Adiós a nuestro colaborador Carlos M. Montenegro, por Gloria Villamizar
Falleció este martes en Caracas nuestro colaborador de la sección de opinión Carlos M. Montenegro, a sus 77 años, de cáncer en la faringe.
Periodista, artista, poeta y columnista, llegó en 2010, no recuerdo si de la mano de nuestro Director Teodoro Petkoff o de Fernando Rodríguez. Se abrió un espacio en el periódico impreso para una columna llamada “Ánimas del Purgatorio”, que en 2015 cambió su nombre por “El mirador redondo”, y me envió una foto señalando ese mirador, que le recordaba su infancia en Logroño, la ciudad donde nació.
Sus artículos eran muy variados, de cultura general, muy bien investigados y con mucho conocimiento de lo que quería comunicar. Muy meticuloso, cuidaba mucho los detalles. Siempre puntual en el envío, todos los viernes llamaba a la hora del almuerzo para decirme que ya estaba a punto de salir, que solo buscaba la foto adecuada. No gustaba de escribir sobre política, lo desconcertaba. Muy pocas veces lo hizo, decía que eso no era para él. Salía en nuestra página web los domingos, desde que TalCual obligado por la falta de papel cerró el impreso.
Su último artículo fue publicado el domingo 16 de agosto del presente, titulado un “Baby boomer, más” allí nos cuenta un poco de cómo fueron los progresos de su generación.
En alguna conversación me comentó que había sido líder de la banda de rock Los Claners, de Venezuela, productor de discos y management de artistas internacionales. Escribió un artículo sobre su banda y sus vivencias como rockero. En efecto, había sido una famosa figura del rock de los años 60, como cantante de ese exitoso grupo que todavía algunos recuerdan. http://www.rockhechovenezuela.com/C4/los-claners.html
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Era placentero escuchar sus relatos sobre lo que iba a escribir para el artículo siguiente. Pero el 20 de agosto me llamó para decirme que se iba a hacer unos exámenes que no se sentía muy bien y que aunque quería realmente escribir esta vez el malestar no se lo permitía. No escribió más. La siguiente semana lo llamé y me hizo un breve relato de su enfermedad, pero estaba optimista y me hizo nuevamente la promesa de escribir.
Mi última conversación con él fue el 27 de septiembre. Hablamos poco, pero aún tenía la esperanza de que pronto me enviaría el artículo. Envió “un gran saludo a toda la tribu de TalCual”.
Desde esta su casa editora nuestro Director, Xabier Coscojuela y el personal de redacción lo recordaremos como un gran miembro de este equipo y estamos agradecidos por tantos años de entrega a sus lectores y el apoyo en momentos difíciles. Es doloroso encontrarnos con esta noticia, es duro aceptarla. Nuestras más sentidas palabras de condolencia a sus hijos Susana, Ros Mary, Eny y David Martínez y demás familiares y amigos. Q.E.P.D.