ANC intentará sumar a la oposición al debate pero se puede acabar con dos constituciones
El constituyente Saúl Ortega aseguró que hay sectores de la oposición dispuestos a participar del debate de la nueva carta magna. El analista Óscar Vallés advierte que la guerra civil española comenzó con dos sectores cada uno con una constitución
Mientras 2018 llega a su final, Venezuela se asoma al momento en que se dilucidará el rol definitivo que cumplirá la Asamblea Constituyente (ANC) en la vida política del país, ya que en agosto se cumplirá el lapso de dos años que, en principio, se planteó el organismo para funcionar, por lo que en teoría para esa fecha deberá contar con un proyecto de constitución que someter a la voluntad del electorado con el objetivo de sustituir el texto impulsado por Hugo Chávez en 1999.
El presidente de la comisión Constitucional de la ANC, Hermann Escarrá, declaró en noviembre pasado que el 90% de las comisiones había entregado su informe respectivo y que en enero de 2019 comenzaría a discutirse el proyecto de carta magna en el seno del llamado “poder originario”.
Mientras tanto, el ex ministro de Educación Elías Jaua declaró en una entrevista al portal Sputnik que se requiere reconstituir el Parlamento «para poder iniciar un proceso de renegociación de la deuda, y por tanto de acceso a las fuentes de financiamiento que requiere el país para levantar su producción nacional», argumentando que, dado que la Asamblea Nacional (AN) está en desacato, difícilmente se podrá acceder a fuentes de financiamiento sin renegociar la deuda.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el presidente del ente, Diosdado Cabello, aseguró que el organismo plenipotenciario podría incluso extender el tiempo de funcionamiento, con lo que se consolidaría el rol de supra poder de la ANC, mientras el objetivo natural de redactar una nueva constitución quedaría relegado.
En todo caso, es en 2019 cuando la controversia por la ANC llegará a su punto culminante y cuando el país podría pronunciarse de una manera u otra sobre el proceso
Para el constituyente Saúl Ortega, el inicio del debate del proyecto de constitución será una ocasión propicia para que sectores de la oposición se incorporen a la discusión y hagan aportes para que así, sostiene, el texto sea producto de un consenso.
“Yo espero que los sectores que de verdad están comprometidos con la democracia, la institucionalidad, aprovechen la coyuntura política para acercarse y hacer propuestas. Lo ideal sería que votemos una constitución que de alguna forma recoja las opiniones, aspiraciones, de todos los sectores de la vida nacional que están comprometidos con la democracia” expresó en conversación con TalCual.
Aseveró que hay una oposición que está casada con la propuesta del diálogo y que puede hacer planteamientos al gobierno “y pudiésemos ir a un debate sobre el tema constitucional que unifique a la nación frente a las amenazas y peligros que se ciernen por la amenaza imperialista, que no cesa de agredirnos, bloquearnos, cerrar la importación de bienes y servicios fundamentales como medicinas y comida, así como tecnología para la industria petrolera”.
En su opinión, el debate podría unificar al país, como nación, frente a tales amenazas para así entrar en un período de prosperidad y atención a las grandes necesidades de la población.
“Es una bonita oportunidad para que el año que viene la clase política dé un gesto de altura, de estar casados con las necesidades del pueblo sin que nadie renuncie a su rol”, acotó el constituyente.
Señaló que le toca al chavismo crear un ambiente para que el sector de la oposición que desea hacer aportes lo haga.
“Yo conozco factores de la oposición que están influyendo en la Asamblea Nacional (Parlamento) y fuera de ella, algunos dentro de la MUD y otros fuera de ella, que incluso lo declaran ya, que ellos apuestan a la política. Y uno de los escenarios del diálogo es fundamental. Si no lo hacemos, lo otro es que nos matemos, la guerra. Político que se niegue a discutir se está negando a lo esencial de la democracia. Creo que hay sectores que pronto van a vencer el chantaje, que desde afuera le imponen sobre todo desde los EEUU y van a dar su paso porque también lo necesitan sus militantes y bases”.
Resaltó que las bases de diversos partidos están enviando un mensaje de racionalidad porque rechazan que, formando parte de un partido político, no puedan participar en un proceso electoral
Aunque el ex ministro de Educación Elías Jaua aseguró en una entrevista a la BBC que la ANC tenía tres opciones (elaborar un nuevo texto constitucional, ratificar el actual o hacer una reforma puntual), Saúl Ortega estima que la realidad del país impone contar con una carta magna adecuada a los tiempos actuales.
“Creo que la coyuntura política demanda mejorar la Constitución del 99, que es la base de partida, para adecuar y modernizar el país y es una buena oportunidad para que la oposición aproveche para presentar sus propuestas y nosotros, los que tenemos algunas observaciones que deben ser incorporadas… el momento es este. Los cambios que requiere la sociedad venezolana y las demandas hacia el futuro por los próximos 50 años va a provenir del proceso constituyente, es una oportunidad histórica para que los venezolanos digamos ‘tenemos que modernizar este país, conseguir la prosperidad, ir hacia un cambio en algunas instituciones que todavía tienen tufo de la IV República y no han salido de ese marasmo’”, explicó.
Provocación
Por su parte, el analista político Óscar Vallés expresó que mientras la ANC se convirtió para el Gobierno en una alternativa ante una coyuntura política, la de la conflictividad que existía en 2017, actualmente tiene que asumir compromisos de plazo y de fondo, como sería la elaboración de la nueva constitución, pero advirtió que las políticas del Ejecutivo no tienen un solo propósito ya que el chavismo “busca siempre cobrar en varias taquillas”.
“Ya cobraron en la taquilla del apaciguamiento, ahora hay quienes quieren cobrar la taquilla de la reforma institucional, que persigue preservar el estado de hegemonía política de la revolución y llevarla a sus máximas consecuencias”, apuntó el politólogo.
Considera Vallés que esta situación presenta tres opciones para 2019: la primera que la ANC no proceda en lo inmediato a aprobar un texto constitucional; el segundo, que busquen vías de participación para tratar de darle un carácter colectivo y popular al debate constitucional con miras a su aprobación; y en tercer lugar, que la ANC apruebe el texto y se le ponga el ejecútese sin pasar por un referendo de aprobación. Cabe recordar en este último escenario, que Diosdado Cabello aseguró luego de la jornada del 9D que no habría más elecciones en Venezuela por los próximos tres años.
Vallés cree que este último escenario tiene menos posibilidades porque con él “cambia definitivamente el sentido del estado de derecho en Venezuela, cuando actualmente tenemos un régimen político que se desvía de ciertas normas constitucionales y de la legalidad del país”
El también profesor de teoría política cree que el Gobierno va a requerir estratégicamente hacer algún tipo de referendo aprobatorio “y la discusión no es tanto si Diosdado (Cabello) quiere o no, el problema que tiene el país es si ese referendo aprobatorio va a ser con las mismas bases comiciales que sirvieron para elegir los diputados o a través del voto directo, universal y secreto”.
Insistió en que una constitución debe ser aprobada por todos los venezolanos mayores de edad, pero que el Gobierno pudiera convocar una consulta con las mismas bases comiciales con las que fue elegida la ANC, esto es por sectores de la sociedad (trabajadores, empresarios, comunas, etc.)
“Ahí estará centrada la discusión. Algunas personalidades de la oposición han señalado que el proyecto de constitución debe ir a referendo y se han ganado críticas por parte de los sectores que no reconocen nada de lo que salga de la constituyente, y creo que cuando exigen el referendo aprobatorio están pensando en una elección directa, universal y secreta”, indicó
Vallés vaticina que veremos en el primer trimestre de 2019 intentos por parte del Gobierno para bañar de pueblo y darle un sentido colectivo a una discusión (la del proyecto de constitución) que hasta ahora –dice- se ha hecho a puerta cerrada y por camarillas. “Luego viene una fase de debatir si el texto lo van a someter a un referendo aprobatorio o lo aprueban de manera ejecutiva y creo que se van a ir por un referendo aprobatorio. La tercera fase, arrancaría con la gran dificultad de si lo van a hacer por las bases comiciales o por voto universal, directo y secreto y ahí veremos cómo la oposición nuevamente se va a desgajar y desgastar en lo interno de si participa o no en ese referendo”.
El experto descarta las posibilidades de las que habló Jaua en la entrevista citada (ratificación de la Carta Magna de 1999 o una reforma puntual) y recordó que en la Constitución vigente, así como en el decreto de convocatoria, está establecido para la ANC el deber de redactar una nueva constitución.
“El Gobierno puede promover un referendo aprobatorio por votación universal, directa y secreta para provocar a las bases opositoras a participar, sabiendo que hay un gran número de venezolanos que va a tratar de mantener su consistencia política negándose a participar porque desconoce a la ANC, así que el resultado, así vayan a votar 10 gatos, sería muy distinto a si lo hacen de manera sectorial. Ésa sería su estrategia porque sabe de antemano que va a haber un gran problema opositor para movilizar electores. Si la oposición mantiene su posición abstencionista vamos a tener un país con dos pueblos, cada uno con su propia constitución. Así empezaron los españoles, con dos constituciones, y ya sabemos cómo terminó todo con la guerra civil española”, detalló.