¡Ahora sí, a votar!, por Héctor Pérez Marcano
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El cuadro político surgido de los eventos recientes nos indica que debemos prepararnos para una lucha larga, lo cual exige también una mejor organización. La fortaleza del régimen nos indica que no será fácil derrotarlo. Controlan a las FANB y un aparato represor que no vacila a la hora de reprimir.
La mafia militar no vacila a la hora de defender lo obtenido en el saqueo de nuestra riqueza.
El régimen ha sido hábil al ubicarse en uno de los bloques “geopolíticos” que pugnan en el escenario internacional y libran una especie de “guerra tibia”. Rusia, China, Irán, Corea del Norte y a veces Turquía y Arabia Saudita les han sido muy útiles para vender algo de petróleo, oro y obtener gasolina. Ello conlleva el riesgo de convertirnos en objetivo militar si la “guerra tibia” se calienta, como ha sucedido recién entre Irán y EE. UU.
El cuadro político surgido de los eventos políticos de diciembre nos indica que debemos prepararnos para una larga y paciente lucha política. La fortaleza del régimen nos indica que no será fácil derrotarlo. El régimen está blindado a lo interior, dado que es apoyado por una mafia de militares y civiles.
Debemos prepararnos y trabajar para una larga lucha política que forma parte de la “guerra tibia” que libran China y EE. UU. en la que incursiona también Putin con su política expansionista.
El régimen, hábilmente, se ha inscrito en uno de los bloques que la geopolítica de hoy nos revela. Nosotros debemos alinearnos, claramente, con el bloque que nos permita anular la asimetría que hasta ahora favorece al régimen.
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Por ello, propongo que adoptemos una táctica y una estrategia que esté acorde con ese cuadro político que ha surgido desde la debacle del régimen en el evento del 6 de diciembre. No podemos tapar un hecho ineludible. El pueblo, mayoritariamente, rechazó al régimen que ha sido apabullado por el 70% de abstención, aun cuando contaba con todos los recursos del poder no logró llegar más allá del 30% de participación. No importa que el PSUV pregone que obtuvo dos tercios de la Asamblea Nacional.
El pueblo rechazó a los Parra, Timoteo Zambrano, al MAS y a Claudio Fermín, cómplices que ahora quedan asociados a crímenes de lesa humanidad, reos posibles de la Corte Penal Internacional, como acaba de ratificar otro informe de la ONU.
Será un Poder Legislativo nulo porque ya más de 60 gobiernos han dicho que no lo reconocen. Ahora toca a la oposición actuar con tino para que las próximas jornadas electorales rematen lo que ya se inició: la derrota definitiva de Maduro y su combo.
La pregonada nueva política económica fracasará como han fracasado en Cuba los intentos de imitar Den Xiao Ping.
Por ello, la unidad es tarea fundamental de la oposición. El 6D no había otra alternativa sino abstenerse; participar hubiera sido una complicidad con el régimen, pero aunque hayan recuperado formalmente la Asamblea Nacional quedó al descubierto que la gran mayoría del pueblo la considerará espuria. Formalmente podrán funcionar, pero siempre estará cuestionada.
La oposición ha obtenido un dato irrefutable, 70% rechazó el fraude absteniéndose.
Ahora la tarea principal de la oposición, además de unirse, es convertir ese 70% de abstención en votos para lograr ganar la mayoría de las gobernaciones y alcaldías que, conquistadas, se convertirán en frentes de lucha, en bases políticas que terminarán con el régimen.
Ahora debemos ser los campeones de la participación electoral.
Propongo ir ganando poder regional hasta poder anular al poder central.
Dos consignas deben presidir la acción popular. Unidad y Votar.
Héctor Pérez Marcano fue dirigente político y diputado del Congreso de la República.
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