Acusan al régimen de Maduro de usar la UCV para actos políticos

Esa lamentable omisión favoreció el discurso propagandístico del ministro orientado a exaltar la magnanimidad de Nicolás Maduro y a producir la impresión de que la entrega de las tabletas asegura el desarrollo del mentado plan «Universidad en casa»
En un comunicado suscrito por más de 30 personas, trabajadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), condenaron el acto político llevado a cabo por autoridades del régimen de Nicolás Maduro dentro de las instalaciones de la faculta de farmacia, en la sede de Caracas.
En un acto que consideraron «insólito», el 19 de noviembre en el auditorio de la Facultad de Farmacia de la UCV, el ministro de Educación Universitaria, César Trompiz, acompañado por Amalio Belmonte secretario del a UCV, entregaron más de 2.000 tabletas destinada a profesores, para dar cumplimiento al llamado plan «universidad en casa», aun cuando las universidades públicas están en las ruinas por el poco o nulo ingreso que perciben a través del presupuesto.
«Mediante una política de sofocamiento presupuestario el gobierno nacional ha reducido a las universidades públicas autónomas a un penoso estado de precariedad material. Que a causa de ella los profesores universitarios en los últimos años hayan debido servirse de sus equipos personales para llevar a cabo las tareas académicas ordinarias no debe hacernos olvidar que el Estado tiene la obligación de proporcionar todos los medios necesarios para el funcionamiento de las instituciones de educación superior» reza el comunicado.
Inclusive, cuestionaron que lo que desde el gabinete se hace ver como una «concesión generosa», no es más que la obligación que tiene el Estado con las universidades, y es que es el Estado el encargado de garantizar absolutamente el funcionamiento de las casas de estudios superiores, sin que esto «origine en modo alguno deudas de gratitud».
Además, aprovecharon la oportunidad para cuestionar que las autoridades universitarias, comenzando por la rectora, máxima autoridad, perdieron durante este acontecimiento, la oportunidad de «haber puesto en claro que con la entrega de las tabletas el gobierno cumple con una pequeña parte de sus obligaciones con la universidad, pero deja de cumplir el resto de ellas al no asignarle el presupuesto necesario».
Esa lamentable omisión favoreció el discurso propagandístico del ministro orientado a exaltar la magnanimidad de Nicolás Maduro y a producir la impresión de que la entrega de las tabletas asegura el desarrollo del mentado plan «Universidad en casa», iniciativa improvisada que ignora las complejidades técnicas de la educación a distancia y los múltiples obstáculos de un entorno adverso.
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