Arria considera que EEUU puede ayudar a resolver la crisis en Venezuela
Diego Arria considera que dentro de la oposición no hay una postura clara, lo que ha desanimado el ímpetu de la comunidad internacional para presionar la salida de Nicolás Maduro
El exembajador de Venezuela ante la ONU Diego Arria, considera necesario que exista una oposición cohesionada y coherente para que pueda hablarle de forma unitaria a los Gobiernos del mundo, así como para elevar los objetivos políticos más allá de los cargos, sino poder propiciar un cambio en el Ejecutivo.
Entrevistado en el diario El Nacional, Arria manifestó que las acciones de la comunidad internacional han disminuido debido a la decisión de algunos partidos políticos de ir a las elecciones a concejales o participar en reuniones de un eventual diálogo. A su juicio, eso significa que la posición que se ha fijado es de darle una excusa a los países para «no hacer nada».
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«El factor más alarmante para la comunidad internacional es que los mismos partidos de oposición en Venezuela digan que van a participar en elecciones en diciembre o que incluso que llamen a votar por una constituyente falsa. Eso ha sido lo que ha detenido la presión internacional», señaló.
Rechazó que haya habido repudio y ataques contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, al decir que el tema venezolano se resuelve entre venezolanos, hecho que calificó de «gravísimo» porque considera que es la postura individual de algunos partidos que fijaron posición y no representan a la mayoría de los ciudadanos.
Según su experiencia diplomática, una crisis como la de Venezuela se ha resuelto con la ayuda de Estados Unidos como por ejemplo Yugoslavia o El Salvador. «Dos veces ha tenido Venezuela la intervención de Estados Unidos y en ambas ocasiones fueron altamente favorables los resultados para nuestro país. No puede ser que se descarte a la intervención americana», dijo.
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Considera alarmante la posición del Gobierno de España en torno a un eventual diálogo y considera que las declaraciones del canciller Josep Borrell al respecto genera «inquietud» y además refleja no conocer el parecer de un sector de la población al decir que «estoy seguro que si el embajador conociera lo que piensan los venezolanos, su declaración hubiese sido completamente distinta».
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