Aunque nadie quiere guerra en Ucrania, EEUU advierte que Rusia hará su movimiento en febrero
Rusia, por intermedio de Serguéi Lavrov, dijo que si es por su país, no había guerra en Ucrania pero advierte que no quieren ver pisoteados sus intereses
Tambores de guerra parecen estar sonando en la frontera entre Ucrania y Rusia luego de días de tensiones y reuniones diplomáticas con EEUU, la OTAN y otros países; que están preocupados por la acumulación de tropas rusas por parte de Moscú en la zona fronteriza con territorio ucraniano y que puede que en cualquier momento se decida desde el Kremiln darle un «go» a la invasión.
En ese sentido, el presidente de EEUU, Joe Biden, advirtió el jueves 27 de enero a su homólogo, Volodimir Zelensky, de una posibilidad real de que Rusia decida invadir a Ucrania muy pronto. Desde la Casa Blanca se maneja que sea febrero el mes elegido por Moscú para hacer su movimiento.
“El presidente Biden dijo que hay una probabilidad clara de que los rusos puedan invadir Ucrania en febrero. Lo ha dicho públicamente y lo hemos estado advirtiendo desde hace meses”, dijo vía comunicado Emily Horne, la portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca.
Serguéi Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, aseguró este viernes 28 de enero que si depende de su país no se desatará un conflicto bélico con Ucrania; esto luego de ser preguntado en una rueda de prensa de si realmente habrá guerra debido a las tensiones que hay en la zona y Occidente.
«Si depende de Rusia no habrá guerra. No queremos guerras, pero tampoco permitiremos que se ignoren y se pisoteen groseramente nuestros intereses», dijo Lavrov, quien no descarta que exista la posibilidad de que alguien quiera provocar el conflicto.
Además, apuntó a que Kiev no controla «una enorme cantidad de militares». También volvió a hablar acerca de las respuestas de EEUU a las «garantías» pedidas por Moscú de no expandir la OTAN y dijo que son «confusas» en su concepto principal, pero concretas en temas secundarios.
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«Si ellos (los estadounidenses) insisten en que no modificarán sus posturas, nosotros tampoco lo haremos. Simplemente la posición de ellos se basa en argumentos falsos, en la tergiversación de los hechos, y la nuestra se asienta en documentos firmados por todos», dijo Lavrov, en alusión a los acuerdos de Estambul de 1999.
Quien salió en apoyo de Rusia fue Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia, al afirmar que su país entrará en guerra si su aliado es atacado, así como prometió acoger a «cientos de soldados» rusos en su territorio, que también colinda con Ucrania, en caso de que haya una guerra.
«Nos alzaremos para defender nuestra tierra y nuestra patria», dijo, añadiendo sin embargo que «no habrá ganadores en esta guerra» ya que «todos lo perderán todo».
Esta tensión movilizó principalmente a los europeos, quienes buscan que la diplomacia impere para evitar el camino de las armas. Por un lado, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, insistió este viernes 28 de enero que es el momento de usar herramientas diplomáticas por el tema Ucrania y evitar una guerra.
«En este momento estamos invirtiendo todas nuestras capacidades en los contactos diplomáticos. Es el momento de la diplomacia, de buscar a través del diálogo cómo evitar un conflicto militar», destacó durante una visita a Kenia.
Mientras que por otro lado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que también ejerce la presidencia de facto de la Unión Europea por 2022, llamó al canciller ruso Lavrov para tratar de rebajar las tensiones por la crisis en Ucrania y tiene previsto hablar con su homólogo, Volodimir Zerenski.
Ucrania pidió este viernes calma ante unas tensiones con Rusia en la frontera que provocan cada vez más inquietud en Occidente y aseguró que la situación es comparable a la escalada militar protagonizada por Moscú en abril de 2021.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, manifestó en el parlamento de su país que la cantidad de soldados rusos entonces es parecida a la que se concentra ahora en la frontera, al tiempo que cree que Moscú de pasos distintos de los que ya realizó en abril y aseguró que la principal diferencia entre lo que ocurrió hace casi un año y ahora es «la intensidad de las medidas híbridas» en torno a la crisis, «principalmente, las informativas» y su impacto sobre la situación macroeconómica.
«Hasta ahora no observamos acontecimientos o acciones militares que sean significativamente diferentes a lo que sucedió la primavera pasada», insistió.
Con información de El Nacional / VOA / Swiss Info / Europa Press / EFE