Adiós 2022, por Pablo M. Peñaranda H.
Twitter: @ppenarandah
Abandona nuestro interés inmediato el año 2022. Muchas conmemoraciones correspondieron a ese año, pero entre otros temas las noticias girararon alrededor del intento por el control definitivo de la pandemia de covid.
Citaremos dos conmemoraciones, los 50 años de El último tango en París y los 100 años de la fundación de la British Broadcasting Corporation, más conocida como la BBC de Londres, que abrió para los británicos y el mundo entero un sistema bien elaborado de noticias e informaciones. Un espacio de conocimientos para los británicos y para la humanidad en su conjunto.
Recuerdo con nitidez cómo seguíamos por ese canal, con atención extrema, los sucesos que se conocieron como «la crisis de los cohetes entre Cuba y EE.UU.» y que mantuvieron a la humanidad en peligro de una guerra nuclear. A la distancia de esos años, me sorprende la objetividad con que la BBC trató ese tema y por lo cual mantengo mi fidelidad a esa emisora y presto mucha atención a sus análisis.
En cuanto a la película El último tango en París, su director, Bernardo Bertolucci, presenta la separación del sexo de todo evento biográfico y deja a los espectadores sumidos en las dolorosas almas de los personajes en un París decadente.
No importa quiénes somos o quiénes hemos sido, y menos aún dónde habitamos, para que dos cuerpos se unan y disfruten del sexo. Todo, pero todo, está sumergido en el presente con la fuerza de lo que no deseamos que desaparezca, porque sabemos lo efímero que es, un embeleco creíble.
Fue el genio de Freud quien anunció la arrolladora fuerza de las pulsiones. Algunos contenidos del inconsciente se deslizan de forma incontenible al exterior de nuestras vidas, igual que la fuerza del agua al romperse las defensas de una represa.
Es posible que Bertolucci, al negar la importancia de las biografías en el sexo, no hace mas que recordarnos esos momentos estelares de nuestras vidas, cuando hemos vivido libre de las convenciones sociales; pero tal como una pavesa, la llama fenece al escaso tiempo.
Son los amores de Alma de Dios con Max en el sanatorio de Viena narrados por la hermana de Freud en la extraordinaria novela La hermana de Freud de Goce Smilevski, o el zigzag que recorre el amor para instalarse en los corazones de algunos de los personajes de La montaña mágica en la novela de Thomas Mann.
De alguna manera, las normas sociales atrapan y rodean esos momentos para volverlos a la razón social y extinguir toda manifestación incongruente con la manera normada de vivir en sociedad.
Algunos críticos sostienen que a Bertolucci le atormentaban en algún grado sus colaboraciones juveniles a una revista fascista. Es posible que algo de ello está presente en el interés por la desaparición momentánea de las biografías, pero lo cierto es que la vida de cualquier mortal está condenada a vivir esos momentos de libertad absoluta, más de las veces en contra de su voluntad.
De esa filmación rescatamos, por su novedad, la parte musical. En un primer momento fue propuesta al genial compositor argentino Astor Piazolla y no pudo concretarse por los costos que este artista exigía al productor. Tal situacion obligó a Bertolucci a hacerle la oferta al «Gato» Barbieri, quien, a mi juicio, se inmortalizó por esa espectacular banda sonora.
Lea también: Año nuevo y mañas viejas, por Rafael A. Sanabria Martínez
El último tango en París es un filme con muchas improvisaciones, impulsadas más de las veces por el propio Bertolucci con la intención de darle más veracidad a la cinta. Algunas de ellas, las narraron los propios actores en diversas entrevistas.
Quién puede dudar que toda relación primeriza carece de guion, sea esta esperada o improvisada, como es el caso del encuentro de Jeanne ( María Schneider) con Paúl ( Marlon Brando) en un desvalijado apartamento parisino.
Adiós 2022 .Entre miles de sucesos, sobreviven a tu extinción la trascendencia de El último tango en París y la importancia cultural de la BBC de Londres para el mundo occidental.
Esto era lo que quería comentarles.
Pablo M. Peñaranda H. Es doctor en Ciencias Sociales, licenciado en psicología y profesor titular de la UCV.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo.