Agua mala, por Aglaya Kinzbruner

Twitter: @kinzbruner
¿Es posible que una medusa se enamore locamente y deje hábitat, casa y familia por el amor de su vida? Digamos que es poco probable porque no tiene corazón. ¿Es posible que una medusa tenga como pasatiempo crear silogismos, desde los más sencillos hasta llegar a la falacia por un resultado cómico como aquel Algunos reptiles tienen patas/Los perros tienen patas/Los perros son reptiles? Imposible, no tiene cerebro para eso, es más ¡la pobre ni siquiera tiene cabeza!
Sin embargo, quién se haya encontrado con un banco de medusas o tan siquiera una sola podrá enseñar en sus brazos y cuerpo unas rayas rojas terribles. Como vimos no hace falta corazón ni cerebro para lanzar dardos que causan daño.
Aunque los royals ingleses se han tomado a la ligera, impávidos y como si nada el libro Spare del príncipe Harry, no dudamos que el libro causó cierto malestar, cierto dolor al ver que alguien quien tuvo tanto haya podido corresponder en forma tan mezquina a su familia, sus allegados y todo lo que le rodeaba. Según Tina Brown de The Guardian, una de las pocas buenas decisiones de Harry fue seguir el consejo de George Clooney de emplear al excelente escritor y también ghost writer J. R. Moehringer para escribir su Memoir.
Si el estilo de este escritor fantasma es muy bueno y prácticamente hace milagros en cuanto a lo legible y ágil de la forma, eso no puede aplicar al contenido ya que éste no depende de él. Por ejemplo, ¿cómo se le ocurre a Harry decir que mató a 25 talibanes en Afganistán durante su servicio militar? Eso desató la ira de los veteranos británicos. «No es así como se comporta alguien en el Ejército» lo recriminó el ex coronel Tim Collins, «ha atacado públicamente a su otra familia, los militares. Nos ha hecho un flaco favor».
Y cuando Harry dice que estos talibanes eran sólo unas piezas de ajedrez en un tablero no podemos dejar de pensar en la escritora, guionista y genial creadora de Harry Potter, J. K. Rowling, quien destinó una cantidad ingente de libras esterlina para salvar a cien abogadas afganas que estaban en la lista de «pico de zamuro» de los talibanes. La falta de tacto y buenos sentimientos de Harry, su total inmadurez se encuentran por fuera de toda posible definición. Es más, ahora se entiende perfectamente su matrimonio con la tragaldabas de hombres de Meghan Markle quien obviamente no podía encajar en absoluto en la Corte Inglesa. Fue quizás con la deliberada intención de molestar a su familia y de hacerla aparecer racista, xenófoba y excluyente.
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Lo mencionamos justamente como antítesis de J.K. Rowling, (la idea de que se identificara como J.K. Rowling fue de su editor Barry Cunningham de Bloomsbury quien pensó que si se sabía que era mujer vendería menos libros) quien tuvo en sus comienzos una vida muy difícil y supo salir adelante con todo el esfuerzo del mundo. Perdió a su padre quien siempre apoyó su deseo de ser escritora por una grave enfermedad, la esclerosis múltiple. Hoy en día que es «billionaria» dona importantes cantidades a la Multiple Schlerosis Society of GB . Fue a la universidad de Exeter y luego trabajó como secretaria bilingüe. Siguió a Portugal como profesora de inglés y se enamoró de un periodista portugués, Jorge Arantes. Al año se había acabado el matrimonio porque él le ponía cachos un día sí y el otro también. Tuvo que volver a Gran Bretaña con su hija Jessica y una gran depresión.
Y ahí poco a poco empezó como el ave fénix, a renacer. Volvió a trabajar como secretaria, pero ya para entonces dominaba cuatro idiomas, inglés, portugués, francés y alemán y en el poco tiempo libre escribió su primer libro, Harry Potter y la Piedra Filosofal. Mandó el manuscrito a muchos editores y, al año por fin consiguió uno. Por describir tan bien a un mundo mágico creemos que desde lo más profundo de su corazón cree en algún tipo de magia. Desde lo más profundo de su corazón, Harry no cree en nada.
Aglaya Kinzbruner es narradora y cronista venezolana.
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