Antes del 4F la democracia era incompleta, ahora no existe, afirma Florencio Porras
Uno de los oficiales que participó en el alzamiento de 1992, Florencio Porras, advierte que, lejos de haberse cumplido los ideales de la asonada contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez, Venezuela avanza hacia su disolución como nación en medio de un saqueo generalizado
El 4 de febrero de 1992, Venezuela se despertó en medio de un alzamiento militar. Corría el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, y los habitantes conocían la primera sublevación castrense desde los tiempos del “carupanazo” y el “porteñazo”, de los turbulentos años 60, una intentona infructuosa, impulsada por un grupo de oficiales de medio y bajo rango que se levantaron contra un gobierno que había caído en la impopularidad luego de los sucesos de saqueos y protestas conocidos como “el caracazo”, de 1989.
Fue el día del “por ahora” de Hugo Chávez, uno de los cuatro tenientes coroneles que estuvieron al frente del alzamiento y a quien correspondió, sin lograrlo (supuestamente porque el intento de golpe había sido develado) tomar el Palacio de Miraflores. Paulatinamente, los oficiales que participaron en la intentona fueron incorporándose a la arena política y, llegado el comandante de Sabaneta al poder en 1999, pasaron a ser protagonistas de un proceso político que se prolonga actualmente en medio de una de las peores crisis que ha vivido la República en su historia reciente.
Florencio Porras fue uno de esos oficiales que salieron a las calles en la búsqueda de lograr un cambio en la orientación política del país. Egresado de la Academia Militar en 1985 en el primer lugar de la Promoción General de Brigada “Lucas Carvajal”, tenía el grado de teniente cuando se produjo la asonada. En 1998 llegó a ser diputado al Congreso de la República por el Movimiento Quinta República, luego formó parte de la Asamblea Nacional Constituyente y a partir de 2000 tuvo dos períodos como gobernador del estado Mérida.
Porras: “La legitimidad de Nicolás Maduro es un mal chiste”
En 2012 se alejó de la fórmula oficialista y se postuló por su cuenta de nuevo a la gobernación de Mérida, no obtuvo el triunfo y desde los comienzos de la gestión de Nicolás Maduro (2013) ha sido un fuerte crítico de las políticas implementadas por el sucesor del líder del proceso.
“Ese gesto de rebeldía y sus consecuencias, marcaron al país y particularmente nuestras vidas. La rebelión, la cárcel, las reflexiones tras las rejas y en los cuarteles, nos hermanó en un sueño que lamentablemente derivó desde hace tiempo en una horrenda pesadilla”, escribió en uno de sus artículos el capitán retirado, quien continuó su formación académica logrando maestrías y un doctorado en Ciencias Políticas.
En entrevista con TalCual, Florencio Porras aseguró que la legitimidad de Nicolás Maduro es un mal chiste, que los objetivos del 4F no eran instaurar una autocracia y advirtió que el país avanza hacia la disolución nacional.
Hay un saqueo descarado, asegura Florencio Porras
-Qué opinión le merece el viraje económico de Nicolás Maduro, se prevén privatizaciones por la llamada ley antibloqueo y sus representantes se reúnen con Fedecamaras ¿Cree que ha cambiado la orientación que había dado Hugo Chávez?
-Es un mal chiste. Mientras estos malandros estén en el poder no hay cambio. Puro maquillaje que garantice seguir llenando sus alforjas.
-¿Qué piensa de la llamada ley antibloqueo? ¿Cree que podría ayudar a la recuperación económica del país? ¿Considera necesario que las operaciones se hagan sin dar detalles sobre las mismas?
-La fulana ley antibloqueo, más allá de la retórica, es un esfuerzo más de los pranes en el poder para darle un barniz de legalidad al saqueo descarado y la entrega de lo que queda de riqueza, claro, previo peaje para sus bolsillos.
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En sus escritos, Florencio Porras ha afirmado que el proyecto que se tenía cuando aquel grupo de militares se rebeló terminó desviándose hacia “una autocracia personalista, alimentada del culto a la personalidad, y hasta para quienes le acompañamos era pecado disentir, criticar, reclamar”, y añadió que en medio de una enorme riqueza y fuerza popular e institucional, en estos años se “desarrolló la irresponsabilidad, el populismo, la demagogia, la mentira, el abuso, la violencia, el atropello y la orgía de corrupción que hoy llega a niveles groseros y grotescos”.
Durante la conversación con TalCual, Porras insistió en la necesidad de leer los documentos “Nos alzamos por la Constitución”», “Cómo salir de este laberinto”, “Agenda Alternativa Bolivariana” y “La propuesta de Hugo Chávez para transformar a Venezuela”, donde resalta que están plasmados los ideales de aquella acción de 1992 y se pueden contrastar con lo hecho en estos 22 años.
-Cree que las gestiones de Hugo Chávez y Nicolás Maduro se correspondieron con los ideales del 4F?
-Para nada. Traición total a las banderas del 4F
-¿Si usted fuera teniente activo actualmente como en 1992 qué pensaría de la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro y que haría?
-¿Legitimidad de Nicolás? Es otro mal chiste. Es ilegítimo, ilegal e inconstitucional ¿Qué haría? Estaría preso desde hace bastante rato
-¿Figuraba en los propósitos del 4F la instauración de un gobierno autocrático?
-Estábamos completamente en contra de autocracia, la no separación de poderes, la corrupción y la entrega del país. Todo lo opuesto a lo que acontece desde hace tiempo
La gran farsa
-¿Cree que actualmente hay más o menos democracia que en la IV República?
– La democracia actual es una gran farsa. Antes había una democracia incompleta con muchas carencias. Ahora no hay democracia, quizás el concepto político que más se acerquen sean los de oclocracia (gobierno de la muchedumbre o poder de la turba, una forma de degeneración de la democracia) y kakistocracia (gobierno de los peores). Desde que Nicolás asumió el poder, hemos estado en caída libre hacia la anarquía y la disolución nacional.
-Desde que llegó Hugo Chávez al poder ha habido una participación cada vez mayor de militares en la administración pública. ¿Cree que esto ha sido positivo o piensa que los militares deben volver a los cuarteles?
-Tristemente, la participación de militares activos o retirados en la administración pública ha sido fatal. A la falta de preparación y capacidad, se suma las ansias desbocadas de hacerse de fortunas mal habidas. Da rabia y tristeza… No es que los militares deben volver a los cuarteles, es que se impone una completa revisión, depuración y reingeniería de la institución militar en Venezuela.