A mitad del año…, por Marisa Iturriza
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Mundo, mundo bloqueando
sus rostros, sus cosas, sus signos
Mundo bloqueado por esta sed de espera y de rechazo
En la ciudad que esconde su nueva realidad.
Alfredo Silva Estrada
¡Llegamos a junio! En junio de 1936 se efectuó la 1° huelga posgomecista. Hoy estamos llegando a la mitad del 2021. Mas de un año de pandemia sin vacunas anticovid-19, ni medicinas ni asistencia hospitalaria para la mayoría. Si no fuera porque la epidemia esa es universal, internacional, planetaria, cualquiera pensaría que confinación+tapaboca es solo otra imposición más ¡Y que para protegernos! Y no que –entre otros motivos– la inmovilidad territorial se deba a la falta de gasolina y de diésel para el transporte, en el país que, para satisfacer la afición nacional por los superlativos, no solo tiene el salto de agua más alto si no las mayores reservas petroleras del mundo.
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Agradeciendo eso de la beligerancia que les brindara el mandante anterior, grupos guerrilleros del vecino país se instalaron dentro-del-territorio-nacional y aparte de las bajas ocasionadas por enfrentamientos, en la 1° mitad del año capturaron un grupo de soldados nativos, pero, gracias a Dios, los liberaron después de muchos días de secuestro, quién sabe bajo qué concesiones o arreglos con el Ejecutivo y el glorioso ejército.
Confinado uno no solo por esa excusa providencial para el proceso que (aparte del bloqueo) es la pandemia, y obviando inseguridad, escasez de agua, electricidad, gas, transporte, salubridad, desempleo, devaluación del desdeñado bolívar y pare de contar, uno de los recursos que te queda es divagar.
Aprovecha para observar los cambios limítrofes que muestra la historia universal y divaga libremente si se eliminará lo del Esequibo como ordenó el anterior mandante, si el país continuará siendo república o será, como en la colonia, otra capitanía general, ahora no peninsular sino isleña, si se subdividirá en países como cubazuela, marquetaven, venerrusia, chinazuela, venirán, narcoven, etc. o será una ursb (uniónrepúblisocialistabolivariana) donde se podrá –o no– residir o transitar o se requerirá permiso, pasaporte, pase, libreta o US$ en efectivo o por transferencia, en fin, divagar o imaginar aún no es delito como tampoco lo es asombrarse que el mayor colapso económico de la historia según los expertos no esté sancionado con «todo el peso de la ley».
Divaguemos que quien quita que, si se le pone empeño, esta mitad del año pueda terminar siendo positiva.
Amén.
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