A falta de autoridades ciudadanos rescatan a un perro atrapado en muro de contención de Mamera

Ni los bomberos ni Misión Nevado atendieron la emergencia en Mamera por lo que vecinos de la zona se las ingeniaron para socorrer al animal
El pasado 29 de septiembre un grupo de vecinos de Mamera (parroquia Antímano del municipio Libertador de Caracas) se las ingeniaron para rescatar a un perro atrapado en muro de contención a la altura del sector La Grama.
«Pasé como a la 1:10pm por ahí y vi que estaba un grupo de personas tratando de bajar algo de arriba. Primero pensé que era un chivo, pero después detallé que era un perro. Las personas que estaban tratando de bajar al animal me contaron que estaba allí desde ayer, que habían llamado a las autoridades, pero no había ido nadie a rescatar al perro. Luego, yo llamé al 911, ellos me pusieron en contacto con los Bomberos de Caracas, hablé con ellos, quedaron en devolverme la llamada, pero no lo hicieron. También llamé a Misión Nevado y me respondieron que no tenía unidades disponibles para cubrir ese tipo de eventos», cuenta Dayani Gallardo, residente de Mamera.
Ante la falta de respuesta de las autoridades, los ciudadanos pararon a un camión con cava para montarse en el techo y ver si se les hacía más sencillo el rescate. Mientras Douglas Benitez –nombre del hombre en el techo del camión, narra Gallardo– lanzaba una cuerda para enlazar al animal, otro grupo estaba abajo, haciendo de colchón para atrapar al can cuando cayera. «Así fue como lograron bajarlo», explica.
Gallardo también especula que el animal llegó allí por accidente: «En esa zona, la grama, lanzan basura, a lo mejor el perro estaba buscando comida, resbaló y cayó. Personas de ese sector dicen que el perro estaba más arriba, pero con el transcurso de las horas fue bajando», rememora.
La legislación venezolana también ampara a los animales a través de la Ley para la protección de la fauna doméstica libre y en cautiverio. La fauna doméstica es competencia de la autoridad municipal; es decir, de las alcaldías –en este caso, la de Libertador– a través de unidades de gestión. Las alcaldías deben contar con un centro de rescate, recuperación y atención de fauna doméstica, con personal calificado.
Tras la experiencia, Gallardo pide a las autoridades que «atiendan los llamados. Si uno está llamando a una línea de emergencia es porque está atravesando una, así la víctima sea un perro; los animales son seres vivos. Deberían responder a los llamados porque hoy fue un perro, pero mañana puede ser una persona».