Actitud de Guyana se debe a errada política del chavismo y debilidad de Venezuela
El Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales apoyó acción de la Armada frente a Guyana al defender Zona Económica Exclusiva de Venezuela
El Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri), calificó como cínica y provocadora la actuación del gobierno de Guyana, en su disputa con por el Esequigo, agregando que busca aprovechar con premeditación y alevosía, la transitoria debilidad de Venezuela, al mismo tiempo que destacaron que «lo ocurrido es el fruto amargo de una política exterior fallida, que debilitó nuestra reclamación del Esequibo en nombre de una “visión integral” altamente ideologizada».
En primer lugar expresaron su reconocimiento a la Armada venezolana por cumplir con su deber de patrullar y proteger nuestra Fachada Atlántica, y en concreto la Plataforma Continental y Zona Económica Exclusiva venezolana que genera el Delta del Orinoco, de conformidad a la Constitución.
En el documento también se le hace un llamado de atención al gobierno de los Estados Unidos para que haga «una evaluación objetiva de lo ocurrido, desde su tradicional política de neutralidad respecto a la
controversia del Esequibo. Más allá del régimen de Maduro que vive sus últimos días, se encuentran
los intereses de la Nación Venezolana, que palpita como un sólo corazón ante un tema tan sensible».
Rechazaron la posición del Caricom, la cual calificaron de acrítica y sesgada favorablemente a la versión de Guyana, al punto de no reconocer que el incidente se produjo en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela.
A continuación del comunicado completo del Consejo Venezolanoa de Relaciones Internacionales
Pensamiento Independiente para la Acción Global
El Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (COVRI) como organización de la sociedad civil
plenamente comprometida con la defensa de nuestra integridad territorial e intereses nacionales; expresa su posición en torno al incidente provocado por el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana al autorizar ilegalmente a los buques de prospección sísmica “Ramform Tethys” de bandera Bahamas y “Delta Monarch” de bandera Trinidad y Tobago a realizar actividades para la industria petrolera guyanesa en la Zona Económica Exclusiva venezolana que genera el Delta del Orinoco, los cuales fueron interceptados el pasado 22 de diciembre de 2018 por la Armada Nacional en violación flagrante a la soberanía nacional:
1) Expresamos nuestro reconocimiento a la Armada Nacional, y en especial a la tripulación
del patrullero oceánico “Kariña” (PO-14), por cumplir con su deber de patrullar y proteger nuestra
Fachada Atlántica, y en concreto la Plataforma Continental y Zona Económica Exclusiva venezolana
que genera el Delta del Orinoco, de conformidad a la Constitución Nacional y con apego a los
tratados internacionales; y atendiendo los llamados que han sido realizados desde la sociedad civil por
organizaciones como el COVRI, así como por la Asamblea Nacional a través del “Acuerdo Parlamentario
en rechazo de las conclusiones del Secretario General de la ONU de enviar la controversia del Esequibo
y la Fachada Atlántica de Venezuela a la Corte Internacional de Justicia” aprobado el 6 de febrero de
2018 y el “Acuerdo Parlamentario en rechazo a la pretensión de la República Cooperativa de Guyana
de judicializar la controversia y reafirmación de la soberanía venezolana sobre la isla de Anacoco y la
Fachada Atlántica” aprobado el pasado 19 de junio de 2018.
2) Manifestamos que lo ocurrido es el fruto amargo de una política exterior fallida, que
debilitó nuestra reclamación del Esequibo en nombre de una “visión integral” altamente ideologizada
y orientada a obtener a cualquier costo el respaldo y votos de El Caribe para un proyecto político tan
autoritario como anacrónico e ineficiente, lo cual fue interpretado por la República Cooperativa de
Guyana como oportunidad para hacer avanzar sus intereses. Ahora, en plena debilidad estructural
del Estado venezolano, el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana pretende ir más allá,
intentando hacer valer en forma inamistosa mediante una serie de actos unilaterales sus tesis territoriales maximalistas; buscando poner en cuestión territorios de indiscutible soberanía venezolana como la Plataforma Continental y la Zona Económica Exclusiva que genera el Delta del Orinoco.
3) Alertamos a la Comunidad Internacional, de la innecesaria y peligrosa provocación
que supone la campaña petrolera exploratoria autorizada fuera del marco legal internacional por
el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana, que desea efectuarse a partir de este mes de
diciembre de 2018 –y por un período de 6 meses–, con seis buques de contratistas de la empresa
petrolera ExxonMobil en la Zona Económica Exclusiva venezolana que genera el Delta del Orinoco,
la cual es de incontrovertible soberanía venezolana –y por tanto, siempre ha sido patrullada por la
Declaración del COVRI sobre el incidente provocado por Guyana con buques de exploración petrolera
en la Zona Económica Exclusiva venezolana que genera el Delta del Orinoco Armada Nacional de Venezuela–, así como en áreas marítimas por delimitar que proyecta el Esequibo.
Se trata de un claro intento de la República Cooperativa de Guyana de aprovechar la mala reputación
que se ha ganado a pulso el régimen de Maduro, para victimizarse, hacer ver la legítima protección que
realiza la Armada Nacional de nuestros espacios marítimos como una agresión venezolana, y fortalecer
así el respaldo diplomático a su demanda unilateral incoada ante la Corte Internacional de Justicia
–cuya jurisdicción Venezuela nunca ha reconocido– contra el espíritu y letra del Acuerdo de Ginebra
de 1966. En consecuencia, estamos ante la reedición de la estrategia que la República Cooperativa de
Guyana utilizó con éxito contra la República de Surinam en la década de 2000.
4) Rechazamos los términos utilizados en la Declaración realizada por la Presidencia
Pró-Témpore de la Comunidad del Caribe (CARICOM), a través del Primer Ministro de
Jamaica, Andrew Holness, el 24 de diciembre de 2018, que avala acríticamente la versión de los
hechos presentada por el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana, y señala que los mismos
ocurrieron en la “Zona Económica Exclusiva de Guyana” cuando las coordenadas geográficas que ambas
Partes han reconocido ante la opinión pública como lugar exacto del incidente, dejan en evidencia que
se produjeron en la Zona Económica Exclusiva de Venezuela, a partir de la proyección del Delta del
Orinoco. Asimismo, rechazamos el respaldo al discurso desplegado por el Gobierno de la República
Cooperativa de Guyana de una supuesta “amenaza al desarrollo económico y seguridad nacional de
Guyana”, cuando lo cierto es que históricamente Venezuela ha sido solidaria y generosa con todos los
países de nuestro Gran Caribe, a través de una amplia política de cooperación, cuyo último capítulo es
PETROCARIBE. En consecuencia, invitamos a los Gobiernos de los países miembros de la CARICOM
a asumir una posición más equilibrada y racional, que favorezca la búsqueda de una solución práctica
y satisfactoria de la controversia del Esequibo en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966, tal como
fue solicitado por la Asamblea Nacional en el “Acuerdo Parlamentario respuesta al Comunicado de
la 39° Reunión de Jefes de Gobierno de la CARICOM” adoptado el 17 de julio de 2018. Una vez
resuelta la controversia terrestre entre ambas Partes de conformidad al Acuerdo de Ginebra de 1966,
tendrá que abordarse la delimitación marítima que es otra controversia pendiente, tal como dicta el
Derecho Internacional Público.
5) Solicitamos respetuosamente al Gobierno de los Estados Unidos de América una
evaluación objetiva de lo ocurrido, desde su tradicional política de neutralidad respecto a la
controversia del Esequibo. Más allá del régimen de Maduro que vive sus últimos días, se encuentran
los intereses de la Nación Venezolana, que palpita como un sólo corazón ante un tema tan sensible.
La etiqueta #EstamosUnidosVE implica una amistad histórica entre nuestras naciones y una lucha
compartida por la libertad, lo cual siempre se ha traducido en prudencia y consideración hacia una
herida infligida por el viejo Imperio Británico a Venezuela, la cual Estados Unidos de América conoce
perfectamente bien porque fue testigo de excepción. No tomar posiciones precipitadas y poco
informadas resulta crucial para los intereses de largo plazo en las relaciones de nuestras respectivas
Naciones. En todo caso, el incidente ocurrido pone de manifiesto la importancia que el Gobierno de
Estados Unidos de América refrene al Gobierno de la República Cooperativa de Guyana e impulse
indirectamente una reactivación de los buenos oficios u otro medio diplomático para resolver la
controversia en el marco del Acuerdo de Ginebra de 1966.
6) Reiteramos que las conclusiones del Secretario General de la ONU, António Guterres,
dadas a conocer a través de la Declaración de su portavoz, Stéphane Dujarric, el 30 de enero de 2018,
fueron absolutamente inapropiadas e inaplicables, y las mismas solamente han servido para complicar
aún más la controversia. De ellas, el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana se ha valido
para realizar a lo largo de 2018 una serie de actos unilaterales que intentan hacer avanzar sus intereses
por la vía de los hechos, siendo la violación de la soberanía venezolana por los buques de prospección
petrolera el último de los mismos. En consecuencia, exhortamos al Secretario General de la ONU,
António Guterres, a realizar un llamado a la sindéresis al Gobierno de la República Cooperativa de
Guyana y designar un nuevo buen oficiante que permita retomar los contactos diplomáticos conforme
al espíritu del Acuerdo de Ginebra de 1966 que en su Preámbulo establece que la controversia
territorial debe “ser amistosamente resuelta en forma que resulte aceptable para ambas Partes”.
7) Lamentamos la actitud cínica y provocadora que ha venido sosteniendo el Gobierno
de la República Cooperativa de Guyana, que busca aprovechar con premeditación y alevosía, la
transitoria debilidad de Venezuela dada la actual crisis política y humanitaria que atraviesa -reconocida
formalmente por el propia Guyana en las Declaraciones del Grupo de Lima-, con el propósito de
imponer unilateralmente el arreglo judicial y sus tesis territoriales maximalistas. Todo esto, tiene
su origen en las desenfrenadas ambiciones petroleras de Guyana a partir de los descubrimientos
petroleros realizados por empresa ExxonMobil en el bloque Stabroek desde 2015, con unas reservas
que ascenderían a 5 millardos de barriles de petróleo equivalente, con lo cual podría producir
alrededor de 750 mil barriles diarios de petróleo equivalente en 2025. Los apetitos guyaneses han
sido espoleados mediante la acuñación de frases grandilocuentes como “futuro segundo productor de
América Latina y El Caribe”, “arma secreta contra el petróleo venezolano” y “la futura Kuwait de El
Caribe”. Por ello, el Gobierno de la República Cooperativa de Guyana trata de zanjar rápidamente el
capítulo de la reclamación venezolana del Esequibo y ha construido una interpretación maximalista de
las áreas marinas y submarinas que le corresponderían, buscando incluso obstruir hostilmente la salida
de Venezuela al Océano Atlántico.
8) Hacemos responsable al régimen de Nicolás Maduro ante el Tribunal de la Historia
por la grave situación en la que se encuentra nuestra reclamación Esequibo y los
peligros que corre la integridad de nuestra Fachada Atlántica, ya que su reactiva y poco
contundente “diplomacia de paz” no ha podido contener la agresiva política de Guyana ni ha explicado
asertivamente a la Comunidad Internacional nuestra posición de rechazo a la judicialización de la
controversia del Esequibo, ni tampoco ha logrado persuadir al Secretario General de la ONU, António
Guterres, de un mayor involucramiento para reactivar las vías diplomáticas. Tampoco ha permitido
movilizar la opinión pública nacional, emprender un diálogo nacional inclusivo sobre el tema y diseñar
en forma inteligente una estrategia nacional asertiva.
9) Recomendamos a la Cancillería venezolana y a la Comisión Mixta de la Asamblea
Nacional para la Defensa del Esequibo y la Fachada Atlántica el envío de comunicaciones a
las empresas y gobiernos que puedan estar involucrados en concesiones petroleras que Guyana ha
venido otorgando en áreas marinas y submarinas del Esequibo en los últimos años, objetando las
mismas y solicitando la paralización de sus trabajos a partir del Artículo V Numeral 2 del Acuerdo de
Ginebra, privando así a las mismas de seguridad jurídica como incentivo apropiado que propicie el
regreso del Gobierno de la República Cooperativa de Guyana a la mesa de negociaciones. Asimismo,
recomendamos estar atentos a los cambios políticos que se están produciendo en la República
Cooperativa de Guyana, a partir de la moción de censura aprobada por el Parlamento guyanés contra
el Gobierno encabezado por David Granger, el pasado 21 de diciembre de 2018, que deberá convocar
elecciones en los próximos 90 días y abandonar el poder, lo cual podría abrir ventanas de negociación
en 2019.
10) Urgimos a la Comisión Mixta de la Asamblea Nacional para la Defensa del Esequibo
y la Fachada Atlántica, a preparar un proyecto de Ley que fije claramente la Fachada Atlántica que
corresponde al Delta del Orinoco y la extienda a 350 millas náuticas. Esto para enviar un mensaje
rotundo a Guyana y al resto de los vecinos: nuestra salida al Atlántico es innegociable.
Caracas, 26 de diciembre de 2018