Adrenalina, por Aglaya Kinzbruner
Twitter: @kinzbruner
¿Qué busca en realidad un turista cuando decide ir a conocer a otro país? ¿Bellezas naturales? ¿Una buena gastronomía? ¿Gente amable que lo atienda? Si esta última característica fuese importante, nadie iría a París. En cuanto a hermoso paisaje, buena comida y gente amable y cariñosa, es difícil ganarle a Venezuela.
Cierto es que existen unos cuantos detallitos como infraestructura defectuosa, problemas en cuanto a luz y agua, servicios sanitarios, de teléfono, correo y dejemos esto así para no ponernos pedantes. Si nos vamos hacia conceptos más abstractos, la seguridad y la justicia tampoco son algo del otro mundo. Y si no, que le pregunten a Matthew Heath.
Visto lo que antecede, queremos sugerir una variante turística en la cual tendríamos un éxito cantado, el turismo de aventura. No hay cebras ni jirafas como en Sur África, pero sobran cuadrúpedos. Hasta tenemos dos leones blancos. Serían un magnífico ejemplo de cómo, en ciertas condiciones, animales carnívoros pueden incluso volverse veganos.
En cuanto al futuro de esta actividad, no lo podemos adivinar, no pretendemos asemejarnos a la Sibila de Cumas, quien era inmortal gracias al dios Apolo y luego se volvió invisible, características importantísimas en cuestiones de videncia porque, admitámoslo, sería algo complicado poner presa a una mujer invisible. Podemos señalar, sin embargo, que por lo menos México, se nos adelantó en cuanto al turismo de aventura.
Resulta que el 8 de junio del 2022, un puente colgante se desplomó durante su reinauguración en Cuernavaca. Resultaron heridos el alcalde, su esposa y otras autoridades. ¿Se trataba de un experimento en bungee jumping o más bien, puenting? O ¿era pura adrenalina? O peor, ¿era para comprobar la calidad de los materiales utilizados en la construcción del puente? En tal caso, debemos felicitar la originalidad y valentía del alcalde y su combo.
En previsión de futuros acontecimientos y, siempre tomando en cuenta posibles nuevos eventos turísticos, quizás podamos ofrecer, eso sí, después de la flamante toma de posesión del nuevo presidente del vecino país, unos paseos hacia la frontera para observar, desde un helicóptero, claro está, los vecinos colombianos en plena huida hacia nuestro país, encontrándose con los de nuestro país huyendo hacia allá. ¡Tremendo encontronazo!
La actividad más peligrosa dentro de este tipo de turismo es el paracaidismo de aventura. Los candidatos se lanzan desde una gran altura y no abren el paracaídas hasta el último minuto. Sólo se aceptan, para estos saltos, personas de gran experiencia. Es, sin lugar a dudas, el deporte en que se han registrado más accidentes. Por esta razón los permisos son difíciles de conseguir. Muchos no se dan cuenta del peligro hasta que lo tienen prácticamente encima.
¿Será esto lo que le sucedió a la desventurada Jeanine Añez, ex presidenta interina de Bolivia? ¿Cómo se le ocurrió pensar, siquiera por un instante, que una mujer decente, de familia, podía en algún momento enfrentarse a una sociedad machista, cerrada, con muy pocas mujeres en puestos políticos y una democracia de pura fachada?
Aglaya Kinzbruner es Narradora y cronista venezolana.
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