felicidad.
-¿Se considera feliz?
– Absolutamente. La felicidad es un mar de fondo frente a las olas que están arriba y ese es un sentimiento muy profundo. La felicidad y la tristeza son movimientos de fondo, la tristeza momentánea son movimientos muy superficiales y eso no te afecta.
-Leí en una entrevista que le hicieron algo que no entendí muy bien, donde dice: en este momento soy una mujer, la mujer que siempre me sentí y que me fue muy difícil aceptar que era. Yo nunca he querido ser mujer, es que sintiéndome mujer desde siempre me había negado a aceptar el costo que representaba la aceptación de mi condición.
– Eso creo que le pasa a todas las personas trans. Hacer una transición, aceptar quién tú eres para enfrentarse al resto de la humanidad por toda tu vida no es un paso fácil. Entonces, tú sabes que eres una mujer o un hombre y negarse es lo más fácil, no hacerlo es lo más fácil, pero el costo es la infelicidad e inclusive el suicidio.
-Usted dice que desde muy pequeño se dio cuenta de que era mujer. ¿Cómo un niño tan pequeño se da cuenta de eso? ¿Cuándo te diste cuenta tú que eras niña?
– La identidad de género se descubre entre los 2 y 3 años y a esa edad yo lo sabía, pero no lo sabía verbalizar. Hoy en día te encuentras familias que dejan a sus hijos explorar su identidad de género, quitándole el tema del pecado, de la acusación al otro. En este momento en Venezuela hay unos 10 niños y niñas trans que están haciendo la transición con grupos médicos.
-¿Cómo después de haber hecho la transición de hombre a mujer ahora estás casada con una mujer?
– Porque una cosa es la identidad de género que es quién tú eres y otra cosa la orientación sexual que es quién te gusta. Una mujer lesbiana tiene una orientación sexual lésbica, una bisexual tiene una orientación hacia ambos sexos; un hombre gay tiene una orientación hacia su mismo sexo, pero la identidad es otra cosa, un hombre gay es un hombre, una mujer lesbiana es una mujer. Pero las personas trans pueden ser lesbianas, gay o bisexuales en la misma proporción que el resto.
-¿La operación de los genitales es indispensable para ser considerado transgénero?.
– Hasta los años 2004 el estándar de reconocimiento de las personas trans pasaba por operaciones genitales porque existían dos categorías de personas: las transexuales y las transgénero. Muchas veces las personas transgénero o no podían o no querían o no estaban dispuestas, no tenían dinero y no se les facilitaba la operación. Entonces, desde finales de los años 70 hasta el 2004 se reconocía la identidad de las personas trans únicamente con operaciones genitales quedando desprovistas del reconocimiento de la identidad a las personas llamadas travesti o transgénero. A partir del 2004 comienza a reconocerse la identidad transgénero sin necesidad de operaciones genitales legalmente y es ahora el estándar de la región completa. Hablar de operaciones no tiene ningún interés porque puede haberlas o no.
-Tamara, la película inspirada en usted, fue dirigida por Elia K. Schneider bajo la producción de José Ramón Novoa y protagonizada por Luis Fernández. Se colocó como la película venezolana más taquillera del año 2016. ¿La representa?
– Es una ficción y otra forma de acción o de activismo. En el 2010 se me acercó Schneider con el proyecto y nos sentamos a pensar y al comienzo era una especie de biopic, algo muy fastidioso, y ella pensó que había que convertirlo en una ficción en lo que estuve de acuerdo, hasta se discutió si se seguía llamando Tamara, la llamamos así como un ejercicio más de activismo, pero hay un 60% de ficción y un 40% de mi vida. Estuvo en cartelera 18 semanas, la película venezolana más taquillera del 2016 y es motivo de complacencia.
-¿Es verdad que la prohibieron en las universidades católicas, por qué?
– Ahí hay un tema distinto, Monseñor Urosa Sabino es miembro del ala radical de la Iglesia Católica, me atacó personalmente junto con grupos del ala radical de un grupo fundamentalista que tiene sede en Perú y una página Web que se llama Aci Prensa, me atacó como abortista, que los católicos no votaran por mí y mi lista fue más votada que los nominales. Urosa Sabino pidió a las universidades católicas que no se hiciera apología de los derechos sexuales en la universidad y mucho menos del tema del LGBTI y que cualquier cosa que se presentara tenía que hacerse un foro donde estuviera un cura.
-Desde su visión de político ¿cómo ve al país en estos momentos?
– Pienso que la MUD cometió el error histórico de haber ido al diálogo sin condiciones y lo advertimos en VP. Había 4 condiciones para el diálogo: elecciones, presos políticos, CNE, TSJ. Parte de la MUD decidió ir al diálogo porque estaba el Vaticano, etc., y se debía a enfriar la calle. Nosotros éramos de la opinión de que había que continuar la recolección de las firmas en las calles, por nuestra cuenta llamando testigos internacionales, pero se acató la decisión mayoritaria porque creemos en la unidad.
-¿Tuvo consecuencias en la sociedad esa decisión de la MUD?
-Las estamos pagando en ese momento y Venezuela está pasando por el proceso psicológico del duelo ¿Por qué? Porque aquellos que creían que esto no era una dictadura, una tiranía, el venezolano tomó conciencia que este era un gobierno no democrático, pero al mismo tiempo por el error de la MUD de haber ido al diálogo sin condiciones también perdió la confianza en que la oposición tenía la capacidad de enfrentar al régimen, la gente se desmotivó, entonces tenemos un doble duelo uno por la democracia y uno por la oposición. El gran reto que tiene la MUD en este momento, la MUD reformulada, es sacar a los venezolanos del duelo y pasarlos a la fase de acción positiva desde el punto de vista de la psicología social.
-¿La MUD podrá lograrlo?
– Tiene que lograrlo. Vamos hacia un sistema de partido único y ahí una coalición electoral no tiene sentido porque ya no estamos hablando de elecciones. Debemos estar consientes de que muy probablemente lo que tenemos que tener es una coalición de resistencia.
-¿Está el régimen en su agonía?
– Este régimen termina por una posible implosión, no hay nada que funcione salvo la represión, hay un estado anárquico típico de las tiranías, además de una amorfía social que se produjo por estos 17 años de impunidad. El momento histórico es sumamente complicado, pero yo veo que este régimen no da más y lo que necesita es un empujoncito que es presencia en la calle, superar el duelo y una oposición caliente y dispuesta y partidos políticos fuertes y aguerridos para enfrentarnos a la dictadura, a esta tiranía con pretensión totalitaria y VP es el partido que ha sido más coherente para delimitar la naturaleza del régimen y para en la MUD mantener esa postura siempre.
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