Arcos Dorados Venezuela impulsa reflexión sobre desafíos y limitaciones de la mujer
En el conversatorio Libertad de ser, organizado por Arcos Dorados Venezuela, un grupo de siete mujeres habló sobre los desafíos que enfrentan al desarrollarse profesionalmente. La falta de mujeres en la alta gerencia de las empresas y la discriminación en los entornos laborales son algunas de las barreras para alcanzar igualdad de género en las organizaciones, señalaron las participantes
Para reflexionar sobre la importancia de la inclusión y la igualdad, así como resaltar las historias de mujeres en el ámbito empresarial, la compañía Arcos Dorados Venezuela, operadora de la cadena de comida rápida McDonald’s en Venezuela, realizó el conversatorio Libertad de ser el pasado 20 de marzo, en el marco del mes de la mujer.
El evento, realizado en el centro comercial El Recreo en Caracas, contó con la participación de siete mujeres de distintas empresas venezolanas. El cantante y animador venezolano Wilmer Machado, conocido como Coquito, moderó la conversación.
En el panel estuvieron Luzmar Moret, directora general de Arcos Dorados Venezuela, Karina Isea, asistente ejecutiva de la marca Diageo Venezuela; Yanelly Márquez, miembro del comité ejecutivo de la red de servicios profesionales KPMG en Venezuela; Nahury Escalona, especialista de género de ONU Mujeres y Doralys Guilarte, gerente de relaciones corporativas de la cadena de farmacias Farmatodo.
Verónica Palermo y Monik Bulé, vicepresidente y presidenta de la empresa de arquitectura y diseño Proyectos MAF también estuvieron presentes en la conversación.
Las ponentes hablaron sobre los distintos desafíos que han enfrentado para desarrollarse profesionalmente. Yanelly Márquez habló de las limitaciones que impiden a la mujer alcanzar puestos gerenciales en las organizaciones, lo que se conoce como techos de cristal. «Normalmente, consigues que la mayoría (de trabajadores) en las empresas son mujeres, pero cuando hablamos de la alta gerencia, la mujer es la gran ausente», explicó.
Nahury Escalona, por su parte, señaló que las mujeres son relegadas a ciertos ámbitos profesionales. «Nos etiquetan con cosas que ‘son de mujeres’. Se dice: ‘la enfermera y el doctor’, aunque hay un montón de mujeres siendo doctoras», expresó.
Además, resaltó la división desigual de las tareas del hogar entre hombres y mujeres como un factor que incide en la libertad de esta. «Es importante la redistribución de las cargas de cuidados de niños o adultos mayores y de trabajo no remunerado en el hogar. Eso me da libertad para desarrollarme como profesional y como persona», indicó.
Agregó que los hombres deben trabajar también para lograr una mayor inclusión. «Esto no lo vamos a poder hacer sin los hombres como aliados para la igualdad, porque quienes tienen el poder y toman las decisiones son ellos, y nadie va a ceder el poder sin negociarlo», sostuvo.
*Lea también: Bancamiga celebró el Día de la Mujer con emprendedoras comunitarias de Caracas
Luzmet Moret, primera mujer en alcanzar la Dirección Ejecutiva de Arcos Dorados en Venezuela, destacó la necesidad del balance entre la vida laboral y personal. «Gerenciar tanto el tiempo laboral como el tiempo de familia hace que podamos tener una visión más amplia y más estratégica para tomar decisiones», acotó.
La voz de las mujeres en las empresas
Para Karina Isea, se debe escuchar a las mujeres en el mundo corporativo para promover el empoderamiento femenino. «Me hace sentir libre poder decir si estoy o no de acuerdo, pero no todos los entornos favorecen que la mujer levante la voz y exprese sus ideales», explicó.
Márquez, por su parte, resaltó que las empresas deben garantizar un ambiente seguro para las mujeres. Sin embargo, agregó que «eso no se logra de un día para otro». «Se logra a través de políticas corporativas que eliminen la discriminación y promuevan la tolerancia cero al acoso. Eso viene acompañado de educación», comentó.
Doralys Guilarte enfatizó que en el área de las relaciones corporativas, en la que se desenvuelve, las mujeres son relegadas a algunos espacios. «Las mujeres se dedican a las comunicaciones y la responsabilidad social, pero los hombres son los del relacionamiento», sostuvo.
Además, resaltó la importancia de reflexionar sobre igualdad y género en los espacios públicos. «En la medida en la que hacemos estos temas más visibles en un lenguaje potable, más personas comienzan a tener esa semillita de pensar que las cosas se pueden hacer de otra manera», explicó.
«En casa es donde se comienzan a hacer los cambios de mentalidad», opinó la arquitecta Monik Buké. Señaló que tanto hombres como mujeres deben involucrarse en estos temas para que «los techos de cristal se rompan de verdad». «De cara al futuro, no hay otra manera de relacionarnos sino desde la equidad», finalizó.