Agencia Mundial Antidopaje “Un cuento chino”, por Jesús Elorza
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Una guerra de palabras y amenazas de acciones legales ha estallado entre la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la Agencia) tras las revelaciones del canal de televisión alemán ARD y The New York Times . Estos informes expusieron que la AMA había mantenido en secreto que 23 nadadores chinos habían dado positivo en 2021 por trimetazidina –una sustancia que puede mejorar el rendimiento– durante una competición no clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio.
Lo más impresionante de esta controversia es la explicación que la AMA pretende darle al caso: Una pastilla, la trimetazidina (TMZ) diseñada para tratar problemas cardíacos y que mejora el rendimiento, contaminó de manera desconocida toda la cocina de un hotel chino a principios de 2021 con tanta eficacia que se pudieran detectar rastros meses después, incluso bajo los protocolos de limpieza extremadamente estrictos de la pandemia de covid-19 y los siguientes procedimientos, al tiempo que afirmaba que los nadadores no tenían culpa porque se trataba de «un simple caso de contaminación».
En el mundo entero, se considera que esa explicación sin fundamento alguno no pasa de ser «Un cuento chino» frase coloquial que se usa cuando se quiere decir que una historia o una noticia es mentira, falsa, inventada, que no hay que creérsela. Muchas preguntas, quedan en el aire: ¿Cómo puede una pastilla sólida contaminar a 23 nadadores olímpicos comiendo en una cocina (¿algunos de los cuales ni siquiera habrían estado allí?), ¿Los servicios de inteligencia chinos no pudieron descubrir quién llevó la pastilla a la cocina? ¿No hay personal con recetas? ¿La píldora explotó y esparció el polvo de los medicamentos para el corazón por todas partes? ¿Se disolvió en una olla con arroz y se esparció con vapor a lugares donde el personal de limpieza nunca llegó en el período entre la contaminación y la investigación? ¿Se disolvió la pastilla en los ingredientes de preparación de las lumpias? Sirvieron la misma bebida contaminada para todos los atletas. Hasta el momento no se ha visto ningún intento por parte de la AMA y de las autoridades antidopaje chinas de explicar este escenario casi sobrenatural.
Puede ser que la AMA no se sienta capaz de llevar a cabo una investigación en un entorno chino por el encubrimiento que pretenden establecer las autoridades del Comité Olímpico Internacional. Pero en un asunto en el que está en juego la reputación internacional de China, a menos de un año antes de que China sea sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, ¿cómo puede la AMA confiar en que las autoridades chinas realicen una investigación independiente y veraz?
Bajo el poderoso presidente del Comité Olímpico Internacional COI, Thomas Bach , el COI ha reforzado su control sobre la AMA, especialmente después de que la AMA fue directamente contra los intereses del COI al exigir abiertamente una prohibición total de los atletas rusos en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Esta rebelión fue sofocada a los pocos días por orden directa de Thomas Bach con su doble moral y los rusos pudieron viajar a Río y a los tres próximos Juegos Olímpicos con muy pocas restricciones y, a los nadadores chinos les permite participar en Paris 2024 sin ningún tipo de limitación, lo que constituye un trato especial a unos pocos, lo que es un completa traición a todos los atletas que siguen las reglas en todo el mundo.
Esta es al menos la tercera vez en los últimos años que China exculpa a sus mejores nadadores atribuyendo los resultados positivos a alimentos contaminados, una explicación que ha suscitado escepticismo entre muchos expertos en antidopaje.
Los críticos consideran que este incidente es el último de una serie de casos en los que China y el COI se hacen la vista gorda ante los resultados positivos de su programa de natación, y que las agencias mundiales antidopaje no garantizan la igualdad de condiciones para los deportistas de alto rendimiento.
La controversia sigue su curso, ahora el caso está bajo investigación adicional en Estados Unidos. A finales de mayo, un Comité de la Cámara de Representantes sobre China pidió al Departamento de Justicia y al FBI que investigaran el caso conforme a una ley federal que permite investigaciones sobre sospechas de conspiraciones de dopaje incluso si ocurrieron fuera de Estados Unidos. La investigación fue confirmada por la Federación Internacional de Natación, quien afirma que se ha ordenado a su director ejecutivo que testifique como testigo en la investigación.
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Vivimos en una era en la que las naciones autocráticas como Rusia, China, Bielorrusia, Arabia Saudita y Qatar invierten cada vez más fortunas en federaciones deportivas internacionales y toman control sobre ellas. Países en los que el deporte está bajo pleno control gubernamental. Naciones que buscan prestigio internacional a través de atletas con poca o ninguna libertad de elección personal. Y países donde las medidas antidopaje independientes son tan creíbles como una pastilla que contamina toda la cocina de un hotel.
Jesús Elorza es Licenciado en Educación, profesor en la UPEL