Álvaro Uribe Vélez en la Colombia al revés, por Alexander Cambero

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Una juez de cuyo nombre no quiero acordarme acaba de condenar a doce años de cárcel domiciliaria al expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez. Este inaudito hecho, consumado por las huestes de la venganza política, deja al desnudo el carácter nauseabundo de una justicia que responde en muchos casos a los tentáculos del crimen como expresión de la perversidad. Poniendo en entredicho la reconocida independencia de poderes de la cual gozaba la nación como referencia universal.
Todos sabemos que detrás de la decisión está el totalitarismo en todos sus matices. No le perdonan al gran mandatario antioqueño su acendrado amor por la suerte de su país por el cual ha entregado lo mejor de su esfuerzo. Su administración se caracterizó por su firme defensa de la institucionalidad democrática. Una lucha sin cuartel contra el narcotráfico y el terrorismo generado por una guerrilla asesina de seres inocentes y vocera eterna de ideas que se contraponen a la civilidad. Aquellos grupos alzados en armas que se encargaron de sembrar a Colombia de muerte y ataúdes son actores principales de esta celada atroz bajo el amparo de los vestigios de una manipulación interesada de la justicia.
La oscuridad infinita sufre por el gran cariño que tiene la inmensa mayoría de los colombianos por Álvaro Uribe Vélez. Cuando anda en las calles, se multiplican las muestras de simpatía. En Contraposición con las figuras de la guerrilla y el narcotráfico que son repudiados y tienen que permanecer ocultos en sus santuarios. Sin embargo, gozan plena libertad a pesar de sus múltiples crímenes.
Un personaje sombrío como Ernesto Samper pontifica sobre democracia en foros internacionales cuando todo el mundo sabe que fue financiado por dinero del crimen. Los líderes guerrilleros andan dándose la gran vida mientras a los honestos se persiguen por el simple hecho de haberlos descubierto y enfrentados con valor. Es el mundo al revés que asoma sus miserias entre la rendija de una justicia que dicta sentencia respondiendo a los intereses de la cobardía.
Todo esto lo agita el terrorismo internacional. El expresidente es una figura cumbre de la libertad. Una voz que temen por ser sólida en la firme convicción del pensamiento democrático. Su indeclinable defensa en pos de la América sin cadenas de opresión es una piedra en el zapato de los retrógrados.
Quienes crean que Álvaro Uribe Vélez retrocederá están absolutamente errados. Demasiado amor por sus congéneres existe en su tanque. Es fundamental no dejarlo solo. Su causa es la libertad de todos, su cárcel domiciliaria es tratar de inducir al miedo y llevarlo hasta el punto de buscar la parálisis de las fuerzas democráticas.
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Para derrotar al continuismo es necesario UNIRSE deponer proyectos personales y pensar en grande a la Colombia que ama, sufre y espera… No queda de otra.
Alexander Cambero es periodista, locutor, presentador, poeta y escritor.
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