A media máquina funcionan los hospitales caraqueños luego del apagón
El doctor Vietnam Bera que labora en la unidad de cuidados intensivos del J.M de los Ríos, explicó que el jueves cuando se produjo la falla en el servicio eléctrico estaba de guardia y da testimonio de que la planta eléctrica nunca funcionó
Este lunes 11 de marzo, cuatro días después de que comenzó el apagón más grande en la historia de Venezuela, los centros de salud de la ciudad capital se encuentran trabajando a media máquina, los pacientes que necesitan atención médica en otros servicios que no sea la emergencia corren el riesgo de ser devueltos a sus viviendas, inclusive si de esto dependiera su vida.
Tal es el caso de los pacientes renales, quienes necesitan estar conectados a una máquina por lo menos tres veces por semana para que su sistema funcione de manera adecuada, sin embargo, la falta de energía eléctrica y por ende de agua ha dificultado la realización de este procedimiento.
La organización defensora de los derechos de los niños del hospital infantil José Manuel de los Ríos, Prepara Familia, explicó que todos los menores de edad que reciben tratamiento en la unidad de hemodiálisis del centro hospitalario, no han podido recibir su tratamiento a plenitud desde que ocurrió el apagón.
Katiuska Salazar explicó que el día viernes 8 de marzo fecha destinada para que su hija Niruka de solo 9 años se realizara la última diálisis de la semana, la niña no pudo recibir el ameritado tratamiento, pues la planta eléctrica que habían activado solo alcanzaba a cubrir las unidades de cuidados intensivos y la emergencia.
No fue sino hasta el sábado cuando la niña recibió una sesión de diálisis, sin embargo, no fue suficiente, solo duró dos horas cuando normalmente deberían ser tres.
En el medio del caos los padres de Niurka guardaban una esperanza, que la niña pudiese recibir su tratamiento completo este lunes, pero este no fue el caso, la planta eléctrica dejó de funcionar cuando los pacientes tenían tan solo una hora recibiendo su hemodiálisis.
El doctor Vietnam Bera que labora en la unidad de cuidados intensivos del J.M de los Ríos, explicó que el jueves cuando se produjo la falla en el servicio eléctrico estaba de guardia y da testimonio de que la planta eléctrica nunca funcionó.
“Gracias a Dios solo teníamos a cuatro pacientes conectados a ventilación mecánica, dos en la terapia, puno en neonatal y uno en emergencia, no hubo mayores pacientes ventilados porque sino la situación hubieses sido mucho peor”, reiteró.
Explicó que los ventiladores mecánicos funcionaron solo el tiempo que duró la batería de cada equipo, cuando estas se consumieron se comenzó con las asistencias respiratoria de forma manual, “aproximadamente por una hora u hora y media”.
El médico de la terapia intensiva del hospital infantil relató que no fue sino hasta horas después cuando trabajadores de Corpoelec colocaron una medida para brindar apoyo a las unidades críticas.
“Nos habilitaron como 10 tomas en la terapia, aquí no ha muerto más gente por la mística de todo el personal, no solo del médico, sino del camillero, del de seguridad”.
Para este lunes solo se estaban atendiendo emergencias y los pacientes que necesitaban algún tratamiento en específicos, las consultas y citas quedan suspendidas.
En hospitales como el Miguel Pérez Carreño y la Maternidad Concepción Palacio, los pacientes corrieron con la suerte de que las plantas eléctricas funcionaron, sin embargo, estas solo están destinadas para abastecer las unidades de emergencia, lo que deja en desamparo al resto de pacientes en estos centros de salud.
Hospitales custodiados
En un recorrido realizado por el equipo de TalCual por diferentes centro de salud de la capital venezolana, se pudo observar fuerte presencia de efectivos de diversos cuerpos de seguridad.
Familiares aseguraron que esta medida busca evitar que se originen protestas por las condiciones del hospital, tal es el caso del J.M de los Ríos, donde funcionarios de la Policía de Caracas, estaban apostado evitando la presencia de la prensa.
El acceso estaba estrictamente restringido, solo familiares con sus pacientes podían ingresar y salir del lugar una vez cumplido el tratamiento, nadie podía permanecer en la acera frente al hospital, inclusive pudimos presenciar una discusión entre efectivos del cuerpo de seguridad y algunas personas que aseguraron ser parte de un comíte «social» designado por Erika Farias, quienes señalaban estaban en el lugar para evitar que se crearan «nuevas mentira» en cuanto a la condición del hospital.
El mismo caso se repetía en el Clínico Universitario, donde funcionarios vestidos de negro en su totalidad vigilaban cuidadosamente a todo el que llegara, la custodia de la puerta principal evitaba cualquier tipo de reunión en el lugar, el acceso nos fue negado.
En el Miguel Pérez Carreño, la presencia de los llamado «colectivos» buscaba impedir que los médicos y personal realizaran una protesta convocada para este 11 de marzo, la respuesta del personal fue una declaración que informó sobre el paro técnico del centro de salud.
Médicos, enfermeras y presidentes de gremios no se atreven a un a dar un balance sobre los casos de fallecidos a consecuencia de la falla eléctrica que dejó a gran parte del país a oscuras por no menos de 20 horas.
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