Arrestados 23 miembros de red que prostituía venezolanas y otras latinas en España
La organización localizaba mujeres vulnerables por su situación socioeconómica y utilizaba intermediarios en Sudamérica para convencerlas de ir a España
Veintitrés personas fueron detenidas por la Policía española tras descubrir una red dedicada a la explotación sexual de mujeres sudamericanas en clubes de las provincias de Cantabria y Vizcaya, al norte del país.
En la operación, aún en proceso, han sido liberadas tres mujeres que eran prostituidas para pagar deudas, que en algunos casos llegaba a los 6.000 euros. La red les retiraba todos los ingresos que recibían.
Hasta jornadas de doce horas debían trabajar las mujeres raptadas por la red, explicó la policía. La cuota mínima exigida era de tres encuentro sexuales al día, y podían aumentar cuando algún cliente lo requería. Las víctimas eran captadas en países sudamericanos, principalmente en Venezuela, Paraguay y República Dominicana.
Los precios por los servicios sexuales eran tasados por los explotadores, quienes además abusaban de las mujeres cuando así lo deseaban y cobraban 55 euros diarios por concepto de alojamiento y luz. En algunos casos, también debían realizar trabajos fiados a clientes ‘VIP’ que al final no llegaban a cobrar.
El modus operandi que tenía la organización para captar a las mujeres, era localizar a personas vulnerables por su situación socioeconómica y utilizar intermediarios en algunos países, que las convencían para ir a España en busca de oportunidades laborales.
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La Policía tiene constancia de once mujeres captadas por la organización, pero cree que es posible que surjan más al concluir las investigaciones y el estudio de los efectos intervenidos en los registros, reseña EFE.
Los detenidos son la mayoría de nacionalidad española pero también los hay extranjeros, sobre los que no se ha dado más información.
Hubo seis registros y se han intervenido más de 1.000 euros en efectivo, pequeñas cantidades de drogas, armas blancas, un bate de béisbol y cartuchos del calibre 38, así como abundante documentación contable y bancaria y dispositivos electrónicos.
La investigación comenzó gracias a la declaración de una mujer, testigo protegido, que logró escapar del control de la red, denunció los hechos sufridos y puso de manifiesto la existencia de una estructura dedicada a la trata de mujeres sudamericanas para la explotación sexual.