Autorizan salida de avión con destino a Managua bloqueado por sospecha de tráfico humano
El avión, procedente de Dubái, iba hacia Managua con una escala para reabastecimiento en Francia. La fiscalía francesa indicó que fue inmovilizado tras una «denuncia anónima» de que algunos pasajeros podían ser víctimas de «tráfico de seres humanos»
La justicia de Francia autorizó este domingo 24 de diciembre la salida de un avión procedente de Emiratos Árabes Unidos con destino a Nicaragua que transportaba a 303 indios, pero que estaba retenido desde el jueves en Francia, donde hizo escala, por sospechas de tráfico humano.
La aeronave, un Airbus A340 de la compañía rumana Legend Airlines, podrá partir del aeropuerto de Vatry, informó la fiscalía a la agencia AFP.
«La DGAC [Dirección General de Aviación Civil] trabaja para obtener las autorizaciones necesarias para que el avión pueda despegar de nuevo, lo que debería ocurrir a más tardar el lunes por la mañana», añadió.
El avión, con sus pasajeros, podrían «partir hacia India», afirmó François Procureur, presidente del Colegio de Abogados de la localidad de Châlons-en-Campagne, del departamento de Marne.
Uno de los cuatro jueces movilizados para el caso consideró que la demora de 11 horas entre el momento en que se inmovilizó el avión y el momento en que se remitió el asunto a un magistrado constituyó «una violación desproporcionada a los derechos del individuo».
El presidente del Colegio de Abogados local expresó por su lado su preocupación por las «malas condiciones de vida» en la zona habilitada por los servicios de protección civil para alojar a los ciudadanos indios, 11 de los cuales son menores no acompañados.
Sospecha de tráfico de personas
El avión, procedente de Dubái, iba hacia Managua con una escala para reabastecimiento en Francia. La fiscalía indicó el viernes 22 que fue inmovilizado tras una «denuncia anónima» de que algunos pasajeros podían ser víctimas de «tráfico de seres humanos».
Una fuente cercana a la investigación precisó que los pasajeros probablemente pretendían ir a un país de América Central, para tratar de dirigirse desde allí hacia el norte y entrar de forma irregular en Estados Unidos o Canadá.
La justicia francesa empezó el domingo a tomar declaraciones de la totalidad de los pasajeros para determinar si podían ser retenidos más allá de los cuatro días que establece la ley. Este periodo podía ser prorrogado ocho días por un juez y otros ocho en circunstancias excepcionales.
La investigación, a cargo de la jurisdicción nacional de lucha contra la delincuencia organizada, busca «verificar si existen elementos que corroboren» las sospechas de tráfico de seres humanos.
El tráfico de personas es un delito castigado en Francia con una pena de 20 años de cárcel y una multa de tres millones de euros (3,31 millones de dólares).