¡A las calles!, por Naky Soto

Twitter: @Naky
El presidente encargado, Juan Guaidó, se dirigió a los venezolanos en calidad de “legítimo comandante de las Fuerzas Armadas” a través de un video que difundió en sus redes sociales para ratificar su llamado a manifestar este 1° de mayo: “Hoy dimos inicio a la etapa final de la Operación Libertad y mañana seguiremos con más ánimo que nunca”, dijo Guaidó en el mensaje. Guaidó aseguró que Nicolás “no tiene el respaldo ni el respeto de la FFAA, mucho menos del pueblo de Venezuela: porque no protege a nadie, porque no ofrece resultados, porque no ofrece soluciones” y calificó este martes como un día histórico para el país, explicando además que en Venezuela no hay posibilidad de un golpe de Estado (a menos que quieran apresarlo) y que tenemos la posibilidad de una rebelión pacífica en contra de “un tirano que se encierra en 4 paredes por miedo a darle la cara a nuestra gente». Reiteró que las calles son nuestro territorio y que nos vemos mañana miércoles allí.
Disonancias
Luego de que se difundiera el mensaje de Juan Guaidó, más de 15 horas después del inicio de esta acción, se impuso en cadena de radio y televisión el video grabado de Nicolás. Vestido de azul y con una mesa que mostraba a más militares que civiles, desarrolló un relato con severas disonancias, como si no hubiese decidido cuál eje desarrollar: la afrenta a su poder o la victoria que se supone logró. Por eso calificó la acción rebelde como una escaramuza y un golpe de Estado; aseguró que lo controló todo desde el principio pero también habló de la zozobra nacional, y el objetivo de la acción lo narró como un simple show de la derecha y como una amenaza a su poder legítimo para esclavizar al país. Nicolás no le habló al pueblo que se supone le apoya (dijo que 60.000 personas llegaron a Miraflores), e intentó minimizar que la unidad en torno a él es un embuste. Juraría que no lo logró, que eso que describió como su «máxima sabiduría», es tan cierta como sus “nervios de acero”.
Los que dijo sin decir
Nicolás felicitó al alto mando militar por conducir la derrota “del pequeño grupo golpista», es decir, admitió que sí hubo un quiebre. Anunció el regreso de Gustavo González López como director del Sebin (destituido hace apenas unos meses del cargo, tras la muerte del concejal Fernando Albán), lo que puede interpretarse como una carestía de leales. También aseguró que Juan Guaidó y Leopoldo López dirigieron el golpe de Estado, pero no dijo nada sobre su permanencia en libertad. Dijo que el 80% de los militares convocados a esta acción, asistieron engañados, abriendo otra esfera de cuestionamientos a sus talentos. Nicolás habló de coroneles heridos de bala (y en terapia intensiva), pero no mencionó a los ciudadanos reprimidos, heridos y detenidos. Anunció que tres fiscales ya están haciendo las investigaciones del caso porque “no puede haber impunidad”, sin embargo, cuando narró que los militares que apoyaron a Guaidó fueron de la embajada de Colombia a la de Brasil, no explicó por qué no los detuvieron.
Represión y censura
La de hoy fue una jornada de manifestaciones marcadas con gas lacrimógeno y la acción impune de los paramilitares leales a Nicolás. La ONG Foro Penal registraba a las 8:00 pm 83 arrestos durante las manifestaciones de este martes. Provea afirmó que en el estado de Aragua murió un muchacho de 24 años identificado como Samuel Enrique Méndez. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reportó 109 heridos en las protestas de este martes. Provea afirma que desde abril de 2002 y hasta el 30 de abril de 2019, al menos 8.150 personas han sido heridas en protestas, más de 5.000 de ellas, durante la era Maduro. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa reportó 15 hechos violatorios del derecho a la información y a la libertad de expresión, por los que resultaron afectados 13 periodistas y trabajadores de la prensa, 1 emisora de radio cerrada y 2 medios internacionales fuera del aire. VE sin filtro confirmó los bloqueos de las redes sociales Twitter, Instagram, Periscope y YouTube desde Cantv, que fueron levantados alrededor de las 9:00 pm, durante la transmisión de la cadena de Nicolás. En palabras del director de Human Right Watch, José Miguel Vivanco: “Maduro limitó el acceso a redes sociales durante buena parte del día. Recién lo permitió 20 minutos antes de su dircusillo. Se trata de un vulgar dictador que quiere asegurarse de que el pueblo solo lo escuche a él”.
EEUU versus Cuba
Al término del día, ambas naciones desplegaron sus vocerías para enrostrarse sus versiones sobre lo ocurrido, en un duelo tan diplomático como comunicacional. John Bolton, asesor de seguridad EEUU, aseguró que su nación «condena el papel directo de Cuba para apuntalar el fallido régimen de Maduro en Venezuela. Continuaremos tomando medidas para cortar el ciclo de vida del régimen cubano en Venezuela y responsabilizarlo por el papel desestabilizador que desempeña en esta crisis». El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo que Bolton es un “mentiroso patológico que desinforma al presidente Trump”. Además, afirmó que no hay tropas cubanas en Venezuela, “sólo personal médico en misión humanitaria”. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, respondió en Twitter a la amenaza del presidente Donald Trump sobre sancionarlo: “Basta ya de mentiras”, asegurando que “no hay operaciones militares, ni tropas cubanas en Venezuela” y aprovechando de hacer un llamado a la comunidad internacional para detener esta “peligrosa escalada agresiva”.
¿Y contra Rusia?
El secretario de Estado, Mike Pompeo, reiteró que Rusia disuadió a Nicolás de irse para Cuba, a pesar de que la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, dijo que esa información era falsa: “Washington ha hecho todo lo que ha podido para desmoralizar a la Fuerza Armada de Venezuela y ahora dice mentiras como parte de una guerra de información”, declaró Zakharova. Pompeo insistió en que es hora de que Nicolás Maduro se vaya, y agregó que «él no tiene respuestas para el pueblo venezolano y EEUU está decidido a ayudar al pueblo de Venezuela a restaurar democracia». Al margen de esta diatriba, el canciller chileno, Roberto Ampuero, informó que Leopoldo López y su familia se trasladaron a la embajada española en Caracas porque la embajada chilena “ya tenía huéspedes”.
Cae la noche
Juan Guaidó no logró todo lo que se propuso, pero Nicolás no tuvo la capacidad de cubrir las grietas a su alrededor, ni con represión, ni con censura. La libertad de Leopoldo López es un golpe simbólico de enorme poder. Rocío San Miguel afirmó que “No hay paz en la Fuerza Armada Nacional. Hay espacios importantes para la transición. Ojalá se encuentre sin muertes”, y aunque cerramos el día sin una resolución, la Operación Libertad madrugó al chavismo gobernante, desató su ira expresada en una violencia innecesaria y desproporcionada, con otras víctimas que pedían en la calle la posibilidad de unas elecciones libres y justas, unas que permitan el cese patética versión de país. El chavismo gobernante es responsable de la hiperinflación, de la escasez, de la recesión, de la corrupción, de los servicios públicos precarios, de la caída de la producción petrolera, del retorno de enfermedades controladas y con todo eso, de la migración forzosa y masiva de venezolanos. El chavismo resume la peor versión de nuestro país. Nos sobran motivos para la rebelión pacífica, para volver a la calle, para seguir intentándolo, una vez y otra más.