• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

Argentina: tres momentos memorables, por Alexander Cambero



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Argentina: tres momentos memorables
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Opinión TalCual | diciembre 24, 2022

Twitter: @alecambero


Un balón descosido se estrella con los rieles de la estación de Banfield. Un niño con cara de hambriento recoge la esférica en manos sudorosas de necesidad. Antes, la boca sangrante, por unos puños por defender como fiera los colores de su oncena. Una pasión hasta el último trancazo. En aquella escena se refleja un ardor primigenio. El fútbol es el mayúsculo desahogo de jóvenes que luchaban por distraerse en medio de las dificultades de la Argentina de 1873. Un terreno baldío en la calle Valentín Vergara, era el sitio en donde el balompié en Lomas de Zamora, daba los primeros pasos en la historia desparramada. Como estos escenarios existieron muchos en un país que es potencia mundial de este deporte.

7 de junio de 1974. El gigantesco estadio olímpico de Múnich cobijaba la trepidante final de un mundial de fútbol. Alemania y Holanda regalaron un match sensacional. Frank Beckenbauer contra Johan Cruyff. Los tanques teutones aplastaron al espíritu de los tulipanes. Alemania volvía al triunfo después de su primer mundial ganado en Suiza en el año 1954. Luego de la premiación en la pizarra electrónica del coloso arquitectónico se mostraba un mensaje: Nos vemos en Argentina.

Aquello era todo un desafío para una nación pródiga en enormes futbolistas, pero con una deuda de no haber ganado un mundial. Dos meses después un 21 de septiembre de 1974, el interventor de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), David Bracutto, se reunía con Cesar Luis Menotti, para elegirlo como director técnico. Su trabajo comenzó de inmediato. Organizar un proyecto que uniera al país. No fue fácil lograrlo. En medio de las dificultades. El 24 de marzo de 1976 un golpe militar contra la presidente María Estela Ramírez de Perón, trae la noche aciaga a la vida constitucional secuestrada. Los dientes afilados del vampirismo acendrado del crimen, buscaron que el mundial fuera su oasis.

Jorge Rafael Videla, el inefable dictador, quiso manipularlo todo, solo que César Luis Menotti, no se dejó amedrentar. El técnico creó un sistema hermético. Jugó contra selecciones europeas. Recorrió las provincias buscando el apoyo popular, también a jugadores para formar una oncena temible. Logró construir una organización que dio al traste con el desorden reinante.

El 1 de junio de 1978 se iniciaba el mundial en territorio argentino. La nación estaba envuelta en un frenesí conmovedor. La dictadura estiraba sus manos sangrientas para manchar al balón, pero el fútbol logró deshacerse de sus fútiles intenciones. El 25 de junio Argentina enfrentaba a Holanda en la final del mundial. La albiceleste estaba cerca en la distancia, pero lejos en el tiempo. Su primera final la había disputado en Uruguay, en la otra orilla del Rio De La Plata, demasiado cerca en el trayecto, pero habían pasado cuarenta y ocho años de aquel careo lleno de matices y anécdotas, en realidad lejos en el tiempo.

El estadio monumental estaba a reventar. Cuando el capitán argentino Daniel Alberto Pasarella, se asomó en el túnel, un manto de papelillos cubrió el recinto. El fervor empujaba a aquellos gladiadores con la responsabilidad de arañar la proeza. Frente a ellos el durísimo Holanda, la naranja mecánica, quien modernizó el juego para colocarlo en la estratósfera de los eruditos del balompié.

Aquella batalla ofrecía un escenario para sufrir. Argentina impulsada por millones de corazones deseosos de una corona sobre la cima del mundo. Mario Kempes, entre piruetas, hace el primer gol que desata el éxtasis. El electrizante jugador como un prócer sobre los lomos del viento. Cuando todo parecía cerrado el gigantesco Nick Nanninga clava un golazo. Un empate con sabor a funeral en pleno corazón argentino. Se tuvo que jugar un suplementario para buscar un ganador. Con goles de Mario Kempes y Daniel Bertoni, Argentina se alzaba con su primer título. El país fue toda euforia, el fútbol hizo justicia con una patria paradigmática de ese deporte.

*Lea también: 2022, La final: así es el fútbol, por Fernando Mires

El mundial de México 86 era un reto para una Argentina que había fracasado en la defensa de su título cuatro años atrás. Diego Armando Maradona, era el artífice de aquel equipo. Con renovados bríos la albiceleste fue avanzando entre certezas y dudas. La mágica zurda era la brújula que conducía entre nubarrones. El irreverente jugador asumió el rol que le guardaba la historia. En el horizonte se asomaba Inglaterra. Para los argentinos el recuerdo del conflicto de Las Malvinas transformó el balón en una cuestión de honor.

El 22 de junio de 1986 llenó al estadio Azteca de luces. 114.589 aficionados presenciarían un hecho histórico. Sonrisas burlonas de aficionados ingleses cuando Argentina salió a calentar. Arranca el encuentro con dominio alterno. Cuando el reloj del estadio marcaba el minuto 51 Diego Maradona salta contra el arquero Peter Shinton metiéndola con la mano. Cuatro minutos después una obra de arte es manifestada ante un planeta atónito. Una exhalación atravesó el campo dejando regados a británicos como naipes en manos de un mago.

Gambeteados: Peter Beardsley, Peter Reid, Terry Butcher, en dos oportunidades, Terry Fenwick y al arquero Peter Shilton. Un canto a la vida. Diego Armando Maradona, el hijo humilde de Villa Florito, poniéndolos de rodilla. Un relámpago que hundió la nave británica en aquel césped. Como cuando el 4 de mayo de 1982 los militares argentinos averiaron al HMS Sheffield. Para muchos el arquero Peter Shilton, se asemejaba a la primera ministro Margaret Thatcher. Que el balón que coronó el gol legendario, eran los cohetes franceses Exocet, arrugándoles el alma. Esa tarde el fútbol cobraba de alguna manera. Una obra de un poeta que escribió con la zurda una joya para la eternidad: el mejor gol de todos los mundiales. Tras el partido, Argentina ganaría la semifinal contra la selección de Bélgica por 2 a 0, con dos goles de Maradona, y llegaría a la final de la Copa, consagrándose campeón tras vencer a Alemania Federal por 3 a 2.

Tras la finalización del torneo Diego Armando Maradona, fue premiado con el Balón de Oro como el mejor jugador del Mundial. Segunda estrella en el pecho para Argentina.

El mundial de Qatar 2022 era la última bala para Lionel Messi. El mejor jugador de planeta necesitaba de este lauro para incrementar su leyenda. La victoria en la copa América frente a Brasil en el mítico estadio Maracaná liberó las cargas. El meditabundo Messi encontró la sonrisa en la victoria con la selección. Las dunas del desierto invitaban a encontrarnos. Arabia Saudita le da un cachetazo que los devuelve a la realidad. Tuvo que jugar cada partido como una final, todo desafío. Fue quebrando adversarios hasta tener frente al destino a la extraordinaria Francia. Argentina fue magistral en casi todo el partido. Jugó como debe hacerse en una final. El coraje para ir a lucharla en cada trance.

Lionel Messi dirigiendo una orquesta de excelsos ejecutantes. En el vuelo de balón está la alfombra mágica del mejor jugador que reconoce este deporte. El juego se hizo tan llenó de matices y dramatismo que escaló la cumbre como el mejor juego de todos los tiempos. El desierto aullaba como lobos sedientos de gloria. El futbol bajaba del Olimpo para coronar a Lionel Messi. Solo que agazapado, una fiera esperaba con sus garras. Kylian Mbappe, merodeaba el trono del rosarino. Dos sablazos en el momento menos pensado nos llevaron al alargue.

Tiempos suplementarios que causaron angustia. Los penales hicieron gigante a Emiliano Martínez. Cuando Gonzalo Montiel metió el gol definitivo. El futbol le tributaba a Messi el mejor de los homenajes. Su más grande exponente inmortalizado con letras de oro. Fresca las lágrimas y el corazón ardiente por este logro.

[email protected]

 

Alexander Cambero es periodista, locutor, presentador, poeta y escritor.

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 3.246
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Alexander CamberoArgentinaFútbolOpinión


  • Noticias relacionadas

    • Viejo, por Gustavo J. Villasmil-Prieto
      octubre 18, 2025
    • La paz de un nobel muy merecido, por Alexander Cambero
      octubre 18, 2025
    • La voz de AL en la Asamblea General de las Naciones Unidas, por Irma Torres Garrido
      octubre 18, 2025
    • Nostalgia por la monarquía, por A. R. Lombardi Boscán
      octubre 17, 2025
    • El auge evangélico se modera: Brasil, más plural y menos predecible, por Latinoamérica21
      octubre 17, 2025

  • Noticias recientes

    • Reuters: Juez ordena a Pdvsa pagar $ 2.860 millones a tenedores de bonos
    • Vente Venezuela denuncia más de 30 detenciones arbitrarias en lo que va de octubre
    • Entre la devoción y el desánimo: así esperan caraqueños la canonización de sus dos santos
    • Condenan a 15 años de cárcel a una joven por video sobre el Gobierno hecho con IA
    • Trump confirma que sobrevivientes de ataque a embarcación serán retornados a sus países

También te puede interesar

Felicidad y sentido de la vida, por Oscar Arnal
octubre 17, 2025
El geógrafo de América, por Douglas Zabala
octubre 17, 2025
Acuerdos por la productividad en América Latina y el Caribe, por Marino J. González R.
octubre 16, 2025
Entre la culpa de Nobel y las guerras de hoy, por Luis Ernesto Aparicio M.
octubre 16, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Reuters: Juez ordena a Pdvsa pagar $ 2.860 millones...
      octubre 18, 2025
    • Vente Venezuela denuncia más de 30 detenciones arbitrarias...
      octubre 18, 2025
    • Entre la devoción y el desánimo: así esperan caraqueños...
      octubre 18, 2025

  • A Fondo

    • “Cashealo”: los cambios en la app de financiamiento...
      octubre 17, 2025
    • La "cubanización" del parque automotor venezolano...
      octubre 16, 2025
    • Defensores de DDHH obligados al exilio: estrategia...
      octubre 16, 2025

  • Opinión

    • Viejo, por Gustavo J. Villasmil-Prieto
      octubre 18, 2025
    • La paz de un nobel muy merecido, por Alexander Cambero
      octubre 18, 2025
    • La voz de AL en la Asamblea General de las Naciones...
      octubre 18, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda