Antes…, por Marisa Iturrisa
Gran parte de nuestras conversaciones empieza con la palabra “Antes”…
Antes no importaba que se acabara la harina para arepas porque ibas al abasto y la traías aparte de otras cosas que necesitaras. Podías comprar lo que eligieras, no la cantidad y marca y lo que le dé la gana a quienes se han enriquecido con un “permítanos pensar por usted” no solicitado, como si tu no supieras lo que quieres o necesitas.
Antes nos tomábamos una cocada en la playa y almorzábamos pescado frito con tostones el fin de semana. Podíamos ir al cine una o más veces y había estrenos. Podías escoger noticias, reportajes, cultura, música clásica o popular para oír a través de diferentes emisoras radiales. Comprabas un par de zapatos y hasta dos. Ropa. Unas franelas. Y “bluyines”. Quizás un libro. Merendabas en una pastelería o comías pizza, brindaban una cervecita o un vinito familiares y/o amigos.
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Antes las panaderías tenían lo que deben, o sea pan. Los domingos podías extasiarte leyendo el periódico impreso y acudir a exposiciones en galerías y museos. Podían elaborarse postres populares tan sencillos como Arroz-con-Leche o con-Coco, Buñuelos-de-Yuca-con-Melao, Quesillo, Dulce-de-Leche, Jalea-de-Mango… porque había Azúcar. Podía comprársele comida a las mascotas.
Antes el seguro cubría asistencia médica y en la farmacia conseguías lo que te recetaran. Y algo increíble pero cierto, se pagaba con gusto la eficiencia del metro y también de otros transportes más o menos confiables.
Los alumnos acudían a clase. Ingresar a la universidad requería aprobar un examen de admisión para que después ni la institución ni nadie perdiera tiempo desertando si no estaba preparado. Mal que bien antes podías confiar en lo que tenías, empleo, por ejemplo, y utilidades y prestaciones y lo natural: Aspirar a mejorar… porque -a pesar de las desatendidas fallas que en gran parte nos han traído a la situación actual- las administraciones anteriores ganan corrido en comparación con la que ya sabes porque, Antes, esperabas avanzar y Ahora, amaneces con el convencimiento de que no, así no hay ni habrá avance positivo como Antes, pero, como dijo Cantinflas, “No hay que achicopalarse” y trabajemos duro (no el bélico “luchemos”) para que el hoy-de-cada-día sea mañana el antes superado por el AHORA de libertad, justicia y prosperidad, acatando lo que dice el poema de Mario Benedetti:
No te rindas,
que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños