Alfonso Campos Jessurun: El primer gran bloqueo fue del propio gobierno
El primero de la lista nacional de El Cambio, el partido del expastor evangélico Javier Bertucci, aboga porque una nueva Asamblea Nacional se dedique a resolver la crisis económica. También señala que la consulta popular, un evento que promueve la oposición mayoritaria en respuesta al 6D, es ineficaz y solo dividirá el voto
Alfonso Campos Jessurun, secretario general de Esperanza por el Cambio, no viene de las lides políticas. El teniente coronel retirado de la Aviación, que se había unido a la iglesia evangélica en 2006, colgó el uniforme en 2012, y escaló hasta convertirse en pastor en Caracas. Cuando Javier Bertucci decidió sumarse a la arena política, también siguió los pasos de su mentor y ahora está en la carrera por conseguir uno de los 267 puestos de la Asamblea Nacional que se elegirán el próximo 6 de diciembre.
Entre las propuestas que Campos Jessurun quiere llevar al parlamento como diputado son cambios en el marco económico, así como establecer mesas de resolución y seguimiento para esta crisis. También asegura que quienes apuestan al abstencionismo en estos comicios, que han sido rechazados por la Asamblea Nacional y algunos organismos, “están fuera del país o están financiados desde el exterior”.
Asegura que han medido “la necesidad” de cambio que tiene el país a través de las visitas que realizan en barrios y comunidades al interior del país, donde en cada visita se reparten sopas y alimentos básicos, y ven que los ciudadanos principalmente de extracto pobre tienen ganas de participar en las venideras elecciones.
Otra de las cosas que menciona Campos Jessurum, que fue comandante de unidad durante su tiempo en la Aviación y llegó a formar parte de la Guardia de Honor presidencial (aunque aclara que sin filiación política), es que la política en Venezuela “necesita recuperar los principios y valores para poder normalizar el ejercicio político y que sea de honestidad, que la necesidad del pueblo esté por encima de las ideologías que podamos representar”.
– ¿Por qué lo ponen de primero en la lista nacional y no a Javier Bertucci?
— Aquí es donde se puede demostrar la visión política, de principios y valores, más allá de una oportunidad para asumir posiciones de poder. Si tu lo evalúas, siendo el presidente del partido (Bertucci) podría optar a ser primero de lista y quedarse en ese puesto, pero toma peso el ejercicio político, la influencia y el liderazgo que tiene en Carabobo y que no quería dejar de ser un proyecto viable en garantizar la representación del estado en la nueva Asamblea Nacional. El que le sigue en la estructura del partido, Javier Segovia, es primero de lista en el estado Bolívar por la Alianza Democrática, y sigo yo en la estructura por lo que fui designado para liderar la lista nacional.
– ¿Qué propuestas tiene como candidato?
— Hay un grupo de propuestas que son una ruta de salida. Si bien es cierto que la principal tarea de la Asamblea Nacional es la legislación y contraloría de los otros poderes del Estado, queremos proponer una revisión amplia del marco legislativo que tiene como base el ejercicio económico en el país, la revisión de leyes que se utilizaron para justificar la expropiación y estatización de empresas; a la vez realizar la contraloría de estas empresas que fueron estatizadas o expropiadas y que no tienen una producción medible en estos momentos.
También queremos una revisión profunda a los sueldos y pensiones, buscar en anclaje de éstos a las divisas que se toman como referencia en el sistema bancario venezolano, pero para ello hay que buscar inducir a través del marco legal necesario el Estado de derecho que genere confianza a inversionistas nacionales e internacionales.
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Las sanciones y el bloqueo que están en Venezuela, que ciertamente no fueron el origen de la crisis pero sí la agudizan, tiene la limitación de que te puede limitar todo esto, por lo que todas estas propuestas van a la par de la búsqueda de establecer una mesa de resolución o seguimiento a la política exterior y poder ser reconocidos, principalmente ante el Grupo de Contacto de la Unión Europea y Estados Unidos y poder hacer la apertura a una salida, buscar la flexibilización de la sanciones.
Insisto, las sanciones no son las causantes de la crisis. El primer gran bloqueo que vivió Venezuela fue del propio gobierno al iniciar una política cambiaria restrictiva, la estatización o expropiación de empresas además del ataque al sector privado.
– ¿Ustedes quieren reemplazar a la oposición que lidera como Juan Guaidó como interlocutores con Estados Unidos y la UE?
— Si bien es cierto que más del 80% rechaza el ineficiente gobierno de Nicolás Maduro, no significa que el 80% está de acuerdo con las medidas que se impulsaron desde una parcialidad de la oposición, medidas que Estados Unidos reconoce que han sido erradas. Entonces, ¿Quién excluye a estos interlocutores? Se hace necesario nuevos interlocutores para buscar nuevas salidas. En dos años no hemos avanzado ni un centímetro en buscar nuevas salidas a la crisis.
Cuando se evalúa, la verdadera crisis política se generó, ya estado en chavismo en el poder, cuando más del 70% en el 2005 se abstuvo y se le permitió al gobierno tomar las medidas de control cambiario, control de precios, de leyes habilitantes que dieron como resultado la crisis que estamos viviendo en 2020. El gobierno utiliza el discurso de asumir la culpabilidad a una oposición radical y a un bloqueo y sanciones que no son ciertas, están buscando una excusa externa a un problema que es interno.
– Sus expectativas son lograr la mayoría en la AN, ¿Qué tan reales son? ¿Cuántos diputados aspiran dentro del partido y la alianza?
— Tenemos proyecciones, pero queremos reservarlas porque solo son aproximaciones porque están ajustadas a la abstención que pueda haber el 6 de diciembre. Nosotros esperamos una participación mínima del 50%, a los efectos de poder romper el mínimo de los dos tercios o la mayoría absoluta que pueda alcanzar el oficialismo. Si rompemos los dos tercios ya nosotros estamos en el punto donde podemos hacer mediación en discusiones donde las decisiones de la Asamblea como la elección de los representantes de las distintas esferas del poder nacional, la reinstitucionalización del Estado, la promulgación de leyes orgánicas.
Venezuela necesita un pluralismo político que pueda tomar decisiones consensuadas y que las decisiones importantes del país no queden solamente en una fracción política, y menos que queden en las fracciones de gobierno. Creemos que vamos a poder romper esos dos tercios y seguimos creyendo en la posibilidad de romper la mayoría simple y lograr tomar decisiones que generen un cambio en Venezuela.
– Si pasa el escenario contrario y quedan como minoría, ¿Cómo impulsar el debate o leyes desde esa posición?
— Yo pienso que el gobierno ya no puede más, la situación económica del país los tiene ahorcados y sin saber qué decidir. Cuando ves las decisiones que toma este ineficiente gobierno, están más asociadas a la improvisación, son producto del desespero y que perdieron el control político y económico del país, lo que ha llevado a Venezuela a una catástrofe económica.
No va a venir una decisión del gobierno si no hay consenso, pero me pongo firme en esta posición y no creo que seremos minoría ante este gobierno. Lo que nosotros realmente estamos censando es una realidad que va más allá.
– En esas proyecciones que ustedes hacen, ¿ven verdadera intención de participar en las elecciones o ha calado el discurso de no participación?
— Depende de donde tomes la impresión, pero la verdad es que en un alto porcentaje la gente quiere participar, expresar su inconformidad con este gobierno e incluso hay sectores afines al gobierno que quieren mostrar su disgusto y su voto castigo hacia el gobierno. Es una realidad que hemos medido, no puedo hablar de cifras pero es la sensibilidad que hemos visto.
– También mencionaba que el gobierno se siente ahorcado, pero vemos que sigue tomando decisiones. ¿Cómo plantear una negociación desde la Asamblea Nacional, todos estos proyectos que proponen, sin que les pase como al actual parlamento?
— Si yo como oposición ofrezco salidas que estén fuera del contexto democrático, basadas en cuentos inverosímiles, lógicamente que me pone como objetivo a ser buscado. Creo que el error de la oposición en 2015, siendo Asamblea Nacional, fue prometer sacar al gobierno. Esa no es la función del parlamento. La función específica de la AN es legislar, crear marco legal y ser contraloría del resto de los poderes. No puedo salir de ese marco.
La diferencia con esta oposición, que considero sensata y aterrizada, es que puede proponer salidas desde el punto de vista constitucional que son diferentes a las propuestas. Creo que eso quedó demostrado con la mesa de diálogo nacional y que la mayoría de los factores de oposición que conformamos la alianza democrática estuvimos allí; se han venido cumpliendo las 18 garantías propuestas, y una de ellas fue el nombramiento de un nuevo directorio del CNE con una correlación distinta, que por primera vez tenemos a un rector dentro de la Junta Nacional Electoral, lo que nos ha permitido estar más cerca de las auditorías. Esto nos ha permitido romper con los mitos que se han levantado en contra del proceso electoral.
Las características de esta oposición, que no puedo negar los excesos del régimen en su contra, es que queremos distanciarnos en la normalización del ejercicio político, romper la polarización, generar la distensión necesaria donde se recupere la confianza en el ejercicio político por parte de la sociedad venezolana y que se pueda demostrar con objetivos alcanzables. Se nombró un nuevo CNE, vamos a unas elecciones que son constitucionales así no las quieran reconocer. Nuestra lucha es titánica porque tenemos que luchar además contra el abstencionismo, no contra quienes lo promueven, porque nosotros queremos una estrategia medible. La táctica sin estrategia es el mayor de los ruidos ante una derrota.
Contra la consulta
Uno de los aspectos que está claro para Esperanza por el Cambio es que la consulta popular, un evento que promueve la Asamblea Nacional para rechazar las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre por considerarlas un «fraude», es que solo tiene la intención de dividir el voto opositor en estos comicios.
En la consulta, que se realizará bajo una plataforma multimodal y una fase virtual presencial entre el 6 y 12 de diciembre, se ofrece a la ciudadanía responder tres preguntas con modalidad de respuesta simple (sí o no) que autorizarían al parlamento y el gobierno interino solicitar mayor apoyo de la comunidad internacional para lograr un cambio político.
Sobre la consulta popular, ¿Qué pasa si ese evento reúne más votantes que las elecciones?
— Hay que esperar. Yo como ciudadano no estoy en contra de una consulta, lo que estoy en contra es que se utilice en los tiempos cercanos a las elecciones expresando que tiene un propósito más allá de consultar. No tiene sentido que le preguntes a la población si quieren un cambio político, que no esté Nicolás Maduro. ¿Me van a hacer las mismas preguntas que el 16 de julio de 2017? No tiene sentido que me lo vuelvan a preguntar, ¿de qué sirvieron esas preguntas?
Hacer esta consulta me dicta a mí que la estrategia, más allá de consultar, pareciese que busca boicotear un llamado constitucional que son las elecciones del 6 de diciembre. ¿Qué es más anticonstitucional ¿Las elecciones o la consulta? De todas maneras esperemos a que eso ocurra.
– ¿Hubiesen estado de acuerdo si la consulta se hace en otras fechas?
— Lo que pasa es que la consulta popular la está convocando un grupo de la oposición que fracasó en estrategias que comprometieron a todos los venezolanos. El motivar sanciones y bloqueos va en contra del venezolano que está necesitado, no del que está en el exterior promoviendo esto, sino del que sale a trabajar.
Tomar decisiones de este tipo, sin medir, es defender una posición política sin respetar al pueblo y esto no lo podemos apoyar. Aunque tenga una base constitucional, no se puede apoyar que el objetivo sea sacrificar al pueblo. Pareciera que buscan más defender posiciones políticas que garantizar soluciones al pueblo.
Auditorías y campaña
A pocos días de que se termine la campaña electoral, y con la totalidad del material electoral y de bioseguridad entregado para estas elecciones, en las que se han dispuesto 32.630 máquinas de votación entre las mesas habilitadas (29.622) y un porcentaje (10%) que se mantendrá en caso de contingencia; no han sido pocas las denuncias que han realizado las organizaciones políticas a este proceso.
Desde Esperanza por el Cambio aseguran que todas sus observaciones y señalamientos a todos los eventos del cronograma electoral han sido atendidos por el directorio del Consejo Nacional Electoral, e incluso han podido conversar con las autoridades del Plan República y de la Comisión de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) para regular aspectos como los llamados “puntos rojos”.
– ¿Cuáles han sido las observaciones que han realizado al CNE en cuanto a auditorías?
– En términos generales, todas las actividades se han cumplido con algunas variaciones producto de las pandemias y que no se tenían las máquinas, que llegaron justo cuando debían iniciar las auditorías. Todos estos cambios han sido conversados con las autoridades del CNE y se han corregido, como las observaciones en el retraso de las auditorías.
No hay aspectos que el CNE no haya cumplido, incluso el acompañamiento y observación del Ceela, le hemos hecho observaciones en cuanto al ventajismo del oficialismo sobre uso de recursos del Estado y lo que usualmente ocurre en día de elecciones con estos puntos de control del oficialismo. Ya se anunció que no van a estar o tendrán una distancia mínima de 200 metros para que no puedan hacer incidencia en el voto.
– Mencionaba el ventajismo del oficialismo. Hay partidos que se han quejado públicamente de esto. ¿Lo comparten?
— Nosotros apoyamos esos pronunciamientos en cuanto al ventajismo. El CNE ha ordenado y hemos visto algunos cambios, como que Venezolana de Televisión ha permitido la promoción de otros partidos no afines al oficialismo.
– ¿Pero se han corregido en su totalidad o ven las mismas irregularidades en campaña?
— Estamos esperando el informe oficial. Algunas cosas se han corregido, otras por corregirse pero hemos hecho los señalamientos pertinentes.