Autogol salarial, por Juan Vicente Gómez
Apenas 2,36 dólares al mes es el nuevo salario mínimo en Venezuela, cinco millones ciento noventa y seis mil bolívares mensuales que cualquier mortal sabe que no alcanzan para casi nada dentro de una estructura económica devastada por la hiperinflación.
A pesar de haber incrementado los salarios cuatro veces en lo que va de 2018, Maduro sigue dando palos de ciego con sus medidas frente a la crisis, los aumentos ni siquiera mitigan las carencias de los trabajadores y el gran enemigo a vencer, la inflación, marca la pauta del empobrecimiento abismal y avasallante de los venezolanos.
Entre goles y goles de la distracción futbolera mundialista, esta semana quizás pasó inadvertida otra macrodevaluación del bolívar “fuerte”. Nuestra moneda cayó a Bs 2.200.000 por dólar, la tasa de cambio oficializada por el gobierno para usarse como referencia en las casas de cambio. Del dólar negro, ni hablar. El paralelo superó los 3 millones de bolos tan pronto se conoció el aumento salarial del miércoles 20 de junio
Aplausos sr. Presidente. Ovación de pie. El público hace la ola admirando su jugada. ¡Otro golazo! Maduro es el Cristiano Ronaldo de los políticos, balón de oro pero al revés, el rey del gol en contra. Su ineptitud es a prueba de balas. Buscamos incluso algún otro adjetivo en el diccionario y encontramos uno perfecto, de 6 letras, que no pasará la censura.
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“Corto de entendimiento, tonto o de poca razón”, define allí la Real Academia en esa palabra que pudiese considerarse un insulto. Corto Nicolás. Corto de entendimiento eres, de cajón, tonto de capirote por añadidura. Con tu poca o nublada razón tienes al país metido en un callejón sin salida. El nuevo autogol en materia salarial sigue derrumbando a la vinotinto, sin que haya cambios reales en el equipo ante el pésimo rendimiento de su selección gubernamental.