Aterrizando la lista de propósitos al entorno venezolano, por Marianella Herrera Cuenca
Autor: Marianella Herrera Cuenca – @mherreradef
Tradicionalmente un año que comienza se acompaña de una lista de propósitos. En el pasado la mayoría de las listas que vi tenían entre los primeros lugares: quiero perder peso, quiero un carro, una casa nueva. Me pregunto cuántas listas comienzan con ese propósito este año en Venezuela. Hacer ejercicios, adelgazar unos kilos, comer saludable, comer más frutas y vegetales verdes, cambiar de trabajo, ganar más dinero, así rezaban esos propósitos. También recuerdo que la mayoría de las veces estas listas no servían de mucho, pues quedaban en el camino sin cumplirse. Una lista de propósitos no sirve de nada sino se acompaña de acciones contundentes.
A veces la lista de propósitos es poco realista y se enfoca en objetivos tal y como si fuesen a “caer del cielo”, lo cual complica el logro exitoso de los propósitos. Los objetivos o propósitos necesitan de nuestro pensamiento, enfoque racional, trabajo y esfuerzo. Además, algunos de estos objetivos, necesitan ser desglosados en varios sub-objetivos y plantear un camino más lógico, razonable y realista.
Comenzar una lista de propósitos diciendo: “quiero cambiar de trabajo” es iniciar una lista con un propósito complejo que requiere planificación detallada de los pasos a seguir, y este año, por ejemplo, la pérdida de peso estuvo incluida en el “paquete de la cotidianidad” que nos ha tocado vivir a los venezolanos, no vamos a conversar sobre eso hoy, prefiero discutir e invitar a la reflexión sobre cómo lograr hacer una buena, interesante y motivadora lista de propósitos de año nuevo.
Definitivamente, todo comienza con el pensamiento, con lo que deseamos, de allí los buenos deseos por un año exitoso, un mejor país, un mejor tiempo, un futuro mejor, individualmente y para el colectivo.
Queremos estar más saludables y nos proponemos dejar de fumar, queremos ganar más dinero y queremos un trabajo mejor (aún en la crisis), decir más a menudo que no, para poner los límites, priorizar mejor los gastos, para no gastar en cosas que no necesitamos, queremos dejar de quejarnos y lamentarnos y usar esa energía para cosas más productivas. Este año, me siento mejor con una lista menos material y más psicológica-conductual-espiritual.
Para crear una lista de propósitos vamos a escribirla a mano, usando lápiz y papel, y vamos a concentrarnos en pocas cosas, las más importantes, así podremos practicar el arte de priorizar. No hagamos una lista de 30 cosas que luego no se cumplen, en cambio vamos a focalizarnos en 5 cosas solamente, sobre las cuales podamos tener control y cuyo avance podamos medir cada tanto.
Vamos a escribir nuestros propósitos y deseos en primera persona y utilizando un verbo de forma afirmativa para indicar acción, que describa lo que realmente se quiere y tomando en consideración el desglosarlos cuando sea necesario en pequeñas metas que sean alcanzables para evitar la frustración. Por ejemplo, en lugar de ‘quiero cambiar de trabajo’, quizás es mejor decir ‘cambiaré mi trabajo por otro que me guste más y que sea mejor remunerado’. Pero para ello: 1- actualizo mi currículum vitae, 2- exploro las opciones de trabajo que tengo en mi área de experticia, 3- entrego los CV, 4- me preparo para la entrevista de trabajo.
También es importante colocar una fecha a cada paso. Si eres por ejemplo, de los que quieres dejar de fumar, igualmente puedes anotar en forma positiva tu propósito: el año 2018 es un año libre de tabaco para mí. En este momento podría ser interesante si ya lo intentaste revisar lo que hiciste.
Quizás hayas explorado en el pasado una forma radical de hacerlo que no dio resultado, en cuyo caso te invito a que cambies la manera de embarcarte en el cambio, o por el contrario fuiste muy flexible. Recuerda que el logro de estos propósitos pasa por ti mismo, por tu mente, por los pensamientos que tienes y por la conducta que asumes.
Finalmente quiero compartirles un propósito de año nuevo y quizás me atrevo a sugerir que lo consideren y lo haga suyo; es el cambio interior que como venezolanos nos toca después de largos años de duro aprendizaje. Cuando se transforma el interior el sistema cambia, cambian las relaciones, cambia el entorno.
Vamos a cambiar quejas por acciones, desunión por trabajo en equipo, ego por humildad, vamos todos a remar para el mismo lado, el lado de la democracia, de la unión, del amor, de la reconciliación, del perdón, del encuentro. Vamos todos con esta lista de propósitos escritos en papel y lápiz, de prioridades para ser satisfechas, a llenarnos del éxito que nos merecemos los venezolanos y que estoy segura nos espera en el futuro no muy lejano.
¡Los mejores deseos por un 2018 productivo, lleno de trabajo y nuevos descubrimientos para todos!
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