Acciones de EEUU contra Maduro generan presión sin llegar a una intervención militar

El politólogo Enderson Sequera afirma que las medidas de EEUU pueden llevar a abrir las compuertas de una salida a la situación política. Por su parte, el sociólogo Damian Alifa advierte que tanto el chavismo como la oposición intentarán sobredimiensionar los hechos
Estados Unidos acusa a Nicolás Maduro de liderar el Cartel de los Soles y duplica la recompensa por su captura. Dos acciones que elevaron el tono de la discusión y avivaron el debate en la opinión pública venezolana sobre un posible cambio político en el país con el apoyo del gobierno de Donald Trump.
«¡Va a pasar!», repite María Corina Machado, mientras Nicolás Maduro invoca lealtades y pide “definiciones” a su gente.
El anuncio de la incautación de bienes por $700 millones de dólares supuestamente vinculados a Maduro y el despliegue de fuerzas del ejército norteamericano en el sur del Mar Caribe aumentaron la presión y el calor de las declaraciones.
La idea de una presunta incursión militar resonó con fuerza entre los usuarios de redes sociales y se vieron publicaciones de movimientos de aviones militares sobrevolando el Mar Caribe, esto en medio de un operativo ordenado por Donald Trump para combatir grupos narcoterroristas el 14 de agosto.
¿Qué significan estas medidas? ¿Cuál es su alcance real? ¿Qué va a pasar?, varias interrogantes surgen al fragor del debate que se viene dando en los últimos días. Los analistas políticos Enderson Sequera y Damian Alifa compartieron sus impresiones con TalCual.
El sociólogo Damian Alifa advierte que tanto el chavismo como la oposición intentarán sobredimensionar lo que pudiera estar pasando. Los primeros, con el propósito de justificar la represión y la asfixia democrática, y los segundos, para mover y levantar las expectativas de la ciudadanía.
Observa declaraciones de funcionarios de Estados Unidos que apuntan a un endurecimiento de la retórica y ciertas medidas de presión, pero sin que eso suponga ni la intervención militar directa de Estados Unidos ni la suspensión de las operaciones de Chevron, recientemente reanudadas.
No obstante, el investigador no descarta que se estén promoviendo iniciativas más radicales por parte del ala latina de los republicanos.
El politólogo Enderson Sequera ve poco factible una operación de captura, pero señala que una acción de este tipo dependerá, en gran medida, de la cooperación que pueda encontrar dentro de la coalición oficialista.
“Las recientes medidas aumentan considerablemente la presión hacia el régimen de Maduro. Aumentan el cerco financiero e introducen un elemento policial-militar como herramienta u opción para resolver el caso venezolano”, señala el analista.
Explica que el objetivo de la recompensa no es saber dónde está Nicolás Maduro, sino propiciar las divisiones internas, traiciones y deserciones. “Es evidente que Estados Unidos sabe la ubicación de Maduro. No solo eso. Conocen dónde duerme todos los días, sus hábitos y cómo se mueve”, responde a quienes le restan importancia o “caricaturizan” el anuncio del gobierno norteamericano.
Previendo cualquier intento de traición, Maduro hizo un llamado a la lealtad y a dejar la cobardía de lado.
ÚLTIMA HORA | Maduro: «Que todo el mundo se defina, el que esté acobardado que dé un paso al lado y punto».
«Pero esta patria no la va a detener nada ni nadie, que lo sepan los que han nacido y estén por nacer», afirmó. https://t.co/UwgGTZS2w8 pic.twitter.com/zTbZopgTTf
— AlbertoRodNews (@AlbertoRodNews) August 12, 2025
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Tras los anuncios de EEUU y el llamado de Maduro se fueron dando las declaraciones de los diferentes poderes del Estado, dejando constancia de su apoyo y condenando la actuación del gobierno de Donald Trump.
El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, leyó un comunicado en el que calificó la recompensa como una acción «desesperada», «ilegal» y «sin ningún tipo de asidero real» contra Nicolás Maduro y la población venezolana.
“La infame agresión” también fue condenada por el Consejo Nacional Electoral, el Poder Judicial, la Fiscalía General, el Ministerio de Defensa y cuerpos de seguridad. Todos, públicamente, cerraron filas en apoyo a Maduro.
La estrategia de Estados Unidos, en opinión de Sequera, es precisamente generar divisiones y traiciones. Su objetivo, señala, es propiciar el quiebre de la coalición dominante del chavismo por vías menos costosas que una captura.
“Mi impresión es que Estados Unidos avanzará en estrechar el cerco: incautaciones de drogas y bienes —como el reciente de 700 millones a Maduro—, asfixia financiera, presión diplomática, entre otras”, señala el politólogo sobre lo que pueda ocurrir en Venezuela.
Chavismo maneja las tensiones
Mientras la presión de EEUU se va dando, la administración Maduro va articulando sus pasos: desestiman las denuncias, aseguran que se trata de un “show”, citan documentos de la ONU para negar cualquier vinculación con el narcotráfico, aprovechan el retorno de Chevron y mantienen la política de represión contra la disidencia.
Y es que el chavismo ha aprendido a manejar las tensiones con Estados Unidos. Se mueven según los intereses en cada administración y de las iniciativas que van en paralelo.
Por esta razón, dice Alifa, emprenden un esfuerzo diplomático en enviar mensajes por la vía de la industria petrolera estadounidense, los tenedores de bonos de la deuda venezolana y otros canales cercanos al gobierno estadounidense, a la vez que toman sus precauciones en términos de su seguridad y del control político y social interno.
“Saben por experiencia que los picos de presión pueden sortearse atrincherándose, manteniendo la unidad interna y arreciando la represión contra toda forma de disidencia o foco que genere disturbios”, afirma el sociólogo.
Abre las compuertas a una negociación
El subsecretario de Estado de EEUU, Christopher Landau, anticipa «más acciones” contra Maduro, pero reitera que «el pueblo venezolano tiene que alzarse y reclamar su libertad».
En este sentido, Enderson Sequera destaca el rol de la presión internacional, pero señala que debe combinarse con la organización interna.
Si estos dos elementos se logran —dice— es posible abrir las compuertas para una negociación con garantías entre Estados Unidos, Maduro y la oposición que concluya en una transición en el país, bien sea por medio de la repetición de elecciones o porque se respete el mandato popular de la elección del 28J.
Sin embargo, en este punto subraya la falta de presión nacional, por lo que “en gran medida, el reto sigue siendo doméstico: cómo volver a movilizar a los venezolanos en medio del atroz terrorismo de Estado que ha desplegado el chavismo”.
Sequera considera que se requieren métodos innovadores para volver a movilizar al país y generar un impacto político, pero al menor riesgo de seguridad. Aunque en estos momentos ve poco probable tener al liderazgo opositor protestando en la calle, advierte que “sin movilización y presión nacional, la presión internacional será insuficiente”.
Al respecto, el sociólogo Damian Alifa asegura que el desafío de la oposición es enorme y su primera tarea, tras la “bestial” represión poselectoral, es recuperar la confianza en sí misma, cuestionar la sensación de impotencia y frustración que dejó el 28 de julio y enfrentar colectivamente al miedo.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.