A 243 años de su fundación: El Consejo un pueblo histórico, por Rafael A. Sanabria M.
La reseña histórica nos habla de la sabana de Guaracarima, antigua denominación que tenían las tierras de El Consejo. En este lapso histórico se presentan muchos hechos bélicos en tierras consejeñas. Ya en 1562 el capitán Luis de Narváez atraviesa la sabana de Guaracarima, toma el Valle del Cáncer siguiendo las orillas del río Tuy. En el momento que bandeaban el río y comenzaban a subir la loma, fueron atacados por múltiples indios, que al mando del cacique Terepaima le cerraban el paso. Al frente estaban los indios aragüeños: “Meregotos (que de las sabanas de Guaracarima y orillas del río Aragua, donde tenían su habitación, habían subido a las serranías, llamados por los Árbacos, para cooperar en su defensa). De allí que, al Valle de Cáncer, por mostrar resistencia a los expedicionarios en sus rutas para fundar Caracas, le den a esta pequeña geografía el nombre de Valle del Miedo.
Se dice que en todo el territorio –ese que hoy ocupa la geografía de El Consejo– se encontraban para los años de 1700, distintas familias de abolengo que procedían de Caracas. Entre ellos la del Conde de Tovar y la de Lorenzo Fernández.
El deseo de dar a los esclavos el auxilio cristiano, llevó a los diferentes hacendados a reunirse en asamblea para proponer la creación de una nueva parroquia, porque la más cercana era la de la Villa de La Victoria y aun era distante para el traslado de la feligresía esclava. De aquella reunión surge el nombre de Martín de Tovar y Blanco, rico hacendado caraqueño de 45 años, para que fuese el encargado de diligenciar la fundación del pueblo. Éste dirigió el 11 de septiembre de 1772 una carta al Obispo de Venezuela, Monseñor Mariano Martí, solicitando la creación de una nueva parroquia y la fábrica de una iglesia en las riveras del rio Tuy que bien podía ser El Mamón o La Sabaneta. Junto con el Conde de Tovar firmaron la carta Juan Palacios y Sojo, Juan Antonio Peinado y Francisco Landaeta.
Comenzó un procedimiento que duró 5 años y durante el cual declararon testigos (entre ellos Juan Vicente Bolívar, futuro padre del Libertador), para justificar la conveniencia de la fundación solicitada.
Por carta del 2 de septiembre de 1774 pide el Conde de Tovar que la patrona sea Nuestra Señora del Buen Consejo, devoción de su hija María Josefa del Buen Consejo, quien era monja y devota de la advocación.
Tanto el obispo como el gobernador de la provincia Don José Carlos de Agüero comisionaron al cura de Turmero Francisco Javier Siso para que inspeccionara la zona, reuniera a los vecinos, escogiera el sitio y fijase los linderos del pueblo.
Lea también: Somos Maracaibo, por Douglas Zabala
El 16 de enero 1776 se elige el sitio de El Mamón, hacienda propiedad de Don Pedro Mijares de Solórzano y Ascanio de Tovar (de los marqueses de Mijares) y se fijan los siguientes linderos: norte: la serranía que da al mar; sur: la serranía de Guaraima excepto Guacamaya; naciente: el río Tuy desde La Mostaza hasta La Quebrada de Chacao y poniente: la hacienda Tiquire.
Se dijo que el templo tendría 40 varas de largo, 10 de ancho, alto correspondiente de obra limpia y que fuese fuerte. Se designan peritos para hacer el presupuesto, al maestro de albañilería Agustín García Casares, el carpintero Bartolomé Barba, el platero Domingo Girón y la costurera Leonor de Calanches. La iglesia costaría 5240 pesos a repartirse entre el número de esclavos que eran 714 cada uno de los maravedíes.
El 24 de enero de 1777 el Obispo Mariano Martín erigió Curato Rural bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Consejo, concediendo a sus moradores el servicio espiritual. Así nació El Consejo.
El 28 de junio de 1781 el Obispo Martí visitó al pueblo que tenía 4 años de fundado, realizó censos, inventarios y el ritual religioso, con ello deja constancia de la instalación de la nueva parroquia.
El Consejo es la tierra del prócer civil José Rafael Revenga y del prócer de la guerra federal: José de Jesús González El Agachado, los restos de ambos reposan en el Panteón Nacional. Del poeta Pedro Rafael Buznego Martínez, Don Roberto Torres, los maestros: Juana del Socorro Acosta de Sánchez, Ana Teresa Acosta, Don Marcos Tovar Díaz, José Julián Navarro, del intelectual Don Fernando Borges Medina, Balbina Rojas de Runque, Petra Martínez de Ramos, Emilia María Aparicio de Carrasquel (madre de Alejandro “Patón” Carrasquel, primer venezolano en las grandes ligas), entre otros.
El Consejo fue escenario de la batalla del 20 de mayo de 1821, que permitió el logro de la independencia en el Campo de Carabobo.
El Consejo tiene una historia que contar a sus moradores y visitantes, en la que los valores culturales y religiosos han sido cultivados con mucho arraigo para ofrecer su cosecha a las nuevas generaciones. La historia que ésta tiene está representada en las casas, calles, iglesias, plazas, y sobre todo… en su gente.
El Consejo tierra de gracia.