Arné no creyó que ser rico era malo
Para el hermano de Jesse Chacón había dos tipos de pobres, y no se identificaba con ellos
Arné Chacón Escamillo se dio a conocer entre los venezolanos luego de que se presentara el 5 de diciembre de 2009 en la sede de la Disip, hoy Sebin, para cumplir la decisión de un tribunal que le dictó auto de detención por irregularidades en el manejo del un banco.
Pocos sabían hasta ese momento que este oficial de la Armada graduado en Argentina, había sido condenado a 22 años de cárcel por haber participado en el segundo golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez allá en 1992.
De esa condena no pagó ni dos año, fue indultado por presidente Rafael Caldera.
Ser rico es malo, dijo alguna vez el difunto presidente Hugo Chávez, pero Arné Chacón no compartía dicha premisa, a pesar de que siempre se declaró un fiel seguidor del proceso. Su paso por la administración pública no fue muy largo, pero parece haberle brindado el apoyo para incursionar con éxito en la actividad privada, donde llegó a ser presidente de Banco Real, entidad intervenida y cuyo manejo, según la Fiscalía, no fue apegado a la ley.
En el año 2005 en una entrevista publicada en el semanario La Razón, el exintegrante de la Armada corroboró lo que para ese momento eran rumores sobre su fortuna. Aclaró que sí se estaba convirtiendo en el propietario del 49% de las acciones de Baninvest, banco con un capital suscrito de 8 mil millones de bolívares.
Su experiencia en el mundo de las finanzas incluía haber sido director de Banfoandes y colaborado del Banco Industrial de Venezuela y el Banap.
Precisó que su relación con la Lotería del Táchira no era como empleado, sino como socio distribuidor de los boletos de esa lotería en Caracas.
También confirmó que era propietario de caballos de carrera, por lo que sentía afición desde niño, cuando vivía en un barrio caraqueño en un rancho de tablas y techo de zinc.
Afirmó que había pasado muchas necesidades, pero gracias a que sus padres les dieron educación pudo salir de abajo, al igual que sus hermanos, uno de ellos Jesse, para el momento ministro de Ciencia, Tecnologia e Industrias, cargo al que renunció tras la detención de Arné.
En aquellos días un editorial de Tal Cual, suscrito por Teodoro Petkoff, se titulo «No están todos los que son», y en el se hacía un recuento de la relación entre Hugo Chávez y los factores de poder en los que se sostenía, siendo uno de ellos la boliburguesía. El director de este medio se preguntaba «como es que durante años el presidente no se dio cuenta de lo que se cocinaba ante sus ojos ni de que algunos de los guisadores eran de su más íntimo entorno».
La detención ordenada a raíz de su participación en el mundo financiero significó, para Arné Chacón, casi tres años de encierro en El Helicoide, más tiempo que el que pagó por el golpe de Estado en que participó. Los delitos que le imputaron fueron aprovechamiento fraudulento de fondos públicos y apropiación indebida de créditos y en su momento se dictó una medida de ocupación formal.
Un día después del día de los Inocentes de 2012, Arné Chacón fue liberado con medidas cautelares de prohibición de salida del país y de declaración a los medios y presentación mensual al tribunal. En la citada entrevista publicada en La Razón, este exoficial de la Armada dijo que había dos clases de pobres: el que lo es por necesidad y «el pobre de mente. Este último es el que siempre está esperando que el gobierno le dé todo, pero es uno mismo quien se labra su propio futuro». Ya sabemos a qué tipo de pobre respondía Arné Chacón.
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