Arismendi: la eliminación del tabulador le movió el piso al Gobierno
León Arismendi asegura que la eliminación del tabulador en la administración pública ha generado un amplio rechazo que empieza a provocar un recule en el oficialismo
La justicia social se construye a partir de la riqueza no de la pobreza, afirmó el abogado laboral y director del Instituto de Altos Estudios Sindicales, León Arismendi, quien asegura que la decisión de acabar con los tabuladores le movió el piso al Gobierno pues ha generado un gran rechazo entre los trabajadores de la administración pública.
Arismendi recordó que durante la segunda presidencia de Rafael Caldera se estableció la Comisión Tripartita, con el fin de consensuar, entre otros puntos, los aumentos de salario mínimo, para lo cual se tomaban en cuenta las posiciones de los trabajadores, de los empresarios y del gobierno, algo que el difunto Hugo Chávez se encargó de dinamitar.
La intervención de Arismendi se produjo en el foro Las medidas económicas y sus consecuencias, organizado por la Fundación Espacio Abierto, y copatrocinado por radiocomunidad.com y TalCual, y en el cual compartió con la presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui y con el exministro de Finanzas de Hugo Chávez, Rodrigo Cabezas.
La “metodología” utilizada por Nicolás Maduro para decidir el último aumento fue muy distinta a la que recordó Arismendi, pues ni siquiera los sindicalistas afectos al Gobierno fueron tomados en cuenta para establecer ese incremento y menos que el mismo se llevara por delante el tabulador de los distintos organismos públicos.
Puso de ejemplo lo ocurrido en el sector salud, cuyos trabajadores tienen más de tres meses de paro, pero que no han sido llamados a discutir por el patrono. Precisó que el salario mínimo es utilizado como una medida para, incluso, establecer montos salariales para diferentes cargos.
El nuevo salario mínimo, medido en dólares, es el más bajo del continente, estando por debajo del que se cancela en Cuba y en Nicaragua, los otros dos países que comparten posiciones con Venezuela en esa materia.
Arismendi señala que Venezuela necesita un consenso, mucho diálogo entre todos los sectores para poder reconstruir el país, recalcando que la decisión tomada con el salario mínimo y el tabulador ha generado un gran rechazo entre los dirigentes sindicales y los trabajadores, al punto que ya hay declaraciones de algunos de ellos que indican un recule.
Comercio devastado
La presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui, inició su intervención diciendo que quisiera dar buenas noticias, pero no podía hacerlo. Las políticas adelantadas por Maduro han generado una caída de 60% en las ventas. “El 17 de agosto todo cambió para mal”.
Rechazó la detención de los gerentes de los automercados y vaticinó que el desabastecimiento va a aumentar, lo que no es culpa de nadie en el sector comercial ni tampoco en el industrial o agrario, sino responsabilidad de unas políticas que han fracasado a lo largo de estos casi 20 años.
El occidente del país está paralizándose pues por un lado no hay gasolina, y la nueva modalidad de su cobro es muy difícil ya que la falta de electricidad impide el funcionamiento de los dispositivos así como la carga del combustible.
Si bien le pareció exagerado el incremento del salario mínimo, está consciente de que es insuficiente frente a la hiperinflación que vive el país, y que debe recibir una mejor remuneración pues se necesita gente con capacidad de compra. El cierre de comercios está creciendo y si no cambian la política económica se seguirán produciendo, afirmó Uzcátegui.