El acuerdo 50, por Sergio Arancibia
El alto gobierno – por boca de su responsable del área económica – ha manifestado que convocará a los empresarios nacionales para «acordar» precios a 50 productos esenciales.
Yo creo que ningún empresario se restaría una convocatoria de tan alta significación económica y social. Supongo también que la única condición que pondrían es que les congelen los precios a los cientos o miles de insumos y materias primas que se necesitan para producir esos 50 productos. Como la mayoría de esos insumos y materias primas, a su vez, también se producen en empresas agrícolas o industriales que requieren insumos y materias primas, entonces habría que congelar los precios de los insumos con que se producen los insumos y los precios de las materias primas con que se producen las materias primas. Por esa vía rápidamente llegamos a precios acordados y congelados que abarcarían a toda la producción nacional.
Entre los insumos cuyo precio habría que acordar o congelar se encuentra, desde luego. La mercancía-dólar y la mercancía-mano de obra, que son parte insustituible de los procesos productivos que se llevan adelante en el país.
Si no se congelan los precios de los insumos y materias primas, entonces los costos seguirán subiendo, y costos crecientes unidos a precios acordados o congelados no funcionan. Ese binomio conduce derechito reducir o cesar la producción.
Si la cantidad de activos monetarios en poder del público sigue creciendo como lo ha hecho en los últimos años, la demanda de bienes y servicios será superior a la oferta en relación a todas y cada una de las mercancías que se transan en los mercados nacionales, sobre todo en aquellas mercancías que tengan precio acordado o congelado. Como no hay nada que permita pensar que la cantidad de bienes y servicios aumentará – eso es harina de otro costal – rápidamente la escasa oferta existente se encontrará- por la vía de caminos verdes, negros, oscuros o subterráneos – con la demanda creciente, dando lugar a precios más elevados que los acordados o congelados.
Además, esto de los precios acordados ¿no se había intentado ya en un pasado relativamente cercano? ¿Por qué no funcionó? ¿Sería porque no hubo suficiente control y represión? ¿Sera eso lo que viene en este nuevo envase?