A Ilich, con todo el cariño que se merece, por Omar Pineda
Ilich Otero, quien se desempeñó como fotorreportero en TalCual, falleció este sábado 22 de octubre en Caracas
Sabíamos que padecía desde hacía unos años de dermatomiositis, una terrible enfermedad que le arrebata, a quien lo señala, hasta las ganas de vivir. Pero Ilich Otero, el carismático periodista, reportero gráfico, profesor universitario, scouter y masón no era de los que se rendían fácilmente, y con el mismo entusiasmo que ponía para cubrir sus pautas como reportero gráfico en TalCual o en sus actividades universitarias o en la de mando en la organización de los Boys Scouts, se enfrentó a este destino.
Entusiasta, generoso, solidario, Ilich fue un trabajador todoterreno que ingresó a TalCual como conductor y terminó como un reportero gráfico que parecía moverse con el impulso de un misil para captar en imágenes las situaciones más difíciles de las protestas estudiantiles y la represión de los militares de este gobierno.
Por eso su fallecimiento ocurrido la noche del sábado en Caracas nos golpea con furia por el respeto y el cariño que le tuvimos en la redacción de TalCual e imagino que del mismo modo le profesaron sus alumnos y sus compañeros que compartieron con él diversas actividades, en las cuales se destacó por su honestidad y sencillez, dos virtudes con las que ahora le recordamos. Se nos va Ilich pero quedan sus días y noches de fotoperiodismo, su osadía para cubrir la pauta de una manifestación acallada por las balas. Queda también el abrazo solidario para su compañera Yesenia Soto, quien no lo abandonó desde el primer día de su enfermedad; a su madre Danisa Soldo a sus hermanos Leopoldo y María Teresa y Angel; y en especial a sus hijos Andrés y Sofía Otero.
Alguien dijo que la muerte no nos roba los seres queridos. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. En el caso de Ilich Otero, con todo el cariño y respeto que siempre le tuvimos.