Atornillar la dictadura, por Freddy Núñez
Hace días, TalCual realizó un foro virtual denominado: ¿Hay o nó condiciones electorales para el 6 D? Los invitados fueron, Luis lander, Eugenio Martínez, Juan Manuel Rafalli y Leonardo Morales. Salvo este último, quien actuó como vocero del partido Avanzada Progresista, los demás no representaban a ninguno. El moderador fue el director del diario, Xabier Coscojuela.
Todas la intervenciones –salvo la de Leonardo– luego de analizar los aspectos técnicos, jurídicos y políticos involucrados en el proceso electoral en el que se ha empeñado el régimen, coincidieron en que el mismo carece de garantías, es violatorio del orden constitucional vigente, y no permitirá solventar ninguno de los problemas que padece el país.
Eugenio Martínez, es un estudioso de la materia electoral y quizá quien mejor ha sistematizado el conjunto de variables que demuestran la inviabilidad del proceso y la carencia de garantías para darle credibilidad.
Luis Lander es parte del Observatorio Electoral Venezolano, ha estudiado la materia y en entrevista anterior a TC, había señalado que casi el 13% de los votantes están fuera del país, destacó que la forma en que fue electo el cne, no era casualmente la mejor manera de estimular el voto de la ciudadanía.
Juan Manuel Rafalli, al referirse al contexto en el cual ocurre la elección del cne, destacó su ilegalidad y señaló algunas de las violaciones constitucionales que configuran un fraude electoral.
Desde el punto de vista político el único que defendió la conveniencia de participar en la farsa de diciembre fue Leonardo Morales, quien en sus intervenciones desestimó como si se tratara de simples bagatelas, toda la sólida argumentación técnica y jurídica, que evidencia la ilegalidad de esas elecciones, y que al decir de Rafalli, solo sirven como ocurre en el caso de Cuba o Rusia, para atornillar gobiernos autoritarios.
*Lea también: El documento de los partidos, por Luis Manuel Esculpi
El discurso de Leonardo Morales es en efecto, el de su partido y el de sus socios de «la mesita», uno en el cual “lo político” pasa a ser una especie de ente superior a la realidad en cuyo nombre La Constitución y las leyes son prescindibles en aras de un supuesto futuro diálogo entre una Asamblea Nacional surgida del fraude, y un gobierno cuya legitimidad tampoco existe. “No somos noruegos” dice, y recuerda una frase infeliz de un secretario general de AD, quien dijo “no somos suizos”, en ambos casos para justificar que la bellaquería política, la viveza criolla sustituyan el esfuerzo civilizatorio que dote al ciudadano de la capacidad real de enfrentar regímenes dirigidos por sátrapas vendedores de ilusiones y constructores de desgracias.
En el 2018 escribí en TalCual un artículo titulado, Falcón debe Renunciar. Allí preguntaba: ¿Que le dirá al país al día siguiente, cuando habiendo perdido haya contribuido a barnizar de legalidad al régimen? ¿Cantará fraude? En efecto eso hizo ante el mismo tsj al cual acudió ahora a pedirle nombrara un nuevo cne. Dije en ese artículo algo que sigue teniendo vigencia: “La gran tarea de un demócrata hoy, es trabajar por la unión y organización de ese 80% de descontentos que están urgidos de salir del hambre y la miseria”.
Pues bien, nuevamente Falcón, ahora acompañado por “la mesita” y un lote de traficantes de la política, le dan la espalda al pueblo, para unirse al régimen que lo destruye.
Todo el esfuerzo de ese sector por justificar la participación electoral sabiendo que es un fraude grotesco, se estrella contra la evidencia de los hechos.
La oposición participó unida en el 2015 y obtuvo los 2/3 de la AN, el régimen desconoció el triunfo, eliminó los diputados indígenas y la declaró en desacato. ¿Porque va a ser distinto ahora? Le robó las elecciones a Andrés Velázquez, le robó el triunfo a Guanipa en el Zulia, “Eligieron” una anc ilegal, ¿porque ahora actuarían apegados a una constitución que violan a diario?
Este cne es una vergüenza, es inocultable como ya afirmó Rafael Simón Jiménez, que trabaja de acuerdo con “la mesita” para cocinar la gran estafa, cuyos únicos beneficiarios serán los fraudulentos diputados que obtendrán una indigna sinecura.
Será difícil explicarle esto a cualquier persona, como un gobierno cuyo desempeño atroz supera cualquier estándar internacional, con menos del 15% de respaldo, logró (no sabemos por cuánto tiempo más) mantenerse en el poder. El colaboracionismo, el oportunismo, serán parte clave de la explicación.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo