Abstenerse es rendirse, por Omar Ávila
Twitter e Instagram: @OmarAvilaVzla
Es momento de preguntarse cuáles han sido los beneficios y logros que ha obtenido el “gobierno interino” a favor de los venezolanos con los cuantiosos recursos entregados por la Comunidad Internacional.
Si las sanciones son para ejercer presión y negociar, por qué descartan unilateralmente la participación electoral y la intermediación de Noruega. Quienes tenemos vida política activa en el país y algunos ciudadanos críticos, conocedores de la arenga política nacional, le preguntamos a Juan Guaidó, ¿cuál es la estrategia entonces?
Noruega no tiene los problemas nuestros, ni parecidos; vinieron a ofrecer asistencia y ayudarnos a superar algunas incapacidades. Cerrar las puertas al diálogo es obstruir la transición necesaria para superar la crisis, es negar una posibilidad a millones de venezolanos desnutridos, desempleados y en situación de pobreza. ¿Sabe el “gobierno” opositor cuáles son las necesidades de la gente?
La Asamblea Nacional no puede seguir siendo utilizada como instrumento para derrocar al gobierno, no es ese su papel. El Parlamento es el escenario para debatir y llegar a acuerdos que ofrezcan soluciones concretas a los principales problemas de los venezolanos.
Desde Unidad Visión Venezuela entendemos que un sector importante de votantes perdió la confianza en el sistema electoral, esa es una verdad del tamaño del cielo con la que tenemos que lidiar, y como intermediarios entre el pueblo y el Estado, tenemos el deber y la obligación de superar este escollo, porque el voto es una herramienta que fortalece la democracia, no ejercerlo en estos tiempos decadentes del régimen, es igual a amordazarse antes de hablar.
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Por esa razón, más de 20 organizaciones políticas estamos en pie de lucha por nuestra habilitación, reclamando el derecho a la participación política y ratificando nuestro llamado al voto, porque abstenerse es igual a rendirse.
En el momento más vulnerable de la crisis, no es estratégico aislarse de la arenga política, asumiendo directrices pandémicas, ya que el Cronograma Electoral avanza igual que el virus. La ciudadanía no puede dejarse estafar, menos aún ilusionar con soluciones externas; los votantes deben entender que su poder para elegir vale más que el no elegir.
Si una cúpula caduca decide no ir a elecciones, es por dos motivos: o tiene miedo a elegirse o tiene un mejor plan que ofrecerle a sus electores. Como todos votamos, –incluido yo-, quiero conocer el plan que tienen aquellos que con razón o sin razón abogan por una suspensión de las elecciones; sin embargo, considero que al margen del plan que tengan, –si es que esta vez lo tienen–, no podemos dejar de vigilar el proceso electoral, se suspendan o no las elecciones en el mediano plazo.
Dejar un vacío en el Poder Electoral, es otorgar una victoria fácil y directa al gobierno, que finalmente convocará a elecciones, aprovechando la ventaja que le da el contrario.
Como decía Jorge Botti: “Tiempos para pensar en matices y no en forma binaria. Tiempos de triangular y no pensar linealmente. Tiempos de jugar con altura en los tableros de la política interna y de la geopolítica regional y global. Tiempos de estadistas, no de relatores de lo obvio y lo cotidiano”…
¿Estamos o no estamos en un régimen autoritario? Si esa es la premisa, cómo pretenden lograr condiciones óptimas de participación sin hacer nada. El “quédate en casa” es para la pandemia, para la acción política no vale, las elecciones son una forma de protestar y de organizarse.
Debemos dar la pelea para preservar la mayoría parlamentaria. El camino es organización, voto y la defensa de los votos. No hay medianías: es votar o continuar en la nada. Como bien lo decía la dirigente política Mercedes Malavé: “es mejor una minoría que aboga por soluciones, que una mayoría en el exilio haciendo quién sabe qué.”
¿Cuál fue el logro de la oposición con la abstención del 2005? Para el chavismo quedarse con la AN y nombrar a su gusto a todos los otros poderes. ¿Cuál fue el logro de la abstención del 20M 2018? Para los venezolanos ninguno. Para Maduro y su combo –por ahora–3 años más en el poder, que pudieran ser 6 o más si continúan promoviendo la abstención.
Los diputados democráticos en la nueva AN no vamos a entrar en peñeritos, ni con topochos, ni nada por el estilo; es a punta de votos del pueblo de Venezuela. Lo ganado no se regala, se defiende, solo juntos lo lograremos, con una rebelión pero de votos.
Para lograr la reconstrucción de Venezuela, la reinstitucionalización del país, vamos a necesitar líderes capaces de legislar oportunamente y de construir propuestas viables como las que he venido planteando como parlamentario. La gente debe abrir los ojos y entender que no tiene sentido una “unidad” que se pone de acuerdo para no hacer nada.
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