Actuar juntos para encontrar las soluciones, por Xiomara Rondón
Twitter: @xrondon_v
Venezuela, un país que alguna vez fue próspero y rico en recursos naturales, se encuentra sumido en una profunda crisis social, económica y política. La situación actual es alarmante y preocupante, y los problemas que enfrenta la población son cada vez más graves y complejos.
Comencemos por uno de los problemas más acuciantes de la actualidad: el aumento de la inseguridad ciudadana. La delincuencia y la violencia se han convertido en una constante en la vida de los venezolanos, quienes viven con miedo ante la posibilidad de ser víctimas de un delito. La falta de políticas públicas efectivas para combatir la delincuencia y la impunidad reinante han contribuido a agravar esta situación.
Otro problema que afecta a la población es la baja remuneración salarial. Los sueldos y salarios son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de las familias, lo que ha llevado a una situación de pobreza y precariedad en la que muchos venezolanos están inmersos. Además, el abastecimiento del gas doméstico es otro tema que preocupa a la población. La falta de gas para cocinar y calentar el agua ha generado una situación de desesperación en muchos hogares, que se ven forzados a recurrir a métodos alternativos para cubrir sus necesidades en esta materia.
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También debemos mencionar la situación con la distribución y abastecimiento de gasolina. Las largas colas para surtir combustible son una constante en la vida de los venezolanos, generando caos y desesperación en las estaciones de servicio. Por otro lado, el servicio de electricidad domiciliaria es de pésima calidad, caracterizado por apagones y fluctuaciones de voltaje, lo que ha generado inestabilidad y precariedad en muchos hogares. Los problemas de conectividad también son una preocupación, con la falta de acceso a internet y una limitada cobertura de telefonía móvil, lo que ha generado aislamiento y desconexión en muchos ciudadanos.
Asimismo en los últimos años ha aumentado el control sobre los medios de comunicación, imponiendo restricciones y censurando información. Esta censura se ha traducido en la clausura de emisoras de radio, la limitación del acceso a internet y la represión de voces disidentes, lo que ha creado un clima de miedo y autocensura en el país.
En la lista de los innumerables problemas que golpean al país, la corrupción galopante en los organismos del Estado es un cáncer que carcome el erario de la nación. La falta de transparencia y la impunidad reinante han generado desconfianza y desaliento hacia las instituciones gubernamentales.
Adicionalmente, el estado de los hospitales y ambulatorios, junto con el desabastecimiento de insumos médicos quirúrgicos, es otro problema que afecta a la población. La falta de atención médica y la imposibilidad de acceder a los tratamientos necesarios han generado desesperación y sufrimiento colectivo. En concordancia, la desatención de los adultos mayores con pensiones insuficientes para subsistir es otro problema que nos afecta. La falta de políticas públicas efectivas para proteger a los adultos mayores ha generado vulnerabilidad y precariedad, atentando contra el bienestar físico, psicológico y moral de nuestros abuelos.
Un aspecto importante es la violación de los derechos humanos. La represión y persecución a políticos y defensores de los DDHH han generado miedo y desesperanza en muchos venezolanos, que se sienten amenazados y vulnerables ante la falta de protección y garantías por parte del Estado.
Por último, pero no menos importante, está la situación de los estudiantes venezolanos que egresan de las universidades del país. A pesar de haber obtenido una formación académica de calidad, muchos de ellos no logran encontrar oportunidades laborales debido a la falta de empleo y la crisis económica que atraviesa Venezuela.
Además, la inseguridad ciudadana, los bajos sueldos, el mal estado de los servicios públicos y la constante violación de derechos humanos complican aún más la situación. Todo esto, sumado a la situación política y económica del país, lleva a muchos estudiantes a tomar la difícil decisión de emigrar en busca de progreso y estabilidad.
En definitiva, la situación actual en Venezuela es alarmante y preocupante. Los problemas sociales que enfrenta la población son cada vez más graves y complejos, y la falta de políticas públicas efectivas para solucionarlos ha generado desesperación y sufrimiento en muchos venezolanos. Desde Unidad Visión Venezuela Falcón hacemos un llamado urgente a tomar medidas para resolver estos problemas y mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo. Mientras tanto, todos los venezolanos nos preguntamos: ¿Y las soluciones para cuándo? Es hora de actuar y trabajar juntos para encontrar respuestas y construir un futuro mejor para todos.
Xiomara Rondón es Secretaria general Unidad Venezuela- Falcón
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