Ausentismo laboral aumenta con la persistencia de apagones, según el Inaesin
Sin transporte, agua, dinero en efectivo ni electricidad, los ciudadanos se encuentran imposibilitados para trasladarse y cumplir con sus respectivos horarios laborales
La cantidad de trabajadores que acuden a sus jornadas laborales viene en merma desde el apagón general registrado el pasado 7 de marzo, y no ha logrado recuperar su nivel habitual.
Un colapso de los servicios públicos, los problemas económicos y la escasez de condiciones en los puestos de trabajo son factores que impiden una reinserción total de la fuerza productiva venezolana.
“Estas circunstancias contribuyen a aumentar el ausentismo laboral y desmejorar las condiciones de vida de los trabajadores, ya trastocadas por el pésimo estado de los servicios públicos y la hiperinflación”, dijo Linerby Sánchez, directora de Proyectos del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin).
Por si fuera poco, las fallas eléctricas, lejos de solucionarse de manera definitiva, son una constante en muchos sectores del país, lo que acompaña a su vez la ausencia del suministro de agua potable.
Sin transporte, agua, dinero en efectivo ni electricidad, los ciudadanos se encuentran imposibilitados para trasladarse y cumplir con sus respectivos horarios.
“Es difícil poder cumplir con el trabajo. No se puede salir de casa si por varios días no hay agua, o no funciona el Metro de Caracas, el transporte público es escaso, no hay efectivo para el pago del pasaje, no funcionan los medios de pago electrónicos o no hay con quien dejar a los niños. Es una situación de colapso total”, enfatizó Sánchez.
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Esta situación no solo afecta de manera directa a los trabajadores, sino que además tiene un impacto directo sobre la producción del país y, con ello, una repercusión inmediata en la economía.
Expertos estiman que los apagones de marzo aceleraron la caída del Producto Interno Bruto (PIB) venezolano, que se contrajo en el primer trimestre de 2019, un 2,5%.
“La paralización de la actividad económica supone mayores dificultades para que los trabajadores puedan buscar ingresos adicionales con los que subsistir en un contexto hiperinflacionario de 2.395.981% anualizado a febrero”, de acuerdo con la medición de la Asamblea Nacional, indicó la directora de Inaesin.
Con la paralización de la actividad empresarial, el panorama más factible se inclina hacia el éxodo de las pocas compañías que permanecen en Venezuela, hecho que profundizará la recesión.
Además, las empresas que opten por mantener sus actividades, contarán con menos capacidad de caja, lo que les imposibilitará generar mejores condiciones para sus empleados. Esto se traduce concretamente en menos oportunidades de otorgar mejoras salariales.
De acuerdo con el Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Inaesin, la mayoría de las protestas laborales que se dan en el país es por descontento salarial. Durante el primer trimestre de 2019, los reclamos salariales abarcaron el 59% del total de las protestas.