Al menos 25 personas, entre ellos 6 periodistas, murieron en ataque de EI en Kabul
Una vez más, el grupo radical Estado Islámico vuelve a hacer de las suyas matando a más de 20 personas este lunes. Según las últimas cifras, los atentados contra civiles causaron dos veces más víctimas en los primeros tres meses de 2018 -763 civiles muertos, 1.495 heridos- que en el mismo periodo de 2017.
El Estado Islámico (EI) se atribuyó el doble atentado suicida registrado este 30 de abril en Afganistán que cegó la vida de al menos 25 personas, entre ellos seis periodistas.
La organización yihadista afirmó que el primer atentado golpeó la sede de los servicios de inteligencia en Kabul y el segundo a los periodistas que acudieron al lugar.
«Los apóstatas de las fuerzas de seguridad, de los medios y otras personas acudieron al lugar de la operación, donde un segundo hermano kamikaze los sorprendió con su chaleco explosivo», subrayó.
Según un balance del ministerio de Interior actualizado hacia mediodía, el doble atentado causó al menos 25 muertos y 49 heridos.
«Seis periodistas y cuatro policías figuran entre los muertos en estas dos explosiones», precisó a la AFP el portavoz del ministerio, Najib Danish.
Shah Marai, jefe del servicio fotográfico de la oficina de la AFP en Kabul que se había trasladado al lugar de la primera explosión, murió en la segunda, ocurrida unos 30 minutos más tarde.
Shah Marai trabajaba desde 1996 para la AFP y había cubierto ampliamente la situación en el país bajo el régimen talibán y la invasión estadounidense de Afganistán en 2001, consecutiva a los atentados de Al Qaida en Nueva York y Washington.
Otros cinco periodistas perdieron la vida en esta explosión. Todos trabajaban para televisiones afganas, uno de ellos para el canal Tolo News, que en 2016 fue blanco de un atentado que dejó siete muertos y fue reivindicado por los talibanes.
Según una fuente de la seguridad afgana, el kamikaze que atacó el lunes a la prensa se había mezclado entre los reporteros «llevando una cámara».
«El kamikaze se hizo estallar entre los periodistas y causó víctimas», dijo a la AFP el portavoz de la policía de Kabul, Hashmat Stanikzai.
«Estamos devastados por la muerte de nuestro fotógrafo Shah Marai que era testigo desde hacía más de 15 años de la tragedia que golpea el país. La dirección de la AFP saluda el valor, el profesionalismo y la generosidad de este periodista que había cubierto decenas de atentados antes de ser él mismo víctima de la barbarie», declaró la directora de la Información de la agencia de noticias, Michèle Léridon.
Numerosos mensajes de simpatía y condolencias llegaron a la oficina de la AFP en Kabul, otro de cuyos periodistas, Sardar Ahmad, murió en marzo de 2014 junto a toda su familia -salvo un hijo de tres años- en un atentado talibán.
Sardar era amigo cercano de Shah Marai, que deja por su parte seis hijos, el último de ellos de pocas semanas.
Kabul se ha convertido, según la ONU, en el lugar más peligroso de Afganistán para los civiles con una recrudescencia de los atentados, generalmente perpetrados por kamikazes y reivindicados por los talibanes o el EI.
Con información de AFP